MADRID.- Cuando se cumplen tres meses desde el envío de una nota de prensa desde CGT a todos los medios de comunicación, al Ayuntamiento de Madrid y a los grupos municipales del PP, PSOE e IU, donde se denunciaban los posibles riesgos para la salud de los madrileños que entraña la utilización de aguas residuales depuradas, tanto para el riego de parques como para la limpieza de las calles, si no se cumplen unas exigencias técnicas mínimas en cuanto a la calidad del agua reciclada y su utilización, la única respuesta que hemos recibido por parte de la empresa que gestiona la Depuradora de “La China” (una U.T.E. formada por las empresas PRIDESA e IMES, S.A.) ha sido el despido del Delegado de la Sección Sindical de CGT en dicho centro.

MADRID.- Cuando se cumplen tres meses desde el envío de una nota de prensa desde CGT a todos los medios de comunicación, al Ayuntamiento de Madrid y a los grupos municipales del PP, PSOE e IU, donde se denunciaban los posibles riesgos para la salud de los madrileños que entraña la utilización de aguas residuales depuradas, tanto para el riego de parques como para la limpieza de las calles, si no se cumplen unas exigencias técnicas mínimas en cuanto a la calidad del agua reciclada y su utilización, la única respuesta que hemos recibido por parte de la empresa que gestiona la Depuradora de “La China” (una U.T.E. formada por las empresas PRIDESA e IMES, S.A.) ha sido el despido del Delegado de la Sección Sindical de CGT en dicho centro.

En la misma nota de prensa, de fecha 11/11/2004, comentábamos que desde hace un año la Sección Sindical de CGT en la Depuradora de “La China” comenzó a preocuparse por la seguridad y la salud de los trabajadores de la depuradora al enterarse de que, a lo largo de los años, había habido diferentes “accidentes” y “vertidos controlados” de material radioactivo directos al alcantarillado de Madrid, procedentes del reactor nuclear del CIEMAT, así como de materiales de deshecho derivados de tratamientos médicos con material radiactivo de algunos hospitales.

Ante la inquietud generada, CGT ha pedido : que se someta a toda la plantilla a un reconocimiento médico específico en el Instituto de Salud e Higiene Laboral ; que tanto el CIEMAT como el Ayuntamiento nos proporcione información sobre todos los vertidos radioactivos al alcantarillado y de las mediciones de radioactividad que creemos que realiza personal del CIEMAT en la planta ; que se coloquen medidores de radioactividad en la entrada y salida de agua de la depuradora ; que se cumpla escrupulosamente la normativa existente para minimizar los riesgos higiénico-sanitarios a los que quedan expuestos los trabajadores y los ciudadanos en general por la utilización de agua residual reciclada, tanto para el riego de parques y jardines, como para la limpieza de las calles, etc. Después de más de nueve meses, lo único que han hecho ha sido “matar al mensajero”.

Cuando hemos intentado reunirnos con la empresa para tratar el tema del despido del compañero, su respuesta ha sido categórica : ”no hay nada de qué hablar, la empresa ha tomado su decisión y te recuerdo que el despido es sólo una cuestión de dinero”. Tan claro lo tiene la empresa, que al día siguiente de la comunicación del despido consignó en los Juzgados la indemnización correspondiente, reconociendo la improcedencia del despido. Hemos llegado a pensar que a lo mejor tiene razón la empresa, y este despido es una cuestión de dinero, pero no creemos que estén hablando del dinero con el que tienen que indemnizar al trabajador, sino del dinero que puede costar descontaminar y acondicionar toda la red de alcantarillado, del dinero que puede ser necesario invertir en todas las plantas depuradoras para que el agua reciclada que se reutilice cumpla con todas las garantías higiénico-sanitarias, preservando la seguridad y la salud de los trabajadores y de los ciudadanos en general, o del dinero que las empresas que gestionan este servicio público estratégico deben dejar de ganar.

Para más información :

Fco. J. Palacios Rastrollo

Luis González Álvarez