1 de Mayo de 2015, objetivo: continuar con la lucha. Contra el aumento de la represión, la precariedad laboral y social, la corrupción generalizada de los políticos, la privatización de los servicios públicos, la miseria energética, la falta de viviendas, nos sobran los motivos.

La represión se ha endurecido para quienes luchan contra un sistema corrompido desde sus cimientos. La legislación se ha modificado a tal efecto y los jueces la ejecutan desde la más absoluta arbitrariedad. La aplicación sistemática de prisiones preventivas, el aumento del número de encausados, condenados y encarcelados por movilizaciones sindicales y sociales nos retrotraen a épocas en que el aparato judicial era un ejecutor más del estado totalitario.

La represión se ha endurecido para quienes luchan contra un sistema corrompido desde sus cimientos. La legislación se ha modificado a tal efecto y los jueces la ejecutan desde la más absoluta arbitrariedad. La aplicación sistemática de prisiones preventivas, el aumento del número de encausados, condenados y encarcelados por movilizaciones sindicales y sociales nos retrotraen a épocas en que el aparato judicial era un ejecutor más del estado totalitario.

Las reformas laborales han servido para que los empresarios consigan sus objetivos: tener trabajadores sin derechos. Banqueros y capitalistas siguen aumentando sus beneficios a costa del sufrimiento y de la miseria de gran parte de la población. Cada vez los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Sin escrúpulos y aliados para conseguir sus objetivos con la clase política, comparten sus privilegios al tiempo que condenan a amplios sectores de la población a la pobreza más severa, sosteniendo económicamente a los partidos políticos a través de tramas de corrupción que repugnan a cualquier persona decente y de la que salen indemnes, mientras jueces y fiscales hacen la vista gorda en la mayoría de los casos.

La ocupación de espacios en manos de los especuladores para su uso social, el antiautoritarismo, la protesta en la calle, el derecho a reunirse y a manifestarse, cualquier acción de cualquier signo que implique una respuesta al sistema o proponga alternativas laborales, ecológicas, educativas, igualitarias, laicas, de desarrollo humano y social, son fenómenos a los que se responde con un único criterio: represión.

Cuando en un país se desaloja a las personas de sus viviendas violentamente; se corta la luz, el agua o el gas a quien no puede pagarlas; cuando llenar la cesta de la compra es un acto épico; cuando no existe ninguna estabilidad laboral y el despido solo necesita de la voluntad del empresario; las pensiones son miserables; la juventud emigra; aumentan las listas de espera en los hospitales; la educación se reserva a los pudientes; la ayuda a la dependencia es una burla y los gastos militares y policiales se disparan, la conclusión es que vivimos en un estado de excepción y de exclusión, y que ha llegado el momento de decir que ya basta de esta dictadura disfrazada de democracia.

Solamente desde la lucha y la respuesta contundente en la calle y en las empresas podremos afrontar las tropelías y la barbarie organizada que nos imponen el Estado y el Capitalismo. Nos va en ello la libertad y la posibilidad de vivir desde la dignidad y la igualdad una vida que merezca tal nombre y en la que los derechos sociales sean la garantía del desarrollo de las personas. Desde esta lucha hemos de potenciar formas organizativas participativas, no jerárquicas, donde la igualdad y la cooperación sean las herramientas que nos encaminen hacia una sociedad libertaria a la que aspiramos con principios como la autogestión, el apoyo mutuo y la solidaridad.

Las detenciones contra anarquistas, okupas, trabajador@s, estudiantes, jubilad@s, l@s que luchamos, muestran que tienen que realizar constantemente montajes fantasiosos que solo existen en sus mentes perturbadas. No tenemos miedo, ni a sus redadas, ni a sus operativos. Ni debe tenerlo nadie en este país que piense que rebelarse ante la injusticia es una necesidad y nunca un delito. Por ello, este 1º de Mayo, también pediremos en las calles la absolución y libertad de tod@s l@s encausad@s por la represión del estado. Porque la injusticia sí es terrorismo, y se organiza desde el estado.

Viva el 1º de mayo Viva la clase obrera

Salud y anarcosindicalismo



Fuente: CGT - Barcelona