Nueva proyección el viernes 31 de octubre a las 18 horas de Ciutat Morta, ni oblit ni perdo, en los locales de CGT-Barcelona, Vía Laietana 18, 9ª planta. Tras haberse llenado el salón de actos con unas 200 personas el pasado día 10, ya que varios compañe@s no pudieron visualizarlo por estar lleno el aforo, realizamos un nuevo pase y un debate al que

Asistirán: Rodrigo Lanza,  Xavier Artigas, Xapo Ortega y Jesús Rodríguez.

EL CASO 4-F. TERRORISMO DE ESTADO

CIUTAT MORTA.  NI OBLIT, NI PERDÓ.

DOCUMENTAL Y DEBATE EN EL LOCAL DE CGT-BARCELONA

DIVENDRES 31 D´OCTUBRE 18 HORES VIA LAIETANA 18 9ª planta

EL CASO 4-F. TERRORISMO DE ESTADO

CIUTAT MORTA.  NI OBLIT, NI PERDÓ.

DOCUMENTAL Y DEBATE EN EL LOCAL DE CGT-BARCELONA

DIVENDRES 31 D´OCTUBRE 18 HORES VIA LAIETANA 18 9ª planta

Ciutat Morta desmonta el montaje político, policial y judicial del caso 4-F, en el que cuatro jóvenes fueron juzgados y condenados injustamente. Patricia Heras, una de les protagonistas del caso, se quitó la vida cinco años después de los hechos, durante un permiso penitenciario.

En el debate intervendrán: Rodrigo Lanza, condenado en el caso 4-F y victima del montaje; Xavier Artigas y Xapo Ortega, directores del documental; Jesús Rodríguez, guionista y periodista de La Directa, moderará CGT.

El film, de la productora Metromuster, se realizó gracias al micromecenazgo junto al semanario La Directa y la Comisión Audiovisual del 15M en Barcelona. Ha formado parte de la programación del Festival Internacional de San Sebastián 2014. La película ha obtenido diversos premios: la Biznaga de Plata al mejor documental del Festival de Málaga 2014; ganó el premio del público “Caracola – Alcances” en la 46ª edición del Festival Alcances de Cádiz; la Mención Honorífica del Festival Internacional Miradas Doc 2013, la programación a la Sección Oficial del Festival AtlanticDoc 2013 (Uruguay), la Sección especial del DocsBarcelona, entre otros.

El 4 de febrero de 2006 cae una maceta desde una casa ocupada (propiedad del Ayuntamiento) en la que se celebraba una fiesta, dejando herido de gravedad a un agente de la policía municipal. Los policías dijeron que la agresión la realizaron los jóvenes que estaban en la calle. Este testimonio, clave para justificar la condena, fue desmentido por los forenses de la defensa, que negaron toda base científica a la posibilidad de que las graves lesiones sufridas por el agente se hubieran producido por el lanzamiento de una piedra con impacto frontal manteniendo que el objeto tuvo que ser lanzado desde pisos superiores. También se obviaron los testimonios de los vecinos, un video y un informe de los Mossos d’Esquadra que constata tejas arrancadas y arrojadas desde los tejados. El Ayuntamiento y la policía, ante la imposibilidad de averiguar quién había lanzado la maceta, por el gran número de personas que había en la casa, inculparon a gente inocente que no estuvo dentro de la casa. Solo había que encontrar a alguien con estética antisistema.

Las consecuencias directas del montaje se pueden describir así:

  • Álex Cisternas y Juan Pintos pasaron 2 años en prisión preventiva y otros tantos en prisión y tercer grado.
  • Rodrigo Lanza pasó 5 años en prisión y dos más de libertad provisional.
  • Álex, Rodrigo y Juan fueron torturados durante la detención y en los posteriores días de calabozo por la policía; su denuncia por torturas nunca prosperó.
  • Patricia Heras pasó 2 meses en prisión y 4 meses en tercer grado hasta que el 26 de abril de 2011 se quitó la vida.

