Artículo de opinión de Caravanistas Cegeteras.

Por tercer año consecutivo CGT participa de forma activa en la caravana Abriendo Fronteras. En el año 2015 nace la iniciativa de visibilizar el horror que se estaba viviendo en Grecia con el mal llamado drama de los refugiados por medio de una caravana feminista que atravesó Europa pidiendo que se abrieran las fronteras y pasajes seguros para quienes se estaban ahogando en el Mediterráneo.

Por tercer año consecutivo CGT participa de forma activa en la caravana Abriendo Fronteras. En el año 2015 nace la iniciativa de visibilizar el horror que se estaba viviendo en Grecia con el mal llamado drama de los refugiados por medio de una caravana feminista que atravesó Europa pidiendo que se abrieran las fronteras y pasajes seguros para quienes se estaban ahogando en el Mediterráneo. El viaje del año pasado fue a nuestras propias fronteras en Melilla, uno de los puntos de la frontera sur del estado español donde se ponen en evidencia las políticas (pioneras) de control de personas migrantes y los pactos con países exteriores (en este caso Marruecos). Este año la Caravana ha apostado por viajar a Italia donde se ha multiplicado la peligrosidad para acceder a su territorio tras los acuerdos de externalización y militarización de las fronteras. En un momento en que su actual gobierno ha apostado por una política migratoria abiertamente xenófoba.

La Caravana pretende crear redes de solidad internacional, denunciar la Europa fortaleza y la vulneración de derechos humanos que genera grandes desigualdades y sufrimientos a quienes se ven obligados a huir de sus países; precisamente por las políticas neocoloniales europeas que junto con las de EEUU son responsables directas del tráfico de armas, de las guerras en la zona del Próximo i Medio Oriente y de la expoliación de sus recursos naturales.

La misma Europa que cada vez se blinda más, construye nuevos muros y devuelve en caliente a quienes llegan a nuestros territorios, es en la que luego se presume de ciudades de acogida y deja en manos de organizaciones y colectivos la solidaridad hacia quienes llegan a nuestros países.

Estas políticas deshumanizadoras recaen doblemente en las mujeres, quienes además sufren abusos sexuales, explotación laboral y son sometidas a trata de blancas, por no hablar de la carga de embarazos y cuidado de menores, a través de los que se les chantajea.

Ante esta situación, en torno a 300 activistas de todo el territorio del estado español, entre quienes nos encontrábamos alrededor de 20 militantes de CGT, nos hemos embarcado en una caravana feminista hacia Italia, más un grupo de 20 personas que a pesar de sus dificultades económicas y laborales han participado en la caravana exprés del fin de semana.

Iniciamos el recorrido en Salt ciudad dormitorio de Girona con un 37% de migración que no puede elegir a sus representantes y sufren políticas xenófobas desde el ayuntamiento.

Nuestra primera parada fue en la frontera franco italiana de Ventimiglia donde la cerrazón de los gobiernos de ambos países causa muertes en sus fronteras. Allí vivimos una emocionante y multitudinaria manifestación que atravesó toda la ciudad haciéndonos oír hasta en su último rincón, denunciando las políticas de la Europa fortaleza.

Tras tomar el ferry hasta Sicilia llegamos al puerto de Palermo, en el que nos encontramos con una caluroso y afectuoso recibimiento por parte de numerosas organizaciones (entre las que se encontraban en una etapa de su propio viaje los compañeros y compañeras de la Flotilla a Gaza) que nos acompañaron al centro de la ciudad. Allí fuimos recibidas por su alcalde, que tras enfrentarse a la mafia en los 80 ha vuelto a ser protagonista de políticas migratorias valientes y defensoras de los derechos humanos que le han llevado a declarar a Palermo puerto abierto y afirmar con orgullo que en su ciudad no hay migrantes porque “todo el que vive en Palermo es palermitano”

También tuvimos ocasión de conocer el proyecto de muerte digna creado por varias organizaciones que nos llevaron a visitar el cementerio de Rotoli donde dan sepultura a las personas migrantes que “mueren antes de haber vivido” y que denuncian que un sistema que lo permite no nos sirve.

Seguimos a Catania, allí nuevamente fuimos acogidos por los colectivos de la ciudad. Y pudimos visitar el mayor centro de internamiento de inmigrantes de Europa: el CARA de Mineo, donde pudimos comprobar en primera persona las duras condiciones en que han de permanecer sin futuro ni posibilidades de encontrar una salida a su situación. Fue un acto lleno de emociones, indignación, rabia e impotencia tanto para caravanistas como para quienes allí dejamos con el compromiso de luchar para derrocar estos centros.

