La sentencia dictada por el Juzgado de Lo Social número Siete de Valencia declara improcedente el despido del representante sindical Juanjo Ripoll y da la opción al trabajador de reincorporarse a su puesto de trabajo. Para la Confederació General del Treball este fallo judicial deja en evidencia el montaje urdido por la empresa con el fin de deshacerse de un sindicalista combativo

La sentencia dictada por el Juzgado de Lo Social número Siete de Valencia declara improcedente el despido del representante sindical Juanjo Ripoll y da la opción al trabajador de reincorporarse a su puesto de trabajo. Para la Confederació General del Treball este fallo judicial deja en evidencia el montaje urdido por la empresa con el fin de deshacerse de un sindicalista combativo

El texto judicial es muy claro : la empresa demandada no ha acreditado “los hechos objeto de la carta de despido, es decir, que el demandante hubiera facilitado a un trabajador despedido su tarjeta para que pudiera entrar en el centro de trabajo”. Un auténtico varapalo para la Dirección de una fábrica que decidió despedir fulminantemente a Juanjo Ripoll, secretario de Acción Sindical de CGT-Camp de Morvedre i Alt Palància y delegado de CGT en el comité de empresa de Baux, mediante la burda mentira referida.

Tal y como ha quedado acreditado, la empresa justifica el despido de Ripoll, notificado el pasado 30 de julio, por un suceso acaecido el 27 de abril, suceso además del que no sólo es incapaz de demostrar su veracidad sino que, además, alega excusas poco creíbles para no aportar la que sería la prueba incontestable : la grabación en vídeo de los tornos de entrada a la fábrica.

Asimismo, la empresa se apoya en el juicio sobre testigos que el juez considera parciales o insuficientes. Es más, la única prueba documental en la que basa la empresa el despido, la lista de fichajes de los tornos de entrada “no deja de ser un documento de parte, no verificado por pericial alguna, por más que se haya entregado a un notario pasados ya casi tres meses desde el día de los hechos aducidos en la carta de despido”.

De esta forma, el fallo declara improcedente el despido de Ripoll y condena a Baux a su readmisión o bien al abono de una indemnización, además de los debidos salarios de tramitación. Dado que el demandante tiene la opción de escoger, regresará mañana jueves al puesto de trabajo del que jamás debiera haber sido expulsado.

Juanjo Ripoll ha señalado por su parte que “se ha hecho justicia” y afirma sentirse satisfecho porque la sentencia refleja “justo lo que el sindicato ha defendido todos estos meses : que todo lo que decían era mentira”. Además, Ripoll ha querido dejar patente su agradecimiento por el apoyo recibido de amigos y compañeros del sindicato. Y es que CGT ha llevado a cabo una campaña de solidaridad por la readmisión de Juanjo, en el marco de la cual se han celebrado varias concentraciones de apoyo, una de ellas el día del juicio, y una marcha reivindicativa por las calles de Segorbe.

Finalmente, CGT aplaude el sentido de la sentencia y espera que suponga una limitación a actuaciones empresariales indeseables que aprovechan la coyuntura y su posición de poder para despedir trabajadores a su antojo.

Libertad Montesinos

Gabinete de Prensa CGT-PV


Fuente: CGT-PV