Save the children recoge en su Informe anual sobre las madres la brecha sanitaria entre países ricos y pobres
El parto o enfermedades tan anecdóticas como la diarrea en el primer mundo continúan siendo un grave problema en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. 200 millones de niños menores de 5 años no reciben la atención médica básica que necesitan y casi 10 millones de niños mueren al año por enfermedades fácilmente tratables como la diarrea o la neumonía. Al dar a luz sin una atención primaria muere una mujer cada minuto. Estos son algunos de los datos que incluye el noveno informe sobre el estado mundial de las madres que ha presentado hoy la ONG Save the children.
Save the children recoge en su Informe anual sobre las madres la brecha sanitaria entre países ricos y pobres

El parto o enfermedades tan anecdóticas como la diarrea en el primer mundo continúan siendo un grave problema en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. 200 millones de niños menores de 5 años no reciben la atención médica básica que necesitan y casi 10 millones de niños mueren al año por enfermedades fácilmente tratables como la diarrea o la neumonía. Al dar a luz sin una atención primaria muere una mujer cada minuto. Estos son algunos de los datos que incluye el noveno informe sobre el estado mundial de las madres que ha presentado hoy la ONG Save the children.

Los datos de Save the children muestran que cada año, 9,7 millones de niños en todo el mundo mueren antes de cumplir los cinco años de edad. Esto representa la muerte de 26.000 niños cada día

En los últimos años se ha reducido considerablemente la tasa de mortalidad infantil, aunque a nivel global. Los más afectados continúan siendo los menores de países pobres como Etiopía, el país que, según el documento, tiene el menor porcentaje de acceso a la atención sanitaria básica (un 84% de niños no pueden llegar a ella). Pero incluso en los países en vías de desarrollo, hay una gran diferencia entre la atención que reciben los niños de las capas más bajas de la sociedad y el que reciben los niños más ricos. En Filipinas y Perú, por ejemplo, los niños más pobres tienen 3,2 veces más posibilidades de no recibir la atención sanitaria esencial.

Un médico por cada 50.000 personas

Según la ONG el primer paso es dotar a estos países del personal y los sistemas de asistencia sanitaria necesaria. Las mujeres y los bebés son especialmente vulnerables ante las infecciones mortales y las complicaciones y su tratamiento requiere instalaciones médicas completamente equipadas. En Malawi, Níger y Tanzania, por ejemplo, solo hay un médico por cada 50.000 personas. La Organización Mundial de la Salud recomienda un médico por cada 1.000 personas, aunque prácticamente ningún país del África subsahariana y del sur de Asia alcanza esta meta.

Además, los transportes en estos países tampoco están desarrollados. Llevar un niño o una mujer a un médico puede implicar una larga jornada a pie, incluso de un día entero. Para que, al llegar (suponiendo que el enfermo haya conseguido superar el viaje), descubran que no hay ni personal ni medicamentos disponibles.

La brecha en la atención sanitaria entre países ricos y pobres se observa con gran claridad si comparamos la disponibilidad de servicios de salud materno infantil de Suecia (el país que lidera el ranking de Save the children) y el de Níger (que ocupa el último lugar). Casi todos los partos en Suecia cuentan con la asistencia de personal sanitario cualificado, mientras que sólo un 33% de los partos en Níger son atendidos por personal cualificado.

Las mujeres suecas han recibido, por lo general, educación formal durante más de 17 años y vivirán hasta los 83 años, un 72% utiliza algún medio moderno de contracepción y sólo una de cada 185 sufrirá la muerte de su hijo antes de que éste cumpla un año. En el extremo opuesto de ese panorama se encuentra Níger, donde una mujer habrá recibido como media en su vida una educación formal de tres años, sólo una de cada 10 mujeres sabe leer y escribir y tan sólo vivirá hasta los 45 años. Apenas un 4% utiliza algún método moderno de contracepción y uno de cada cuatro niños muere antes de cumplir un año. Según este índice, cada mujer en Níger verá morir a un hijo y nueve de cada 10 madres pueden perder hasta dos hijos en su vida.

Dos ejemplos : la neumonía y el sarampión

En el estudio presentado hoy, han calculado que la neumonía mata a un tercio de los niños menores de 5 años que fallecen en el mundo. Unos tres millones al año (más niños que el SIDA, la malaria y el sarampión juntos). Los antibióticos para tratarla cuestan menos de 30 céntimos aunque sólo un 25 por ciento de los cuidadores conocen el peligro de la enfermedad y sólo la mitad de los niños enfermos reciben el cuidado médico apropiado. Porcentaje que se reduce al 20 por ciento si atendemos a los que reciben la medicación.

La vacuna contra el sarampión cuesta 33 céntimos y su tratamiento ha crecido progresivamente desde 1990, pero en los 47 países que suman el 95 por ciento de muertes por esta enfermedad (por la que fallecen 240.000 menores cada año) un tercio de los niños menores de cinco años no están vacunados. Al ser una de las enfermedades más contagiosas que se conocen, puede extenderse rápidamente dentro del hogar y la comunidad, provocando secuelas permanentes para muchos de los que sobreviven, como ceguera, alteraciones auditivas, daños cerebrales y neumonía.


China e India : malos países para nacer niña

En la mayoría de los países las niñas tienen tasas de supervivencia ligeramente superiores que las de los niños. No ocurre así en los dos países más poblados del mundo : India y China, donde la brecha de género sigue aumentando a pesar de que se reduzca la media de mortalidad infantil. En India por cada cinco niños mueen ocho niñas antes de cumplir los cinco años ; en China por cada siete varones mueren nueve de sexo femenino.

La preferencia por tener un hijo es algo muy arraigado en ambas culturas, y las niñas sufren una gran discriminación no sólo en la alimentación sino también en la prevención y atención sanitaria. En ambos países a menudo se las traslada al hospital cuando ya se encuentran en estados más graves que lo que respecta a los hijos varones y se las lleva a profesionales menos cualificados. Además, se emplea menos dinero para su tratamiento, por lo que es más difícil que reciban las medicinas que necesitan.

También hay que contar los efectos del infanticidio femenino o de los abortos selectivos. Los investigadores aseguran que en India cada año se pierden 500.000 niñas por este motivo. Estas prácticas pueden haber supuesto la «desaparición» o pérdida de 10 millones de niñas en los últimos 20 años. La cifra correspondiente para China se estima entre los 35 y 41 millones de niñas «desaparecidas» o, lo que es lo mismo, más del 6% de la población china.


Fuente: HELENA MARTÍNEZ | EL PAIS