Nos manifestamos también en la localidad de Niscemi, que tiene una base militar norteamericana situada en una reserva natural, pionera en redes de comunicación por satélite para el control militar de la OTAN del Mediterráneo, llamada sistema MUOS, cuyas ondas electromagnéticas están provocando enfermedades y muerte por las radiaciones, sin mencionar las producidas por los drones que desde allí se controlan. La instalación de la estación MUOS en Niscemi provocó des de su inicio un importante movimiento popular de protesta, con movilizaciones y acciones directas contra la base militar.

Como despedida de Sicilia acudimos al Centro de Acogida Caliente de Pozzalo, donde pedimos de manera simultánea con activistas en el puerto de Catania “abrir fronteras” continuando con una manifestación por toda la ciudad hasta llegar al edificio del FRONTEX, que gestiona las deportaciones masivas de las personas en tránsito.

Palermo y Catania nos dieron también la oportunidad de contactar con colectivos libertarios con los que compartimos información y contactos para el futuro.

La última etapa nos llevó a conocer políticas migratorias muy diferentes en el pueblo de Riace, Calabria, pueblo recuperado gracias a la acogida de personas que han ido recalando en sus costas desde hace 24 años huyendo de sus propias situaciones de emergencia; pero esta increíble experiencia se ve amenazada al no haber encontrado el modo de subsistencia autónoma al margen de las ayudas de la Unión Europea, que ahora están siendo sustancialmente recortadas.

Este viaje nos ha permitido convivir y compartir de una forma muy diferente entre compañeras militantes de diversas procedencias y territorios, creando redes siempre bienvenidas entre el libertarismo, además de hacer posible, como organización, contactar con colectivos del estado español distintos a los habituales, generando, además espacios de convivencia y cohesión que invitan a seguir trabajando en esta dirección.

Así mismo hemos tenido la oportunidad de contactar con el movimiento social italiano, y conocer in situ la situación migratoria en Italia, consiguiendo en aquellas ciudades por donde pasábamos el objetivo de hacernos eco de la grave situación que padecen las personas en busca de refugio, con un importante impacto en medios de comunicación a nivel local, pero también internacional.

En este sentido quienes viajábamos como militantes de CGT, hemos tratado de introducir nuestra perspectiva, dando nuestra visión sobre conciencia de clase, autogestión y autonomía, asamblearismo, apoyo mutuo, internacionalismo y solidaridad siempre que hemos tenido oportunidad.

Pero siempre hay cosas a mejorar, y en este sentido se ha constatado que, a pesar del enfoque feminista inicial, su desarrollo durante la caravana ha tenido muchas carencias, afortunadamente, el esfuerzo de nuestras compañeras ha conseguido el compromiso de retomarlo y tenerlo mucho más presente en adelante.

Esta experiencia nos ha permitido reflexionar, debatir y pensar entre los compañeros y las compañeras de CGT sobre el valor e interés de la iniciativa, llegando a la conclusión de que la implicación de una organización anarcosindicalista como es la CGT ha de ser sin duda incondicional ante una de las situaciones más dramática de vulneración de derechos humanos en estos momentos, consecuencia de las políticas neoliberales y xenófobas de la Unión Europea.

También vimos importante tejer redes efectivas de contactos con organizaciones y colectivos libertarias a lo largo del recorrido, y en ello trabajamos durante toda la caravana.

Por último, consideramos imprescindible seguir trabajando como CGT en la consecución de los objetivos de la propia caravana abriendo fronteras: denunciar las vulneraciones de derechos humanos que generan las políticas migratorias y de cierres de fronteras, tejer redes de solidaridad y apoyo entre personas y colectivos de todo el territorio estatal y europeo, y exigir las vías seguras en los desplazamientos de las personas que huyen, y que también es tarea de cada una de nosotras difundir y concienciar dentro de nuestros territorios y sindicatos, tarea a la que nos hemos puesto desde el primer momento, y por la cual seguiremos trabajando.

ABRIENDO MENTES, ABRIENDO FRONTERAS

MUGAK ZABALDU

ENSSORREM FRONTERES

DERRIBANDO FRONTERAS

Caravanistas Cegeteras


Fuente: Caravanistas Cegeteras