No tenemos nada que celebrar… Y nos sobran motivos para protestar
El lunes 5 de Noviembre de 2007 se cumplirán 25 años desde que salió el primer coche de las líneas de producción de General Motors en Figueruelas. 25 años cargados de historia laboral. 25 años de nuestra vida trabajando para sacar adelante una familia, un proyecto de vida y un futuro. Y es que al fin y al cabo, somos trabajadores que necesitamos de un salario para vivir. Pero nadie, salvo nosotros mismos, sabemos calibrar realmente lo que representa trabajar durante 25 años para G.M., para una multinacional, que carece de responsabilidad social y que sólo entiende de resultados económicos.
No tenemos nada que celebrar… Y nos sobran motivos para protestar

El lunes 5 de Noviembre de 2007 se cumplirán 25 años desde que salió el primer coche de las líneas de producción de General Motors en Figueruelas. 25 años cargados de historia laboral. 25 años de nuestra vida trabajando para sacar adelante una familia, un proyecto de vida y un futuro. Y es que al fin y al cabo, somos trabajadores que necesitamos de un salario para vivir. Pero nadie, salvo nosotros mismos, sabemos calibrar realmente lo que representa trabajar durante 25 años para G.M., para una multinacional, que carece de responsabilidad social y que sólo entiende de resultados económicos.

No tenemos nada que celebrar con una empresa que despide, sanciona y chantajea a su plantilla, a cambio de la hipotética esperanza de seguir manteniendo el empleo, con nuevos modelos e inversiones (Meriva).

 Que no demuestra el mínimo respeto por la salud de sus trabajadores. Ocultando información sobre limitaciones médicas, desviando a la Seguridad Social los problemas que genera y exprimiendo a sus obreros mediante ritmos de trabajo salvajes.

 Que para batir su record de producción actual no recurre a la contratación -más que necesaria-, sino a la realización de horas extras aún saltándose los topes legales del Estatuto de los Trabajadores.

 Que no comprende, ni quiere comprender que además del trabajo existe una vida más allá de las puertas de la fábrica. Ampliando nuestras jornadas semanales hasta las 48 horas, cuando desde 1984 en este país, se consiguió instaurar el límite de la jornada en 40 horas semanales. Impidiéndonos estar con nuestra gente y hacer vida social los fines de semana, al priorizar los beneficios económicos sobre los sociales.

 Que paga menos salario por el mismo trabajo a los jóvenes que entran a la fábrica sustituyendo a los mas mayores e imponiéndoles por la “puerta falsa”, condiciones laborales diferentes y peores, como ha sido la inclusión de una cláusula en sus contratos que les obliga a realizar 80 horas extras al año y que el Juzgado de lo Social de Zaragoza ha declarado ya ilegal, y sin convertirlos en fijos en la mayoría de los casos, siendo contratos de relevo.

 Que externaliza trabajadores y precariza empleos y condiciones de trabajo, con el único fin de redondear aún más su cuenta de resultados, olvidándose que han sido ellos, los trabajadores de G.M. y no otros, los que han conseguido que esta empresa obtenga beneficios.

Como veis, nos sobran los motivos para protestar. Por esta razón : desde CGT, hemos declinado formalmente la invitación de la empresa para compartir los festejos con la Dirección de la multinacional, teniendo en cuenta además la amenaza directa que pende sobre los 227 compañeros de las F.M. y sus planes para seguir precarizando y externalizando los puestos de trabajo de la primera empresa de Aragón.


Fuente: CGT GM España