El consejero apuesta por un sistema de seguridad que dé miedo, para aumentar los número de agentes antidisturbios, para revisar el derecho a reunión y para restringir derechos a los condenados por disturbios en su ofensiva contra los "grupos de violencia callejera".

El consejero de Interior, Felip Puig, quiere incrementar la represión hacia lo que él llama «grupos de violencia callejera» hasta límites desconocidos desde hace décadas. En una rueda de prensa celebrada este mart

El consejero de Interior, Felip Puig, quiere incrementar la represión hacia lo que él llama «grupos de violencia callejera» hasta límites desconocidos desde hace décadas. En una rueda de prensa celebrada este martes al mediodía, Puig ha anunciado la batería de medidas que prepara la Generalitat tras los enfrentamientos que se produjeron durante la huelga general del 29-M y que acabaron con 79 detenidos y decenas de personas heridas, una de las cuales perderá un ojo por el impacto de una pelota de goma, mientras que dos más fueron operadas de urgencia con el bazo reventado.

Interior se personará en las causas abiertas a los detenidos el 29-M y pretende abrir expedientes sancionadores a los promotores de la manifestación de los sindicatos CGT y CNT que desde los Jardinets de Gràcia se dirigió a plaza Catalunya recorriendo la calle Pau Claris de Barcelona. En cuanto a las futuras medidas, Puig quiere que se restrinjan derechos a los condenados por delitos de disturbios y alteración del orden público, defensa que se hagan identificaciones preventivas; se dotará de más recursos la unidad central de información en orden público ; se aumentará en 100 efectivos los miembros de la Brigada Móvil (BRIMO) de los antidisturbios de los Mossos.

Además, también se incrementará la videovigilancia en espacios públicos que puedan ser objeto de concentración y se creará una web en la que se pretende que la ciudadanía colabore para identificar a personas que hayan cometido este tipo de delitos. El Gobierno catalán también defiende la creación de un fiscal especializado en la violencia urbana que asuma estos casos. A todo esto hay que sumar el endurecimiento del código penal que prepara el Ministerio del Interior, una decisión que ha sido aplaudida por Felip Puig.

Durante la intervención el consejero ha soltado algunas perlas más propias de un dirigente de un régimen totalitario que de un supuesto estado de derecho. «Nuestro sistema de seguridad es bastante disuasorio. No da miedo «, expuso Puig para justificar el endurecimiento de las medidas. Asimismo, planteó la revisión de la ley orgánica 1/1983, que regula el derecho a reunión, y la 1/1992, para evitar en este caso que los ciudadanos vayan con la cara tapada en las manifestaciones. Aparte de querer cargarse el actual derecho a reunión, un derecho democrático básico, Puig ha atacado las personas que pían a través de Twitter y advirtió que serán «objeto de análisis aquellos twitteros que informen sobre intencionalidades delitos o informen de la actuación policial «.

Artículo publicado en la web del semanario El Triangle

http://www.eltriangle.eu/cat/notices/2012/04/benvinguts_a_la_dictadura_policial_de_felip_puig_29293.php