La CGT exigimos, no solo que se lleve a la Fiscalía el caso 4-F y que se reabra el caso, sino que todos aquellos que desde los estamentos políticos, judiciales y policiales han participado en este montaje sean fulminantemente destituidos y no puedan ocupar cargos públicos.

Políticos que cambian de versión o que ahora se suman al carro después de ver la indignación ciudadana; policías que detuvieron indiscriminadamente a personas que luego fueron condenadas en un acto de venganza por su compañero malherido, sin importarles en absoluto encontrar al responsable, solo buscaban venganza; jueces a los que las pruebas forenses no les influyen para buscar la verdad sino que condenan basándose en la palabra de unos policías posteriormente condenados, entre otros motivos por mentir y torturar.

Políticos que cambian de versión o que ahora se suman al carro después de ver la indignación ciudadana; policías que detuvieron indiscriminadamente a personas que luego fueron condenadas en un acto de venganza por su compañero malherido, sin importarles en absoluto encontrar al responsable, solo buscaban venganza; jueces a los que las pruebas forenses no les influyen para buscar la verdad sino que condenan basándose en la palabra de unos policías posteriormente condenados, entre otros motivos por mentir y torturar.

Exigimos que se acabe con la supuesta veracidad de los testimonios de los policías en los juicios. Esa Ley es arbitraria e injusta, ya que constantemente se están produciendo condenas, no con pruebas irrefutables sino por los testimonios policiales a los que los jueces les otorgan credibilidad, en especial tras demostrarse como la policía amparándose en la legalidad, redactan atestados que desvirtúan los hechos, y que son admitidos en los juzgados cómo prueba de carga, aunque en la mayoría de los casos podamos demostrar que no recogen la realidad.

Desde la CGT no tenemos mucha fe en que se haga justicia en mayúsculas y se llegue al fondo del montaje, ya nos gustaría, pero el sistema quedaría muy tocado y la poca credibilidad que le queda se derrumbaría.

CARLOS NAVARRO

CGT-PRENSA

Barcelona 19 de Enero 2014


Fuente: CGT-Prensa Barcelona