Uno de los hechos que ha quedado de manifiesto en la pandemia que estamos sufriendo ha sido la incompetencia y la carencia de escrúpulos de aquellos que, en razón de los cargos que ocupan, se consideran legitimados para tomar decisiones que afectan nuestras vidas.

Igual da que sean responsables de la Unión Europea, del Estado o de la Generalitat. En todos los casos, la gestión ha sido y es un desastre: residencias de gente mayor donde, literalmente, se ha dejado morir personas; personal sanitario con carencia de equipación o con equipación “fake”; personas hospitalizadas o enfermas de larga duración que han tenido que sufrir los recortes que se arrastran desde hace años en la sanidad pública. Nadie se ha hecho responsable a pesar del desastre ni dimite por incompetencia manifiesta.

Igual da que sean responsables de la Unión Europea, del Estado o de la Generalitat. En todos los casos, la gestión ha sido y es un desastre: residencias de gente mayor donde, literalmente, se ha dejado morir personas; personal sanitario con carencia de equipación o con equipación “fake”; personas hospitalizadas o enfermas de larga duración que han tenido que sufrir los recortes que se arrastran desde hace años en la sanidad pública. Nadie se ha hecho responsable a pesar del desastre ni dimite por incompetencia manifiesta.

Nos sumamos a la huelga de la enseñanza pública no universitaria, convocada también por CGT y ASPEPC·SPS. Esta convocatoria llega después de que el Departamento de Educación y la Generalitat de Cataluña no se avinieran a considerar en ningún momento las propuestas que se hacían desde la CGT y otros sindicatos (ver manifiesto unitario)  para salvaguardar el derecho a la educación y, a la vez, la salud del estudiantado y de todas las trabajadoras y trabajadores de los centros educativos.

En el ámbito universitario estamos sufriendo lo mismo que en la enseñanza pública no universitaria: un ministro que improvisa sobre la marcha y que espera hasta el último momento para intentar plantear unas medidas de mínimos, completamente insuficientes para garantizar la salud de todas y todos a la luz de las evidencias. Lo mismo pasa con el Departamento de Empresa y Conocimiento de la Generalitat que ni siquiera se compromete a proporcionar equipos de protección individual a la totalidad de trabajadoras y trabajadores de las universidades ni al estudiantado.

¿Qué decir en cuanto a los Rectorados y Equipos de Gobierno que sufrimos? Los hechos son evidentes: han preferido siempre ir de la manita del Ministerio y de los órganos políticos de turno para forzar las cosas e imponer una falsa creencia de normalidad.

Pero olvidan que la situación dista mucho de estar normalizada. Olvidan que la tasa de contagios lleva semanas disparada. Olvidaron también convocar Claustros extraordinarios telemáticos donde estudiantado y profesorado pudiera expresar y debatir sus opiniones e inquietudes. Olvidan incluso incorporar en los planes de contingencia cuestiones básicas como la obligatoriedad de las mascarillas en todos los espacios de los centros así como asegurar una distancia mínima de al menos 1,5 m a las aulas y laboratorios y resto de espacios.

Pero nosotros no olvidamos ni olvidaremos: además de solidarizarnos con la huelga de las compañeras y compañeros de la Enseñanza Pública no universitaria, hacemos un llamamiento a la movilización y la lucha en las universidades contra los responsables de poner en peligro la salud de todos.

AHORA Y SIEMPRE, LA LUCHA ES El ÚNICO CAMINO

 


Fuente: CGT-Ensenyament Lleida