La CGT considera que la implantación masiva de los parques eólicos por las sierras valencianas, junto con las líneas eléctricas de evacuación y otras infraestructuras asociadas, aumenta el riesgo de incendio y, a la vez, disminuyen la efectividad de los medios de extinción, sobre todo de los medios aéreos, como se comprobó el pasado día 13 de abril en el incendio de Barracas (Alto Palancia) provocado por un aerogenerador.

El sindicato considera que en una situación de cambio climático, no está bien valorado el aumento de riesgo de incendio de estas instalaciones, pues se conocen casos de incendios provocados por aerogeneradores, como el de ayer en Barracas, y menos aún la disminución de la efectividad de los medios de extinción alrededor de ellos. Además estas instalaciones están planificándose en zonas forestales de alto riesgo de incendio y zonas fuera de la capacidad de extinción por sus modelos de combustible, orografía, accesibilidad y tiempo de respuesta de los medios. Se ha de añadir además que muchas son zonas con alto riesgo de incendio por rayo.

Los parques eólicos no son más que polígonos industriales dentro de las zonas forestales más montañosas y deben llevar asociadas grandes fajas auxiliares donde se ha de eliminar la vegetación, tanto a los parques como a las líneas eléctricas y a los caminos de acceso. No parece una gran idea eliminar grandes superficies de vegetación forestal justamente en las zonas mejor conservadas.

Otros riesgos más conocidos

Estas instalaciones tienen un gran impacto sobre la avifauna y los murciélagos por la elevada tasa de mortalidad por colisión con las aspas de los aerogeneradores, afectando gravemente a especies protegidas.

No debería autorizarse ningún parque eólico cerca de las áreas de nidificación de estas especies.

El encadenamiento de parques por las sierras, hace que sus efectos negativos se multipliquen, tanto en afección a la fauna, como en dificultar las labores de extinción de incendios. Desde la CGT consideramos que no debería bastar el hacer una evaluación de impacto ambiental de cada parque, sino hacer una de todo el territorio, para ver cual es la carga máxima asumible de aerogeneradores. Tampoco se tiene en cuenta en el estudio de impacto la eliminación al final de su vida útil ni el estudio del balance energético neto de las instalaciones (la energía utilizada para su instalación y las emisiones que provocará, comparada con la energía final que se obtendrá).

La masificación también tienen otros impactos negativos paisajísticos, culturales y sociales, que repercuten negativamente sobre el turismo rural, muy importante en la economía local de las zonas montañosas de interior.

Parques fotovoltaicos

También alertamos de los efectos negativos de la instalación desproporcionada de los macroparques fotovoltaicos, que afectan gravemente a la fauna y en algunos casos comportan graves pérdidas de suelos agrícolas de regadío, tanto por su ocupación directa como por contribuir al abandono de tierras por el acaparamiento de grandes superficies con objetivos especulativos por parte de compañías del sector de las renovables.

Renovables sí, pero no de esta manera

Desde la CGT apostamos por las energías renovables, pero no a costa de la destrucción del territorio. En la instalación de energías renovables debería primarse su instalación en suelos urbanos e industriales y cuando se hagan en zonas rurales, contar con la gente del territorio, evitando las grandes instalaciones y promover las pequeñas y próximas a los centros de consumo de la energía, fomentar las comunidades energéticas locales y descentralizadas. Todas las medidas posibles que ayuden a acabar con el oligopolio de las empresas eléctricas.

Tan importante como potenciar la producción de energía renovable es adoptar medidas de ahorro energético, potenciar el transporte público eléctrico, sobre todo el ferrocarril entre ciudades y el tranvía dentro de ellas. Se trata de tecnologías baratas sin caras patentes y que no necesitan baterías con materiales escasos.

Igualmente se habría de apostar por un plan de soberanía alimentaria potenciando la agricultura ecológica y el consumo de proximidad. Igualmente potenciar la agricultura de secano y el ganado extensivo para frenar los macroincendios que arrasarán todo nuestro territorio los próximos años.

O sea, todo lo contrario de lo que se está haciendo.

Sindicato de Administración Pública de la Confederación General del Trabajo del País Valencià y Murcia


Fuente: SAP CGT-PV