Las amenazas contra los dirigentes sindicales continúan ; los trabajadores desplazados, los despedidos, los asesinados, las familias, los huérfanos siguen sufriendo por esta horrenda situación. Continúan impunes los daños causados por los encarcelamientos injustos y amenazas contra dirigentes sindicales y se recortan cada vez más los derechos de los trabajadores.

Las amenazas contra los dirigentes sindicales continúan ; los trabajadores desplazados, los despedidos, los asesinados, las familias, los huérfanos siguen sufriendo por esta horrenda situación. Continúan impunes los daños causados por los encarcelamientos injustos y amenazas contra dirigentes sindicales y se recortan cada vez más los derechos de los trabajadores.

Este 22 de julio se conmemora una triste efemérides, el aniversario del asesinato de dos trabajadores de la transnacional NESTLÉ, Héctor Daniel Useche Berón y Víctor Eloy Mieles Ospino, afiliados al sindicato colombiano de alimentación SINALTRAINAL.
En 2001, SINALTRAINAL, que congrega a 2.500 empleados de Coca-Cola en Colombia, demandó a está transnacional ante la corte del Sur de la Florida para que condene a Coca-Cola y a sus filiales por los abusos cometidos contra sus trabajadores.

En 2002 se constituye la audiencia pública popular “Héctor Daniel Useche contra la impunidad SINALTRINAL clama justicia”, que tras tres sesiones (Atlanta, Bruselas y Bogota) consideró culpable a la compañía y cómplice al estado colombiano. Esta audiencia elaboró un plan integral de reparación del daño causado a las victimas.

Tras seis meses de silencio de la compañía, el 22 de julio de 2003 (histórica fecha proclamada en 2003 por el Foro Social Mundial como día internacional contra Coca-Cola) se lanza la campaña mundial como medida de presión aprobada por la audiencia pública. La campaña cuenta hoy con el respaldo creciente de cientos de organizaciones y personas en todo el mundo. En países como EEUU, GB o Italia ha supuesto la pérdida de contratos millonarios para la multinacional.

Hasta hoy, no sólo Coca Cola se niega a solucionar la propuesta de reparación integral, sino que continúa con su política de violación a los derechos humanos y laborales, subcontratando a más del 90% de la mano de obra que explota en condiciones precarias, con jornadas extenuantes y ritmos inhumanos.
Por su parte, el Ministerio de Protección Social colombiano revocó los estatutos de SINALTRAINAL para negar el derecho de los trabajadores subcontratados a sindicalizarse ; judicializa e ilegaliza las secciones sindicales de SINALTRAINAL o persiste en los levantamientos de fueros sindicales para despedir dirigentes.

Las evidencias de la relación entre la multinacional y los paramilitares han sido siempre ignoradas por las autoridades y Coca-Cola apoya al gobierno autoritario de Álvaro Uribe Vélez para eliminar derechos del pueblo.
Las amenazas contra los dirigentes sindicales continúan ; los trabajadores desplazados, los despedidos, los asesinados, las familias, los huérfanos siguen sufriendo por esta horrenda situación. Continúan impunes los daños causados por los encarcelamientos injustos y amenazas contra dirigentes sindicales y se recortan cada vez más los derechos de los trabajadores.

Al mismo tiempo, las ganancias que obtiene esta transnacional siguen fluyendo hacia la casa matriz, profundizando la pobreza y la miseria del pueblo colombiano. El uso irracional de los recursos naturales y el daño al medio ambiente continúan presentes en su política depredadora. Es vergonzoso que la empresa que gasta tres litros de agua para producir uno de su producto, que paga el agua a precios más baratos que la población en muchos países y que seca y contamina tierras para luego trasladar sus plantas a otro lugar que arrasar y que sea a la vez la patrocinadora del Foro Mundial del Agua.

Porque amamos la vida, los derechos humanos y el medio ambiente invitamos a no consumir Coca-Cola.

Grupo de solidaridad con Colombia de CGT.


Par : Grupo de solidaridad con Colombia de CGT



Fuente: Grupo de solidaridad con Colombia de CGT.