Como era de suponerse, los sutiles métodos de expulsión de inmigrantes se han embrutecido y obviado al punto de ser una descarada patada, y expulsar de inmediato y directamente a la gente no deseada, en este caso los gitanos residentes en campamentos en las afueras de París.

Como era de suponerse, los sutiles métodos de expulsión de inmigrantes se han embrutecido y obviado al punto de ser una descarada patada, y expulsar de inmediato y directamente a la gente no deseada, en este caso los gitanos residentes en campamentos en las afueras de París.

El gobierno de Nicolas Sarcozy se las ha apañado para expulsar a ciudadanos europeos de su territorio, usando los entresijos de la ley y aplicando una dudosa interpretación del derecho de libre tránsito de los ciudadanos europeos por los países pertenecientes a la UE, y ha logrado expulsar a casi mil personas de nacionalidad rumana en tan sólo un par de semanas.

Las limpiezas étnicas siempre atraen votos, distraen de los verdaderos problemas y encauzan los odios, esto está más que demostrado. Diversas instituciones oficiales que velan por los derechos humanos han condenado al gobierno francés, además de pedirle explicaciones. Pero el lío burocrático como siempre permitirá que se salgan con la suya.

Las expulsiones a patadas tienen muchos matices y variantes, por ejemplo, hay países que expulsan a sus propios ciudadanos impidiéndoles el acceso a la educación, a la formación o a una aceptable calidad de vida. También los hay, que llevan viviendo revoluciones de cien años y que expulsan a su población rural al país vecino. O los que expulsan sin ton ni son, lo más lejos que se puede, para que así, los que intenten regresar tarden un poco más en hacerlo.

Pero hay otros con métodos más eficientes y definitivos, si entras no te pateo, mejor te mato, de esta manera es uno menos y sirve de ejemplo.

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Publicado por Augusto Metztli para Todo lo demás que no ves el 9/02/2010