Me soprende muchísimo lo poco y en general flojo que están sacando las webs del "canon contrainformativo" (Nodo50, Kaos en la Red, Rebelión, LaHaine, A las Barricadas, Klinamen, Insurgente…) sobre todo lo que está pasando con WikiLeaks por un lado y con la Ley Sinde por otro.

Me soprende muchísimo lo poco y en general flojo que están sacando las
webs del «canon contrainformativo» (Nodo50, Kaos en la Red, Rebelión,
LaHaine, A las Barricadas, Klinamen, Insurgente…) sobre todo lo que está
pasando con WikiLeaks por un lado y con la Ley Sinde por otro.

Especialmente sangrante cuando hablamos de medios nativos de internet, en
teoría especialmente avisados de lo que se mueve en la red, y que de
alguna manera (parece) que quieren minimizar las enormes implicaciones del
proceso de WikiLeaks por un lado y de la aparición de redes «hacktivistas»
por otro, intuyo que porque les ha pillado a contrapié e intentar entender
que es lo que pasa es complejo. La impresión que me llevo es que para
estos medios el «hacktivismo» es indistinguible del «clickactivismo», y
por tanto es activismo «de segunda» o incluso «de tercera».

Si, si, ya se que esto es una visión eurocéntrica, blanca y
heteronormativa de la realidad, se el porcentaje de personas con ADSL en
el mundo y su distribución geográfica, se el porcentaje de personas que
nunca han hecho una llamada de teléfono o no tienen acceso a agua potable,
pero hablo de medios «alternativos» que operan en internet, con las mismas
limitaciones «eurocéntricas», insisto.

Esto recuerda al auge y caída meteorica de los Movimientos de Resistencia
Global – MRG en el estado español, que al principio de su andadura y de su
práctica peculiar de la desobediencia civil fuera de los cánones de la
noviolencia y el MOC tampoco fueron comprendidos por la izquierda clásica
y se parodiaba una y otra vez, desde dentro y fuera de la
«contrainformación», a los «mochileros antiglobi», aunque a la postre se
magnifican «gestas» como la Batalla de Génova (sic).

No hay propuestas desde el «canon contrainformativo» de analizar de manera
autónoma los papeles de WikiLeaks, aunque se critica el filtrado que hacen
los medios (¿que fue del «hágaselo usted mismo» ?), y la aparición del
modelo «Anonymous» genera enormes suspicacias porque surge o es conocido
primero de redes (h)ac(k)tivistas (o como se quieran caracterizar) en las
que la «contrainformación» en general tiene poca presencia, por ejemplo la
agotada escena de «hackmeetings».

Todo esto me hace pensar que el modelo del «canon contrainformativo»
empieza a estar obsoleto del todo : si medios nacidos y que operan en
internet apenas saben explicar ni desmarcarse del discurso oficial (más
allá de las clásicas y habituales conspiranoias) sobre lo que pasa en la
red, entonces tenemos un problema, y gordo.

Anonymous