Hace casi seis meses que la consejera de justicia Elisa Núñez, fue nombrada para su cargo. Una de las prioridades estrella, o así parecía ser en sus declaraciones, sería deshacer el follón provocado por los antiguos gestores (el Botánico) que había en la Sociedad Valenciana de Gestión Integral de los Servicios De Emergencia. En sus primeras comparecencias al pleno del consejo, aparentaba empatizar muchísimo con las carencias e injusticias que estaban sufriendo el colectivo del Servicio de Bomberos Forestales, siempre con la máxima de que ella, la Sra Núñez, «siempre nos diría la verdad»… como reiterado numerosas veces.

Su inicio en la escena pública como gestora, y máxima responsable, del Servicio de Bomberos Forestales nos ha confirmado, la verdadera «verdad» que la consejera se refería: Sus limitaciones en la hora de aprovechar el poco camino hecho al dar a este Servicio Público Esencial, el empujón necesario para adaptarlo a las circunstancias y escenario climático actual.

Ahora, con medio año de legislatura, la gestión de la consejera no mejora. Después de destituir la gerencia de la mercantil al completo, nombra como gerente a una persona que, después de 2 meses al cargo, todavía no sabe por donde le sopla el viento, desconocedor en el campo de las emergencias, y del sector público y su funcionamiento. Núñez no ha presentado ningún «Plan Estratégico» oficialmente, pero por desgracia estamos sufriendo su plano día a día: Abandono total y absoluto de la gestión del Servicio de Bomberos y Bomberas Forestales de la Generalitat Valenciana. Sin saber nada del proceso de estabilización del personal en fraude de ley, sin segunda actividad, sin un 1.º convenio colectivo *SGISE que normalizo la legislación laboral de todo el personal, seguimos con la lacra de la temporalidad y de la falta de personal.

Anclados en el pasado, pensando los Incendios Forestales como emergencias estacionales del verano, cuando los ejemplos están demostrando el contrario. Impidiendo la ocupación de las vacantes temporales por el personal fijo discontinuo, como determina la última reforma laboral. Dejando las unidades incompletas a pesar de ser lugares de trabajos estructurales, ya incluidos en los presupuestos, es decir, sin aumentar demasiado salarial de ninguna forma, incluso ahorrando gastos de formación, uniformidad, etc.

El actual gobierno PP-VOX demuestra no tener capacidad de planificación, al abordar la necesaria desconexión de *Tragsa de forma «*in-extremes», dejando en fuera de juego la gestión logística de las emergencias. Afectando también la operatividad del servicio precisamente en un periodo de máxima sequía.

CGT denunciamos públicamente la falta de diligencia y resolución por parte de PP y sus socios de gobierno, como responsables políticos en la gestión de las emergencias. Concretamente, el mal uso y el abandono institucional de un Servicio Público Esencial como es el Servicio de Bomberos Forestales. No toleraremos ninguna intención de desprestigiar ni enturbiar de forma beligerante el funcionamiento de los servicios públicos, todavía más, cuando hablamos de emergencias como los Incendios Forestales dentro del contexto de emergencia climática en el que nos encontramos, jugar con la vida de las personas, nuestros bienes y nuestros bosques es de una gran irresponsabilidad. Es por eso que anunciamos movilizaciones para los primeros meses del año si no empezamos a obtener respuestas a todas las reivindicaciones realizadas hasta la fecha, y cambia la actitud de ninguneo y desprestigio que demuestra hacia la parte social el actual equipo de gobierno.


Fuente: Gabinete de Comunicación de la Confederación General del Trabajo del País Valenciano y Murcia