Por parte de la sección sindical de Atenas de la organización ESE (Elefteriaki Sindikalistiki Enosi - Unión Sindicalista Libertaria) nos dirigimos al Gobierno de España a través de su Embajada para comunicarle la situación en la que se encuentra un compañero de la Confederación General del Trabajo (CGT) de España a raíz de unos hechos ocurridos hace ya casi ocho años.

Por parte de la sección sindical de Atenas de la organización ESE (Elefteriaki Sindikalistiki Enosi – Unión Sindicalista Libertaria) nos dirigimos al Gobierno de España a través de su Embajada para comunicarle la situación en la que se encuentra un compañero de la Confederación General del Trabajo (CGT) de España a raíz de unos hechos ocurridos hace ya casi ocho años.

Los hechos tuvieron lugar el 4 de enero de 2000. La CGT convocó una huelga contra el despido de varios cientos de trabajadores de una empresa de contrata de Airtel (hoy Vodafone) en su centro de trabajo situado en la localidad de Alcobendas. El día de la huelga, como es habitual en estos casos, la CGT realizó una concentración legal a las puertas de la empresa para informar a los trabajadores sobre los despidos. La mañana del citado día transcurrió con absoluta normalidad, la huelga fue realizada por la mayoría de la plantilla y los trabajadores que no quisieron hacer huelga entraron libremente.

A mediodía se realizaron turnos para ir a comer. Cuando el compañero Luis Marcos Rivera volvía de comer con otros compañeros se encontró con varios policías que perseguían a otras personas distintas a él. Luis tiene algunas limitaciones físicas (cojea y no ve de un ojo) y éstas le impidieron reaccionar a tiempo. La acción policial lo sorprendió y fue derribado, golpeado y detenido, pero la verdadera sorpresa para él y para toda la CGT viene cuando se le acusa de golpear y causar lesiones a dos policías. Por estos hechos el fiscal le pide una condena de 7 años, en un juicio que se celebrará los días 6, 7 y 8 de noviembre.

Queremos manifestar que este asunto nos parece totalmente injusto. Lo único que ocurrió con Luis fue que se le detuvo y se le golpeó, tanto antes como después de detenerle, por lo que la posibilidad real de entrar en prisión, si el juez así lo considera, nos parece contraria a todos los principios de justicia, teniendo en cuenta además que Luis se enfrenta a una acusación verbal y sin pruebas.

Toda esta situación resulta bastante extraña, ya que el compañero Luis interpuso una denuncia contra los policías que le golpearon y finalmente lo que se ha logrado es sentarles en el banquillo de los acusados.

Por todo lo expuesto, solicitamos que se garantice la no condena de un inocente contra el que no hay ninguna prueba, sólo por el hecho de reivindicar los intereses de los trabajadores.


Fuente: Eleftheriaki Sindikalistiki Enosi de Atenas