santiago de chile. El alemán Paul Schaefer, líder de la Colonia Dignidad, prófugo de la Justicia chilena desde 1996 y y acusado de abusos a menores y violaciones a los derechos humanos, retornó a Chile la madrugada de ayer en un avión militar que lo trasladó desde Argentina.

santiago de chile. El alemán Paul Schaefer, líder de la Colonia Dignidad, prófugo de la Justicia chilena desde 1996 y y acusado de abusos a menores y violaciones a los derechos humanos, retornó a Chile la madrugada de ayer en un avión militar que lo trasladó desde Argentina.

Schaefer, de 83 años, que fue capturado este jueves en Buenos Aires, fue expulsado de Argentina por disposición del Gobierno, que atendió de esta manera una petición del Ejecutivo chileno planteada directamente por el presidente, Ricardo Lagos.

El acusado llegó de madrugada al aeropuerto de Santiago en un avión de la Fuerza Aérea chilena y en medio de severas medidas de seguridad. Otro vehículo similar emprendió desde el aeropuerto un rumbo desconocido, en lo que aparentemente fue una operación de distracción para evitar que la primera ambulancia fuera seguida por los periodistas y fotógrafos que cubrían la información.

Desde el terminal aéreo y en un amplio operativo, el hombre más buscado en este país desde hacía ocho años fue conducido en una ambulancia hacia la zona sureste de Santiago e internado en la clínica de la Policía de Investigaciones, donde permanecía aislado y consciente.

La Policía chilena informó que el acusado comparecerá ante los tribunales para dar así comienzo al proceso en que deberá responder de cargos de violación sexual de 22 menores y por la desaparición de un opositor durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El ministro del Interior, José Miguel Insulza, agradeció al Gobierno argentino que hubiera aplicado a Shaefer la expulsión administrativa, lo que evitó un largo proceso de extradición.

Schaefer fue detenido por una orden de captura internacional emitida por el juez chileno Joaquín Billard en el marco del proceso por la desaparición, en 1974, de Álvaro Vallejos Villagrán, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Vallejos Villagrán fue detenido el 20 de mayo de ese año y fue visto por última vez en la colonia alemana Dignidad, un misterioso enclave situado en una zona montañosa de Chile que Schaefer fundó en 1961 junto a otros alemanes.

Contra Paul Schaefer pesa además una orden de detención de la Justicia alemana, también por cargos de pederastia, desde la década de los 60.

El proceso por los abusos sexuales en Chile está a cargo del juez Hernán González, del Tribunal de Apelaciones de Talca, a 260 kilómetros de Santiago, quien horas antes de que Schaefer fuera expulsado desde Argentina dictó un auto de procesamiento y una orden de captura en su contra.

«Hemos cumplido con nuestro objetivo y fue una decisión responsable», explicó el ministro del Interior argentino, Aníbal Fernández, ante la prensa.

Las especulaciones sobre la expulsión de Schaefer de Argentina se manejaban desde la tarde del sábado, cuando un avión de la Fuerza Aérea chilena (un jet 351 perteneciente al grupo 9) llegó al aeropuerto porteño.

Tras permanecer ayer en un recinto policial del barrio de Ñuñoa, en la capital chilena, Schaefer será puesto hoy lunes a disposición del juez Joaquín Billard, que impartió la orden internacional de captura.