El Sindicato Federal Ferroviario de Vilagarcía de Arousa de la Confederación General del Trabajo (CGT), quiere denunciar públicamente como viene haciendo desde la presentación del Proyecto de Ley del Sector Ferroviario en el Parlamento en el 2005, por el gobierno de Aznar y su aprobación posterior en el 2006, con el gobierno de Zapatero, que la privatización del ferrocarril y la segregación de la empresa en dos entes, ha perjudicado y lo seguirá haciendo, la seguridad del ferrocarril, hecho denunciado por CGT ante Ministerio de Fomento, las distintas fuerzas políticas del arco parlamentario y los usuarios del ferrocarril, llegando a crear con distintas asociaciones Plataformas en Defensa del Ferrocarril.

El Sindicato Federal Ferroviario de Vilagarcía de Arousa de la Confederación General del Trabajo (CGT), quiere denunciar públicamente como viene haciendo desde la presentación del Proyecto de Ley del Sector Ferroviario en el Parlamento en el 2005, por el gobierno de Aznar y su aprobación posterior en el 2006, con el gobierno de Zapatero, que la privatización del ferrocarril y la segregación de la empresa en dos entes, ha perjudicado y lo seguirá haciendo, la seguridad del ferrocarril, hecho denunciado por CGT ante Ministerio de Fomento, las distintas fuerzas políticas del arco parlamentario y los usuarios del ferrocarril, llegando a crear con distintas asociaciones Plataformas en Defensa del Ferrocarril.

Las advertencias desde entonces han sido continuas, los ejemplos de una mala gestión ferroviaria también. El camino incorrecto nos lo señalaron los ferrocarriles Británicos y Alemanes, los primeros tuvieron que esperar a la muerte de cientos de personas en múltiples accidentes y a los escándalos financieros, para volver a nacionalizar parte del ferrocarril ; los segundos no se atrevieron a la separación de carril-vehículo, por entender que afectaba a la seguridad del ferrocarril. Sin embargo, la política ferroviaria de los gobiernos españoles ha hecho oídos sordos a todas las advertencias, no solamente están privatizando el ferrocarril, sino que además han separado la empresa en dos, rompiendo la unión carril-vehículo.

El Ministerio de Fomento tiene la responsabilidad política de lo que está sucediendo por su gestión ferroviaria, independientemente de las demás responsabilidades que parece arrojar la investigación judicial. En nuestra empresa se ha realizado una drástica reducción de plantilla, (desde el año 1983 viene reduciéndose primero con circulares generales y desde el 2001 con Expedientes de Regulación de Empleo) llegándose en la actualidad a no poder atender a las necesidades del ferrocarril, pasándose estos trabajos a la empresa privada, donde los trabajadores tienen una menor experiencia y formación.

Igualmente, la falta de plantilla de maquinistas, ha dado lugar a la aplicación del Agente Único de Conducción, que perjudica seriamente a la seguridad, ya que un error tiene mayor número de posibilidades de producirse. La empresa lo intenta solventar cuando existen fallos en el vehículo con los auxiliares de tren, pero no tienen la formación adecuada a la de un agente de conducción.

En Circulación la falta de plantilla ha obligado a la empresa al cierre de multitud de estaciones, dejándolas sin personal, que a nuestro entender también disminuye la seguridad a pesar del Control de Trafico Centralizado.

En Infraestructuras son las empresas privadas las que habitualmente realizan los trabajos de construcción y mantenimiento. En los talleres no hay personal suficiente para atender las cargas de trabajo en el mantenimiento de los vehículos ect…..

Sin embargo, seguimos por la senda del error y ganaremos a este paso a los británicos, ahora se están produciendo las transferencias a las Comunidades Autónomas, ya existen Leyes del Sector Ferroviario independientes en Cataluña, Andalucía y País Vasco, próximamente las desarrollaran el resto.

CGT es contraria a las transferencias del ferrocarril tal y como se están realizando, ya que tanto Cataluña como Andalucía crearan su propio Administrador de Infraestructuras, encargado de la regulación del tráfico ferroviario, incluyendo incluso la posibilidad de conceder esta gestión a empresas privadas. Esto en la práctica significa, que un tren que salga de Andalucía con destino a Cataluña, se pueda encontrar con tres administradores del tráfico ferroviario distintos, con distintas normas de funcionamiento e incluso con distintos sistemas de seguridad.

La segregación del ferrocarril disminuye la seguridad, CGT defenderá un ferrocarril integrado en una sola empresa de carácter público, con las inversiones necesarias en seguridad, que conviertan al ferrocarril español en el más seguro de Europa.

Exigimos nuevamente un debate abierto sobre el ferrocarril que queremos los ciudadanos, somos nosotros los que debemos decidir con todos los planteamientos encima de la mesa. ¿Queremos un ferrocarril seguro, público y social ? o ¿queremos un ferrocarril de dos clases ? el que representa la Alta Velocidad y el que representa el tren convencional.


Fuente: Rafael Camacho Navajas / Representante del SFF- CGT en Pontevedra.