Ataviados con monos blancos y mascarillas, representando a las miles de personas subcontratadas, se desinfectará la zona del virus “Avaricia Telefónica” que se elevará por los aires dejando un rastro de humo de color.

Ataviados con monos blancos y mascarillas, representando a las miles de
personas subcontratadas, se desinfectará la zona del virus “Avaricia
Telefónica” que se elevará por los aires dejando un rastro de humo de color.

El próximo miércoles, 2 de junio, a las 11:15h, junto al edificio de Telefónica
situado en la calle de Gran Vía, un grupo de trabajadores de las diferentes empresas del
Grupo Telefónica, así como de las empresas subcontratadas que sufren la precarización en
este sector tras la privatización de Telefónica, realizarán un llamativo acto, lleno de
colorido, donde se representará la desinfección del “virus avaricia Telefónica”.

Ataviados con monos blancos y mascarillas, una representación del virus se elevará por el
aire dejando un rastro de humo de color, denunciando así, un día antes de la junta de
accionistas de Telefónica, que la dirección de esta empresa tras su privatización, solamente
ha mirado por los beneficios empresariales y de la propia dirección, abandonando toda
política social.

Tras la privatización de Telefónica, iniciada por el gobierno de Felipe González y terminada
con el de Aznar, esta empresa de grandes beneficios, ha dejado de repercutir parte de los
mismos en el beneficio de toda la sociedad española.

Al contrario, de los 80.000 trabajadores que había en Telefónica de España, apenas quedan
29.000, siendo todo este empleo destruido, vía Expediente de Regulación de Empleo,
subvencionado con fondos públicos (prestación por desempleo y ayudas), para iniciar la
contratación de personal en condiciones precarias en subcontratas.
Además, han sido
miles los puestos de trabajo deslocalizados a Marruecos y Sudamérica, con el fin de
precarizar aún más las condiciones laborales.

En la actual situación de crisis, provocada por especuladores y grandes
multinacionales, este tipo de empresas, que fueron públicas y con beneficios,
deberían contribuir generando empleo de calidad, en lugar de buscar solamente el
reparto de dividendos entre sus accionistas y dirección.

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Virus de la avaricia