La calidad bien entendida debe comenzar por uno mismo. Si la anterior orden de calidad fue anulada por el TSJA nos preguntamos como es posible que la Consejería de Educación siga en el empeño de segregar unos centros de otros, dividir al profesorado andaluz de nuevo y dilapidar millones de euros en una política errática de aguinaldos indignos.

Porque si la mejora de los centros se quiere abordar hay aspectos no resueltos aún que merecerían ser atendidos con premura mucho antes que lanzar “fuegos artificiales”. Como es esta reedición de la anticonstitucional orden de calidad anterior.

Porque si la mejora de los centros se quiere abordar hay aspectos no resueltos aún que merecerían ser atendidos con premura mucho antes que lanzar “fuegos artificiales”. Como es esta reedición de la anticonstitucional orden de calidad anterior.

Aspectos relevantes como el ajuste de las ratios a la legalidad, es decir que el número de alumnos nunca supere los 25 en primaria y 30 en secundaria ya aportaría calidad suficiente al sistema para que a corto plazo se recogieran frutos, tanto en forma de mejora de resultados escolares como también y principalmente en el clima de las aulas y en el bien estar de alumnado y profesorado.

Por ello volveremos a recurrir esta orden porque nuestro argumentario contrario a la anterior sigue vigente como el primer día que lo formulamos. La Consejería de Educación en su conjunto no se ha percatado de la indigna oferta que se realiza, un sector del profesorado tampoco ha caído en la cuenta de que unos eurillos más es el precio de su “colaboración” mediática con la política errática partidaria del PSOE andaluz y que además distrae de la gran tarea pendiente que es la verdadera homologación laboral y salarial con el resto de profesorado del estado.

FASE – CGT Andalucía



Fuente: FASE-CGTA