Es algo verdaderamente ilusorio para quien ocupa la Casa Blanca hoy día el pensar que el puesto implique ser presidente, el líder, de todos los norteamericanos. En jerigonza política, quizás; en la realidad, ni por lo más remoto... dado que somos una sociedad prototípica dividida entre ricos y pobres. Y hasta ahora en su presidencia Barack Obama habla y actúa sin la mínima idea de este hecho irrefutable.

Aunque la línea divisoria socioeconómica entre ricos y pobres es la norma en casi todos los países, la forma en que los norteamericanos ven esta circunstancia es muy diferente de cómo la ven en el resto del mundo. Cuando los pobres en EEUU se ven en el espejo, una vasta mayoría todavía siguen viéndose ricos o casi ricos; hasta ese punto hemos llegado.

Aunque la línea divisoria socioeconómica entre ricos y pobres es la norma en casi todos los países, la forma en que los norteamericanos ven esta circunstancia es muy diferente de cómo la ven en el resto del mundo. Cuando los pobres en EEUU se ven en el espejo, una vasta mayoría todavía siguen viéndose ricos o casi ricos; hasta ese punto hemos llegado. Quizás esto tenga que ver con el dominio económico que EEUU ejerció en un tiempo, viviendo en el recuerdo de pasada gloria, además de un sentido irreal de nacionalismo, fomentado por políticos de los dos “bandos” como ese duende exclusivo nuestro, el excepcionalismo.

La mayoría abrumante de “impotentes” está cometiendo un error al permitir el que Obama negocie en su nombre como saldar la deuda nacional. Obama es listo y se expresa bien, y hasta es posible que tenga buenas intenciones, pero es masilla en las manos de las clases dirigentes, bien sean magnates empresariales, generales del Pentágono, o políticos conservadores como el Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. De hecho, las negociaciones entre Obama y Boehner llegaron a tal punto de ridiculez, con Obama capitulando a una Derecha agresiva, que los progresistas tuvieron que mandar emisarios a Obama y poner fin a tal masoquismo político por un Obama sin la menor idea de su dadivosidad con las migajas del pobre. Y ahí fue donde Boehner se dio de alta en las negociaciones.

Aunque a otros en el mundo les parezca extraño que un gobierno que tiene no solo el poder ejecutivo sino también mayoría en el senado se vea intimidado por un partido que representa una minoría, claro que una minoría que dispone de gran riqueza y poder. Y todo termina siendo cuestión de números, que tan pequeña es esa minoría. Y aquí es donde volvemos a ese espejo donde los norteamericanos se ven. Tanto el seudo-excepcionalismo como el fundamentalismo religioso (cristiano) han tenido un papel regresivo en la evolución social y política del norteamericano, convirtiéndole de Homo sapiens a Homo incautus.

Casi todo lo que se puso sobre la mesa en estas negociaciones tenia que ver con gastos sociales, de bienestar popular, y no militares, virtualmente sin reajustes a un sistema de impuestos obsceno que no solamente es injusto sino inefectivo. Y como siempre, al pobre se le engaña con lemas que no son solamente míticos sino simples mentiras, como el de “al rico no se le debe cobrar impuestos por ser el creador de puestos de trabajo”.

Para un comentarista en materia sociopolítica y económica, es satisfactorio el recibir un eco modificado de los lectores bien sea mediante informes [con citas apropiadas], sugerencias y hasta contribuciones literarias; material que de vez en cuando sirve para respaldar futuros artículos.

Una tal contribución me vino hace un par de días de un candidato al doctorado en Economía de la Universidad de Washington (Seattle) – quien ha sido un constante seguidor de mi criticismo a la política de Tararí y Tarará que tiene EEUU en sus dos partidos – es una poesía que compuso hace dos semanas sobre las negociaciones en Washington al limite de la deuda nacional y la reducción o saldo de esa deuda; poesía basada en esa canción de cuna inglesa del siglo XVIII (Tararí y Tarará). El resumen de estos ocho versos, de acuerdo con el estudiante, representa lo que está ocurriendo, y que nada se resolverá que tenga un impacto mas allá de esa fecha tope de 2 de agosto cuando se aumentaría (o aumentará) esa cifra tope de 14,3 billones de dólares con otros 2 o 3 billones mas. Y es posible que esa fecha solo se cumpla por acción unilateral del presidente sin consentimiento del Congreso; tal autoridad constitucional, o falta de ella, no cabe duda terminaría en los tribunales.

Republicanos y Demócratas

Decidieron acusarse de corrupción;

Porque los Republicanos, dicen los Demócratas

Habían arruinado a esta gran nación.

Entonces la realidad dio paso a la verdad,

Farfullada por el capitalismo granuja;

Lo cual asustó tanto a la comunidad,

Que ambos decidieron crear otra burbuja.

Los norteamericanos han recibido tal lavado de cerebros por este sistema bipartito de Tararí y Tarará que han perdido cualquier noción de lo que puede ser beneficial para el pueblo, todo el pueblo. Insisten que el arreglo es primordial no importa si te enfrentas a los poderosos – los promotores de guerra, los que tienen la riqueza, o los sueña-imperio que se apoderan de tus derechos. Arreglo no importa sea entre el bien y el mal, o entre los poderosos y los impotentes.

Esta actitud de compromiso, de encontrar consenso en el centro, tiene un gran inconveniente. Los conservadores, que poseen mas del 80 por ciento de la riqueza en el país, nunca ponen en riesgo lo que estiman ser de ellos, escogiendo con cuidado lo que se va a negociar… que en casos críticos como la reducción de deuda cubre tres áreas que son la única hucha de 8 de 10 ciudadanos: su puesto de trabajo, cuidado de su salud, y su pensión.

Tristemente, a Barack Obama le encanta la idea de ser presidente de toda la gente, y eso le hace un líder flojo e inefectivo para ese 80 por ciento de ciudadanos pobres o con tendencia a ser pobres en pocos años.

Por cierto, mi amigo el estudiante no me comunicó cual va a ser la próxima burbuja.

© 2011 Ben Tanosborn – www.tanosborn.com