Ayer se publicaron los datos mensuales de empleo registrado. Sorprendentemente, la situación actual rompía con los malos resultados que año tras año se publican en agosto. En relación con el mes de julio, el número de personas en situación de desempleo se redujo en 82.583, un 2.42% menos y en comparación con el año pasado, el desempleo descendió un 12,33%.

Si analizamos el paro a nivel sectorial, observamos que es la agricultura el sector que más desciende, un 7,7%, seguido del sector servicios con una bajada de 1,93%, mientras que la industria apenas se ha reducido en 0,4% y la construcción, que ha sido el único sector que ha registrado una subida de desempleo en 0.42% respecto al mes anterior.

En cuanto al desempleo masculino y femenino ambos descienden en 2,65% y 2,26% respectivamente, y dada la tipología del empleo que se genera en verano, observamos que el paro juvenil desciende en un 6.52%.

Otro de los datos que ya son un elemento estructural de las relaciones laborales es la contratación a través de contratos temporales. El 91% de los contratos firmados siguen siendo temporales, y peor aún es que de éstos, el 30,4% son a tiempo parcial, lo que supone una fuente de precarización y empobrecimiento de la sociedad.

Estos datos registrados consolidan el cambio de tendencia en términos de crecimiento económico y creación de empleo que se habían dado en los meses anteriores con la llegada de la pandemia. Sin embargo, la ausencia de reformas y el inmovilismo del Ministerio en materia laboral, siguen consolidando e institucionalizando la precariedad e inseguridad laboral de la clase trabajadora. El incumplimiento de la promesa electoral de derogar la reforma laboral de 2012, no ha hecho más que seguir reproduciendo unas dinámicas precarizantes que empobrecen y dificultan la vida laboral y personal de la población.

Desde CGT seguimos denunciando la actual situación laboral en la que nos encontramos, y tras conocer los últimos datos y previsiones, entendemos que no hay ninguna excusa y factor externo que impida llevar a cabo dicha reforma más que la falta de voluntad política. Asimismo, abordar temas tan importantes como la reducción de jornada sin reducción de salario y la prohibición de horas extras, tal y como venimos exigiendo desde CGT, serían claves tanto para la creación de empleo, acabando así con el problema del paro estructural que arrastra el Estado español, como para combatir la distribución sexual del trabajo.

El empobrecimiento de la población, la precarización de la clase trabajadora y la ausencia de políticas que favorezcan la distribución de la riqueza y oportunidades, siguen perpetuando una situación económica y sociolaboral tremendamente preocupante. Si bien las cifras son buenas en comparación con los datos de otros finales de agosto, lo cierto es que son sólo datos, lo importante son las vidas y la situación de la clase trabajadora, y lamentablemente en ese aspecto, aún queda mucho que hacer y poco que celebrar.

CONTRA LA PRECARIEDAD LABORAL, NOS VEMOS EN LAS CALLES


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT