El Juzgado Penal ha decidido acordar orden de desalojo cautelar al centro social okupado, sin que ni siquiera haya sido solicitada por el propio propietario.

Desde la CGT Ponent queremos dar todo nuestro apoyo al Centro Social Okupado La Chispa, espacio okupado desde diciembre de 2007 y que hasta la actualidad ha sido un espacio de encuentro de colectivos y movimientos sociales desarrollando centenares de actividades formativas, socioculturales y lúdicas.

Desde la CGT Ponent queremos dar todo nuestro apoyo al Centro Social Okupado La Chispa, espacio okupado desde diciembre de 2007 y que hasta la actualidad ha sido un espacio de encuentro de colectivos y movimientos sociales desarrollando centenares de actividades formativas, socioculturales y lúdicas.

Al igual que el propio espacio ocupado, entendemos la ocupación como una acción cultural, social y política para propiciar espacios de creación, reunión, encuentro y difusión de ideas, talleres y para denunciar la especulación inmobiliaria y el modelo de ocio consumista que existe en nuestra ciudad. Curiosamente el espacio ocupado se encuentra a la carretera N-240 en la salida de Alpicat, espacio dedicado al ocio comercial y al fomento del consumismo sin tener en cuenta las necesidades de las y los vecinos de la ciudad ni las condiciones laborales de las personas que allí trabajan.

Además, el espacio ocupado es propiedad de «UA S.L», sociedad que forma parte del holding de inversión «Grup Cervera Carràs». A partir del 2000 esta inmobiliaria pagó una gran cantidad de millones por unos terrenos que ahora, después de más de una década de abandono y pasada la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera, todavía se han visto más revalorizados después de que la Paeria recalificara la zona.

Paralelamente a esto, casi 9 años después de la ocupación, y después de la celebración del juicio, el juez ha aprobado el desalojo como medida cautelar, es decir, de forma previa a la emisión de una Sentencia, después de 8 años y medio de la denuncia inicial y sin haber pedido nunca hasta ahora la medida adoptada.

Ante esta situación, desde la CGT apoyamos al CSO La Chispa y a todas las personas que allí participan; defendemos la ocupación como medio de denuncia y espacio de encuentro de movimientos sociales de la ciudad. A la vez rechazamos enérgicamente la medida de desalojo preventivo, entendemos que después de casi nueve años de ocupación y habiéndose celebrado un juicio penal en el mes de junio, emitir una orden de desalojo previo a la sentencia responde únicamente a intereses económicos y a la voluntad de la empresa propietaria de los terrenos de desalojar los mismos con la máxima celeridad posible y sin tener que recurrir a la vía civil. Por lo tanto pues, nos sumamos al llamamiento de solidaridad efectuada por el colectivo CSO La Chispa y animamos a los vecinos y vecinas de Lleida a sumarse a la misma así como a las posibles convocatorias que haga el centro social.

FL CGT Lleida


Fuente: CGT-Lleida