El hombre, de 47 años y vecino de Córdoba capital, estaba desencofrando sobre un andamio cuando se soltó uno de los pestillos de seguridad y cayó al vacío siendo el undécimo accidente laboral registrado en la provincia de Córdoba en lo que va de año. El siniestro ocurrió a las 07.10 en las obras del pantano de El Arenoso, en el término municipal de Adamuz. Según fuentes de la investigación, el hombre estaba trabajando en la construcción del aliviadero de agua de parte inferior de la presa. El obrero estaba retirando varios tablones después de haber encofrado una de las paredes de un pozo de cinco metros de profundidad y de diez por diez metros de anchura. Según las mismas fuentes, la víctima "estaba en cuclillas sobre una especie de tablones" que, a su vez, se apoyaban en tubos de andamiaje de 30 milímetros de diámetro. Al parecer, el pestillo de seguridad de uno de los extremos de un tubo cedió y el hombre cayó "de cabeza" al vacío. La violencia del golpe le provocó la muerte casi instantánea. De hecho, los sanitarios del 061 trasladados al lugar en helicóptero intentaron reanimarlo en vano.

El hombre, de 47 años y vecino de Córdoba capital, estaba desencofrando sobre un andamio cuando se soltó uno de los pestillos de seguridad y cayó al vacío siendo el undécimo accidente laboral registrado en la provincia de Córdoba en lo que va de año. El siniestro ocurrió a las 07.10 en las obras del pantano de El Arenoso, en el término municipal de Adamuz. Según fuentes de la investigación, el hombre estaba trabajando en la construcción del aliviadero de agua de parte inferior de la presa. El obrero estaba retirando varios tablones después de haber encofrado una de las paredes de un pozo de cinco metros de profundidad y de diez por diez metros de anchura. Según las mismas fuentes, la víctima «estaba en cuclillas sobre una especie de tablones» que, a su vez, se apoyaban en tubos de andamiaje de 30 milímetros de diámetro. Al parecer, el pestillo de seguridad de uno de los extremos de un tubo cedió y el hombre cayó «de cabeza» al vacío. La violencia del golpe le provocó la muerte casi instantánea. De hecho, los sanitarios del 061 trasladados al lugar en helicóptero intentaron reanimarlo en vano.

Junto a la víctima estaba trabajando otro obrero que pudo evitar la caída al estar apoyado en el extremo del andamio que no cedió. Además, afirmó que llevaba puestos los arneses de seguridad. En cambio, fuentes de la empresa para la que trabajaba el fallecido -THOR, una subcontrata de Dragados, adjudicataria de las obras- indicaron que la víctima también llevaba puesto el arnés, pero que éste «estaba enganchado en el tubo que se descolgó».

El cadáver permaneció en el fondo del pozo -una tubería por la que en el futuro pasará el agua del río Arenoso- unas tres horas y media. Hasta que la juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Montoro no ordenó el levantamiento del cuerpo, los bomberos no pudieron actuar. Unos seis efectivos del parque comarcal de Montoro tardaron unos 15 minutos en rescatar el cadáver.

Por su parte, los sindicatos no pudieron acceder hasta el lugar de trabajo en que se produjo el accidente hasta las 15.00. El responsable de Salud Laboral de CCOO, Juan Muñoz, aseguró que «si bien los andamios estaban homologados y no es previsible que se soltaran los pestillos, hemos comprobado que muchos anclajes estaban vencidos o ladeados». Muñoz manifestó que uno de los obreros «nos ha indicado que en los andamios se trabaja con muchas vibraciones y que ésta es la causa más probable de que se soltara el pestillo». Además, el sindicalista subrayó que «la plataforma de trabajo no era la indicada para esta tarea, ya que aunque está homologada para el apuntalamiento no está indicada para montar encofrados».

CCOO y UGT presentarán una denuncia en la Inspección de Trabajo para esclarecer las circunstancias en las que se ha producido el accidente y si la empresa THOR cumplía la ley de Prevención de Riesgos Laborales. Además, los dos sindicatos organizarán hoy una nueva concentración de protesta ante la Subdelegación del Gobierno.

Éste es el segundo accidente laboral que sufría el obrero que falleció ayer, que también tuvo pequeñas lesiones por una caída en mayo. Además, es el segundo siniestro con resultado de muerte que se registra en esta obra. El primero ocurrió el 10 de agosto de 2005, cuando un trabajador se cayó en una zanja de unos 28 metros de profundidad que él mismo construía. El juez determinó que la causa fue «un exceso de confianza del propio trabajador».


Fuente: Fuente de los datos:Día de Cordoba