El pasado dia 25 de enero el local de la CNT de Compostela apareció con diversos impactos en las cristaleras, producidos por un objeto contundente, probablemente una barra de hierro. El cristal no llegó a ceder debido al material de que está hecho, pero la cantidad evidencia la violencia del ataque.

El pasado dia 25 de enero el local de la CNT de Compostela apareció con
diversos impactos en las cristaleras, producidos por un objeto
contundente, probablemente una barra de hierro. El cristal no llegó a
ceder debido al material de que está hecho, pero la cantidad evidencia la
violencia del ataque.

Después de preguntar a los vecinos del barrio, sabemos que el ataque tuvo
lugar entre las dos y las tres de la madrugada. No es la primera vez que
la CNT-Compostela recibe ataques en su sede, ya que en la sede anterior en
dos años fue reventada la puerta de entrada hasta tres veces y en este
último año y medio varios compañeros han recibido amenazas físicas y
psíquicas, y además la sede actual de la CNT habí­a recibido amenazas en
diferentes ocasiones de reventarnos el local.

Deben saber las «personas» que realizaron esta «valiente acción
revolucionaria» que acaban de atacar a la organización anarcosindical CNT,
a toda la organización, y no sólo a la Federación Local de Compostela.
Deben saber esas individuos que actuaron de forma tan rui­n y cobarde, que
enmarcamos este ataque en el proceso de acoso y derribo que la reacción de
variado pelaje tiene desencadenado contra la CNT, y no sólo en Compostela
sino en otros lugares del estado.

Deben saber estos «elementos revolucionarios» que tienen muy difí­cil
callar a la Confederación, que tienen complicado el meternos miedo, que
acabaremos por averiguar quienes son y dónde están y pagarán por haber
atacado la sede compostelana de nuestra organización.

Para la CNT-Compostela este ataque a nuestra sede es un «ataque fascista»
y cobarde. No rompen las cristaleras de los empresarios, de las sedes de
los partidos, de la patronal, de los bancos o de los propios organismos
del estado.

Se ataca el local de un sindicato que no recibe subvenciones, que no tiene
liberados, que funciona en base a las cuotas de sus afiliados y afiliadas.
Se ataca a los trabajadores y trabajadoras organizados, y usando términos
jurídicos, con «premeditación, nocturnidad y alevosí­a».

Estas agresiones no van a quedar sin responder, por algo somos anarco y
sindicalistas.


Fuente: CNT Compostela