Uno de las mentiras más generalizadas es la que sostiene que el Banco de España ha desempeñado con brillantez y eficacia su labor de control y supervisión bancarios. O incluso que su sistema financiero ha soportado en mejor medida los impactos de la crisis gracias al celo especial que ha tenido a la hora de vigilar a los bancos.

No se nos
ocurre nada más falaz. Claro que esta creencia, promovida por los
medios afines a la gran banca y la patronal que financian catecismos
neoliberales, como FEDEA (Fundación de Estudios de Economía
Aplicada), causa estupor cuando no risa fuera de nuestras fronteras.

No se nos
ocurre nada más falaz. Claro que esta creencia, promovida por los
medios afines a la gran banca y la patronal que financian catecismos
neoliberales, como FEDEA (Fundación de Estudios de Economía
Aplicada), causa estupor cuando no risa fuera de nuestras fronteras.

El 26 de mayo de 2006 a
las 13:03 horas, al final del mandato de Jaime Caruana como
gobernador, la asociación de inspectores del Banco de España envió
una «nota informativa» al Ministro de Economía alertando
de la pasividad de los órganos rectores del banco central ante el
«insostenible crecimiento del crédito bancario en España
durante los años de mandato del señor Caruana
«,
relacionando la misma con el estallido de la burbuja del ladrillo que
estallaría algunos meses después. La mayor causa de la crisis
financiera y económica se debe precisamente al comportamiento
especulativo de la banca. El supuesto “milagro de crecimiento
económico” español fue la enorme inversión bancaria en el sector
inmobiliario, creándose el complejo banca-sector
inmobiliario-industria de la construcción, que fue el motor de tal
supuesto milagro. Como consecuencia de ello, el sector construcción
llegó a representar el 12% del PIB, más del doble de lo que tal
sector representaba en Gran Bretaña o Francia. El milagro se basó
en mano de obra –la mayoría inmigrante- de escasa cualificación y
bajos salarios. Los precios de la vivienda, sin embargo, alcanzaron
niveles exuberantes, que no guardaban ninguna relación ni con los
costes reales de producción ni con la capacidad adquisitiva de la
mayoría de la población.

El ratio precio de la
vivienda sobre el salario medio de España era casi el triple del
promedio existente en la UE-15
. De ahí el enorme endeudamiento
de la población. Este desfase entre el precio real de la vivienda
(coste de producción más beneficios razonables) y el precio actual
(que dio pie a unos exuberantes beneficios bancarios sin
precedentes), era resultado de una especulación sin frenos que
podría haber sido detectada fácilmente por el Banco de España, si
éste hubiera tenido la voluntad política que no tuvo. Es decir, si
hubiera supervisado al sistema financiero español tal como era su
responsabilidad. No lo hizo, y debieran exigírsele responsabilidades
por ello, nombrando una Comisión en las Cortes Españolas (tal como
ha hecho el Parlamento islandés) que averiguara la causa de este
enorme fallo.

Llegamos a la gestión
del actual gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Prosiguió
con la labor cómplice que había perpetrado su antecesor, desertando
de sus funciones de control mientras la banca se forraba, la burbuja
inmobiliaria crecía y la población española se endeudaba. Y así
hoy nos encontramos con que sólo el 13% de la deuda existente en
España es pública (con el 35% de ingresos sobre PIB) y el 87% es
privada (65% de ingresos sobre PIB). El problema de la deuda en
España es la deuda privada, no la pública (pese a los ataques de
los especuladores).

Cuando España entra en
recesión, el filántropo Fernández Ordóñez, el mismo que había
incumplido su función supervisora, se auto otorga la tarea de dictar
la política económica al Gobierno. Labor que en absoluto le
corresponde. ¿Y cuál es esa política? Pues la que le dictan la
Banca y la gran patronal. A saber: los sindicatos y la “rigidez”
del mercado laboral son los culpables del paro. Los salarios deben
sufrir ajustes (el suyo no, total son 240.000 modestos euros/año).
Hay que reducir el “excesivo” gasto público: bienvenidos
recortes en sanidad, educación… Los problemas del sistema
financiero están causados por las Cajas de Ahorros: las privatiza
con fondos públicos y malas artes, dejando el botín a merced del
idem. ¡Ah!, y exculpa a los bancos de toda responsabilidad. Y dos
perlas más: “debemos concentrarnos en aliviar las
preocupaciones de los mercados
”.

¡Qué dulzura! Claro, no
se va a concentrar el gobierno y el Parlamento en aliviar las
preocupaciones de los trabajadores y trabajadoras en paro, de los
jóvenes que no van a tener en empleo, de los pensionistas o de los
miles de pequeños y medianos empresarios o de autónomos que se
arruinan porque el Banco de España es incapaz de conseguir lo que es
su obligación, que se restaure el flujo de financiación que
necesitan y que los bancos dejen de estafar a sus clientes y de
especular destruyendo riqueza productiva. Tenemos que aliviar a los
mercados, o sea, a los banqueros e inversores que ganan miles de
millones de euros especulando contra nosotros y llevándose sus
beneficios a paraísos fiscales. Y además nos señala sin tapujos,
no vayamos a equivocarnos, a quién echar la culpa y a quién no:
Culpar de esto a la maldad o avaricia de los mercados sería
una pérdida de tiempo
”, nos dice el bueno del gobernador.

No nos aclara por qué
dejó que los bancos cometieran miles de fraudes y engaños
”colocando” a sus clientes swaps, clips y otros
productos muy arriesgados como si fueran seguros. Hay que determinar
por qué sus directivos desoyeron las advertencias de sus técnicos y
dejaron que se deteriorase tanto la situación crediticia, por qué
ayudaron a que la banca hiciera el gran negocio sabiendo que se
estaba creando el desequilibrio que ahora dice el gobernador que es
nuestro principal problema económico. Hay que descubrir por qué
unos altos funcionarios que se supone que están al servicio de los
intereses públicos son retribuidos tan generosamente por el capital
privado cuando terminan su mandato público. Hay que exigir que el
Parlamento investigue todo esto y concretamente lo que ha ocurrido
con la deuda actual, cuál ha sido el papel de los bancos españoles
en su generación y encarecimiento y por qué el Banco de España, en
lugar de tomar medidas para que la economía nacional quedara a salvo
de los mercados, es decir, de los bancos especuladores, nos dice que
lo que hay que hacer es aliviar sus preocupaciones, esto es, procurar
que tengan mejores condiciones todavía para seguir arruinando
nuestra economía. Por qué aún no ha exigido a los bancos que
revelen sus riesgos inmobiliarios. Por qué les permite
contabilidades “creativas” que enmascaran su verdadera situación
patrimonial. Por qué permite a los bancos que sigan haciendo negocio
con los pisos embargados, imposibilitando así que el precio de la
vivienda descienda al nivel en que lo ha hecho en EE. UU. (40%),
perjudicando la reactivación del sector construcción…

Y, sobre todo, hay que
luchar para que todas esas conductas se declaren cuanto antes
crímenes económicos y sean perseguidas penalmente con la máxima
dureza.

CGT Ibercaja


Fuente: CGT Ibercaja