El sindicato CGT denuncia la falta de transparencia y demagogia de la consellera Catalá en este inicio de curso y la vulneración de los derechos del alumnado. En declaraciones recogidas la pasada semana en los medios de comunicación, la consellera afirmaba sin aportar los datos en que se basaba, que el cambio de fechas de exámenes y adelanto del curso escolar (medidas implantadas solamente en la Comunidad Valenciana) se justifican, no por el mayor número de aprobados resultante (pues según la propia consellera es similar a las cifras anteriores al cambio), sino por el aumento del índice de participación: a las recuperaciones de julio se han presentado muchos más alumnos.

El sindicato exige a la consellera la publicación de toda la información de que dispone la Conselleria que, supuestamente, sirve de base para las declaraciones de la consellera con respecto al traslado de exámenes de septiembre a julio y el adelanto del comienzo del curso.

Desde CGT le formulamos la siguiente pregunta: ¿qué importancia tiene que se presenten más alumnos? El hecho de que se presenten más alumnos puede considerarse:

El sindicato exige a la consellera la publicación de toda la información de que dispone la Conselleria que, supuestamente, sirve de base para las declaraciones de la consellera con respecto al traslado de exámenes de septiembre a julio y el adelanto del comienzo del curso.

Desde CGT le formulamos la siguiente pregunta: ¿qué importancia tiene que se presenten más alumnos? El hecho de que se presenten más alumnos puede considerarse:

a) Malo, porque es indicativo de que el número de suspensos ha sido superior a otros cursos a resultas de los aumentos de ratio en las aulas;

b) Irrelevante, puesto que no se trata de una maratón, una huelga o una gala benéfica en la que la categoría de participación adquiere relevancia. Servirse de estas cifras para destacar el beneficio de las medidas es un recurso demagógico que esconde el fiasco de su política en la lucha contra el fracaso escolar, si no se traduce en aumento de los aprobados.

La consellera debe facilitar ya los datos en los que se basa su declaración en un ejercicio de transparencia política, de la que tanto alardea como portavoz del Consell, ya que la información de que disponemos muchos profesores es que los resultados han sido peores. De todos modos, en el caso de que fueran los mismos que los de septiembre, la propia consellera tendría que admitir que el cambio de fecha no combate el fracaso escolar puesto que el alumno no dispone de tiempo suficiente para prepararse los exámenes. ¿Por qué la consellera no ha tenido en cuenta los resultados de otras Comunidades Autónomas? En otras comunidades donde la prueba se realizaba en julio se ha vuelto de nuevo a convocar en septiembre, ya que los datos demuestran que no ayudó a combatir los malos resultados académicos.

De hecho, la consellera de Catalunya, Irene Rigau, en 2012 declaró que en septiembre había un 10% más de aprobados en comparación con julio. Una posible respuesta al hecho de que Catalá haga caso omiso a este tipo de declaraciones es su interés por aparentar que están tomando medidas por la educación; mueven fechas, generan cambios, van de un sitio a otro con la única finalidad de que el electorado crea que se están haciendo mejoras, cuando realmente, sobre el mismo rostro sólo se aplica maquillaje político.

Resulta especialmente preocupante la vulneración del derecho de los alumnos a reclamar las calificaciones en el plazo de tres días, tal como se establece en el punto 4 del artículo 5 de la Orden 32/2011 de 20 diciembre de la Conselleria de Educación, puesto que los plazos impuestos por la inspección educativa de la Conselleria hacían incompatible la organización de las pruebas de julio de acuerdo con la legalidad, lo cual va a ser denunciado ante la Inspección de la propia Conselleria que es conocedora directa de las irregularidades.

Otra consecuencia de tamaño despropósito es la del caos y la improvisación a la que ha estado abocado el final del curso 2013-2014 y el principio del curso 2014-2015, un principio que en cualquier país europeo a los que Catalá desea igualarse, está sujeto a unas condiciones climatológicas determinadas que en este caso se han pasado por alto. Septiembre es un mes caluroso en la península y las fechas de inicio del curso para los alumnos en ninguna comunidad autónoma coinciden con el inicio del mismo, como se puede comprobar en el cuadro http://www.europapress.es/sociedad/noticia-calendario-escolar-2014-2015-comienzo-curso-vacaciones-comunidades-autonomas-20140904203211.html

Las condiciones ambientales en las que se están impartiendo las clases en muchos centros son inasumibles, superándose los 30 grados, cuando la normativa de prevención de riesgos laborales establece como temperatura máxima 27 grados.

Desde CGT vamos a denunciar ante la Inspección de Trabajo y la Inspección Educativa los casos concretos, de forma individulizada, en los que se incumpla la normativa de seguridad y salud laboral, por eso instamos al profesorado, al alumnado y a madres y padres a que comuniquen los casos concretos a nuestro Sindicato (cgtleaks@cgtvalencia.org) con el fin de denunciar y exigir las responsabilidades legalmente a quien corresponda.

En definitiva, consideramos que por razones educativas la prueba extraordinaria debería volver a realizarse en septiembre, ya que de este modo los alumnos tienen más tiempo para preparar los exámenes. Asimismo debería retrasarse el inicio del curso puesto que los actuales plazos han dificultado su organización, han puesto en riesgo la salud de profesores y alumnos, y en ocasiones han vulnerado los derechos del alumnado.

Está claro que las decisiones políticas tomadas se han reducido objetivamente a aparentar que se adoptan medidas que, sin embargo, después no generan ninguna mejoría. El calor de septiembre está derritiendo el maquillaje político de la consellera Catalá.

Sindicato de Administración Pública. Grupo de trabajo de Educación.

Valencia, 9 de septiembre de 2014

http://www.cgtpv.org/CGT-denuncia-el-fracaso-absoluto.html


Fuente: CGT SAP