Hace poco más de 2 meses que empresa y sindicatos mayoritarios negociaron y firmaron a toda prisa su acuerdo de competitividad para los años 2014-2018. Acuerdo que sienta las bases de nuestro próximo Convenio Colectivo, o mejor dicho, será nuestro próximo Convenio Colectivo.

La empresa, sin mucho esfuerzo, ha conseguido recortarnos los salarios, desregularizar nuestra jornada laboral, implantar la bolsa de horas, eliminar los comedores, limitar la generación de quinquenios y cargarse de un plumazo la histórica reivindicación sindical “a igual trabajo, igual salario”, consiguiendo que los nuevos compañeros entren a trabajar con casi 4.000 euros menos

La empresa, sin mucho esfuerzo, ha conseguido recortarnos los salarios, desregularizar nuestra jornada laboral, implantar la bolsa de horas, eliminar los comedores, limitar la generación de quinquenios y cargarse de un plumazo la histórica reivindicación sindical “a igual trabajo, igual salario”, consiguiendo que los nuevos compañeros entren a trabajar con casi 4.000 euros menos que el grado más bajo de las tablas salariales del Convenio.

Que este acuerdo se firmara de prisa y corriendo, sin dar tiempo para informar a la plantilla de lo que se había negociado y de los derechos que nos dejábamos en el camino, no ha sido una casualidad. La empresa no quería una negociación de convenio a final de año, en pleno lanzamiento de la Connect y con la adjudicación de tres nuevos modelos tras el cierre de Genk.

Ahora, una vez conseguido el objetivo de aumentar sus beneficios a costa de nuestros sueldos y derechos, la crisis parece que ha desaparecido; se ha volatilizado entre horas y horas y horas extraordinarias de producción. Con esta esta especie de milagro, se confirma que la dirección de la empresa y su gerencia sindical metieron el miedo en el cuerpo a la plantilla para que aceptara un acuerdo que da la puntilla a derechos laborales y salariales conquistados tras años de luchas.

Hace ya muchos años que sabemos que criticar las horas extraordinarias no es algo muy popular entre la plantilla, pero no estamos aquí para decir lo que a la mayoría le gusta escuchar. Estamos aquí para defender principios, valores sindicales y los derechos de la plantilla, para exigir el reparto del trabajo y de la riqueza, y da la impresión que de un tiempo a esta parte algunos han pasado de pedir la jornada laboral de 35 horas semanales (a los más jóvenes quizás les parezca imposible que el sindicato de la empresa haya cambiado tanto) a aplaudir las 35 horas extras mensuales.

Solo en los meses de abril, mayo y junio se han realizado en esta fábrica más de 140.000 horas extraordinarias, o lo que es lo mismo, no se han contratado a los 290 trabajadores que hubieran sido necesarios para realizar esas horas de trabajo en jornada de lunes a viernes.

En un país con seis millones de parados, con mas de dos millones de trabajadores que ya no recibe ningún tipo de prestación, ningún sindicato, por muy amarillo que sea, puede felicitarse por la situación que se está produciendo en estos momentos en la factoría, donde las horas extras rebasan con creces todos los límites legales y morales, y han impedido que cientos de trabajadores hayan podido tener un trabajo, aunque solo sea por tres meses.

Desde CGT os deseamos a todos que disfrutéis con salud estas tres semanas de vacaciones (y que no se os haga mala sangre recordando cuando teníamos cuatro en agosto).

Sección Sindical de CGT en Ford

julio de 2013


Fuente: CGT-Ford