El primer juicio en la Audiencia Provincial de Barcelona en febrero de 2008 se desarrolló con múltiples irregularidades. No se aceptaron las pruebas de la defensa y la única prueba de la acusación fue el testimonio de dos guardias urbanos: Samyang y Bayona. El Tribunal Supremo, en julio de 2009, ratificó la sentencia y actualmente está en el Tribunal Constitucional, ante el que se presentó otro recurso.

La estrategia de la policía y el Ajuntament de Barcelona para crear chivos expiatorios se desmontó, los agentes de la Guardia Urbana que fueron la pieza clave del caso, Samyang y Bayona, fueron condenados por torturar al hijo de un diplomático, Yuri. En la misma se evidencia que habían falsificado atestados, manipulado pruebas y mentido deliberadamente a sus superiores y al tribunal, lo que cuestiona sobradamente la credibilidad de sus declaraciones como testigos de cargo en el caso 4F.

“Ciutat Morta” es la historia de una condena por unos hechos en los que nunca tuvieron la más mínima participación. El abogado Gonzalo Boyé, que ejerció la defensa de Rodrigo durante el juicio, es taxativo: » En ese juicio todos sabíamos que los policías estaban mintiendo. Y cuando digo todos, me refiero a todos los que llevábamos toga». Como dice Juan: «no es un montaje policial; va mucho más allá de que mientan cuatro policías. Está sostenido por toda una estructura». “Durante el trabajo de investigación y realización hemos visto cómo desaparecían documentos oficiales, se modificaban noticias de archivo en televisiones públicas…”.

Todos los condenados han mantenido siempre su inocencia. Porque, en efecto, si Rodrigo, Juan, Alex y Patri se hubieran declarado culpables; si hubieran » asumido su responsabilidad» una vez que estaban en prisión, la junta de tratamiento habría considerado que se estaban «reinsertando» y habrían accedido antes a permisos penitenciarios y la libertad. Paradójicamente, que un inocente en prisión mantenga su inocencia hace que las condiciones de cumplimiento sean más duras. Como señala Diana Junyent, amiga de Patricia, el único objetivo de los psicólogos mientras ella estuvo en prisión era conseguir que se declarara culpable. Cuando se suicida, estando en tercer grado, no tenía asistencia psicológica, ya que ésta se limitaba a intentar conseguir una confesión mientras cumplía condena. Por eso cobran sentido las duras palabras de Rodri que abren el documental: » No sé si hay justicia y cada vez sé menos qué es la justicia. Lo que tengo claro es que no está en los juzgados”.

La historia del 4F es lamentablemente mucho más habitual de lo que pueda parecer. El documental habla de la mentira, del montaje policial, político y judicial y de torturas. Pero sobre todo habla de impunidad, que es la gran lacra de nuestra sociedad. La tortura y la corrupción tienen lugar no solo porque haya manzanas podridas en el sistema, sino porque hay un Sistema que permite que esto suceda, que no dispone de los mecanismos de control ni la voluntad para evitarlo y que, además, cuando alguna vez llegan a ser enjuiciadas, acaban con el indulto de sus responsables. En el caso del 4F, l@s chic@s acusad@s de haber herido al policía tenían un entorno social que los apoyó y acompañó hasta el final. Este documental no se hubiera podido hacer de otra manera. Sin embargo, lo habitual de una noche cualquiera en Barcelona es que la persona detenida no tenga posibilidad de defenderse, ni entorno social que le pueda apoyar, ni recursos económicos con que afrontar una defensa legal, y en la mayoría de los casos, sin papeles. Esto permite que ni siquiera exista la posibilidad de que haya podido ser maltratada, detenida ilegalmente o torturada. Solo de vez en cuando las fuerzas del orden se equivocan y se encuentran con personas como Yuri, o con Juan Andrés Benítez.

“Ciutat Morta” no es cine político. Es política hecha con cine. “Ciutat Morta” no es un documental convencional. Ni siquiera sabríamos bien si decir que se trata de un documental. Antes que cine, “Ciutat Morta” es activismo: al término de la proyección nunca serás la misma persona, y tampoco será la misma tu percepción de este caso.

Información extractada de: http://www.desmontaje4f.org; http://directa.cat/tag/4f;


Fuente: Carlos Navarro, CGT-Prensa Barcelona