La sede de Greenpeace en Madrid ha acogido durante este fin de semana la Asamblea estatal de la Campaña contra los Tratados de Libre Comercio CETA, TTIP y TISA. En el encuentro han participado diferentes colectivos y organizaciones de todo el Estado entre los que ha estado la Confederación General del Trabajo (CGT).

La jornada del sábado sirvió para realizar una valoración de los puntos fuertes de la campaña desde su nacimiento en 2014. Las presentes coincidieron en que el movimiento había logrado un importante crecimiento en la opinión pública, algo muy positivo porque una de las características de las negociaciones de estos acuerdos es que se han tratado en secreto por parte de los gobiernos implicados.

La jornada del sábado sirvió para realizar una valoración de los puntos fuertes de la campaña desde su nacimiento en 2014. Las presentes coincidieron en que el movimiento había logrado un importante crecimiento en la opinión pública, algo muy positivo porque una de las características de las negociaciones de estos acuerdos es que se han tratado en secreto por parte de los gobiernos implicados. En este sentido se planteó la necesidad de continuar trabajando en la misma línea para, por un lado, llegar a los medios de comunicación convencionales y, por otro, alcanzar al sector de población que todavía no se ha enterado o no quiere enterarse en qué consisten los mismos.

Desde la CGT, la secretaria de Acción Social indicó que había que realizar un mayor esfuerzo para romper con la influencia de aquellos grupos políticos y económicos contrarios a la campaña contra estos tratados. Irene de la Cuerda también indicó que no podíamos perder de vista otros acuerdos económicos que se están negociando en la actualidad además del TTIP y el CETA y que van a afectarnos de igual modo.

Gracias al trabajo que durante dos años ha realizado la ciudadanía organizada contra estos tratados neoliberales se ha creado una marca, #NoAlTTIP, que ya es conocida y reconocida, y a pesar de que las movilizaciones aún no son tan masivas como se desearía, hay sectores muy concienciados que convierten esta lucha en una voz constante. En este sentido algunos presentes comentaron que el movimiento contra el TTIP podía asemejarse a las campañas que se hicieron en el Estado español contra la OTAN, en los 80, y contra la guerra de Irak, durante el gobierno de Aznar.

El sábado también sirvió para visualizar escenarios futuros a los que este movimiento ciudadano tendrá que enfrentarse en 2017. Teniendo como referencia el 2016 y la agenda política prevista, se analizó de forma conjunta aquellas posibles situaciones futuras a las que como grupo habría que hacer frente. Las diferentes organizaciones coincidían en la preocupación por la capacidad de hacer frente al silencio que desde los medios de comunicación convencionales quieren imponernos. También el hecho de llegar a las personas “dormidas” para hacerles ver el peligro al que nos enfrentamos si los gobiernos terminan saliéndose con la suya en esta ocasión. Por supuesto se tuvo presente el cambio político que va a suponer la nueva política que Trump va a poner en marcha a partir del 20 de enero, las políticas actuales de la Unión Europea en materia de derechos sociales y libertades, y el avance de grupos y organizaciones de extrema derecha en Europa.

Las organizaciones participantes acordaron el domingo 15 proseguir con la lucha contra los Tratados de Libre Comercio y el modelo económico que éstos representan, a pesar de que el CETA sea aprobado el próximo 14 de febrero en el Parlamento europeo. En este supuesto, el movimiento contra el TTIP realizaría un seguimiento de los efectos del mismo denunciando sus daños y movilizando a la población para continuar incidiendo en la opinión pública, con el fin de impedir su ratificación en el Parlamento español.

Macarena Amores García

Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT

 


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT