Diario personal de much@s compañer@s. Diario que puede ser también el tuyo si sigues mirando para otro lado. 

<< Existo y soy una persona. Concretamente una persona que ha trabajado en esta empresa durante muchos años y en la que me he dejado la juventud..., y la salud. Por mis manos han pasado...

…cientos de miles de coches (seguramente más de un millón) y en cada uno de ellos he cumplido con profesionalidad (siempre que me han dejado…). Tenía salud. Era explotable. No era un estorbo, era un chollo. Nunca causé problemas. Incluso era colaborador/a. Nunca me lo reconocieron. Era buen trabajador/a, pero para ciertas cosas en esta empresa hace falta también cierto pedigrí. 

…cientos de miles de coches (seguramente más de un millón) y en cada uno de ellos he cumplido con profesionalidad (siempre que me han dejado…). Tenía salud. Era explotable. No era un estorbo, era un chollo. Nunca causé problemas. Incluso era colaborador/a. Nunca me lo reconocieron. Era buen trabajador/a, pero para ciertas cosas en esta empresa hace falta también cierto pedigrí. 

Pero ha cambiado la situación. He perdido la salud. Llegué a esto poco o poco. Al principio no le di importancia, y creí estar bien tratad@ y aconsejad@. Me deje llevar. Para cuando reaccioné y vi el alcance del problema, ya no había vuelta atrás. La lesión ahora es para siempre. Me sentí engañad@. Mi patología me persigue todo el día y me duele y limita en el trabajo y en casa. Su origen da igual. He informado de todo a la empresa buscando comprensión y colaboración. Pero lo cierto es que esta empresa no recuerda los servicios que le he prestado durante tanto tiempo. Solo piensa que ya no soy explotable al 150% y me han etiquetado «no rentable». Me consideran un estorbo. Una pieza defectuosa del sistema de la que hay que intentar deshacerse. Me decepciona profundamente. 

Pero aún soy válid@, creo, si me dan un puesto adecuado en atención a mis limitaciones, que si quieren lo hay, de eso estoy segur@. Aún puedo ganarme la vida y mantener a mi familia. Aunque también dudo, desconfío de mí capacidad. Porque duele a diario en el trabajo y en casa, y no tiene solución. Me asola la incertidumbre, sobre mi futuro y el de mi familia. He llorado en casa y en el trabajo, en los dos sitios, a escondidas. Asumo que dada mi posición de debilidad y desventaja tendré que conformarme con una solución «de perfil bajo». Las desgracias es lo que tienen. En casa están asustad@s, no entienden nada. 

Me centro en buscar una solución. Documento mi problema en la empresa. Exijo mi reubicación. La Ley me ampara. Soy una persona. Tengo derechos. Pero descubro que era cierto que aquí no se respeta la Ley. Menos los derechos. Me asignan «a volapié» un puesto de trabajo que saben perfectamente que no puedo realizar. Reclamo. Ni puto caso. Voltaren. Me empiezan a descontar el sueldo con la amenaza de pasar a mayores. Aun así, sigo sin trabajar porque no puedo, como tampoco puedo coger en brazos a mis hij@s. No puedo, es de lo único que estoy seguro. Sentad@ en el merendero, las ocho horas. Me miran desde la cadena. Me siento diferente al@s demás. Y siento que hasta much@s de mis compañer@s no me creen. Es lo que más jode de todo, de verdad. Me derrumbo psicológicamente. Causo baja. No es laboral. Reclamo la contingencia, porque ahora ya reclamo todo. Ya no perdono nada cuando se trata de mis derechos. Ni puto caso, claro. Lo denuncio. Inspección de Trabajo. INSL. Mucho tiempo. Desesperación. Cada vez me duele más. Unidad del dolor. Más pastillas y todo el día flipad@. Me operan. Sigo igual, o peor. Baja, Rehabilitación. Alta prematura. 

En el Comité tampoco me solucionan nada, me despachan a un/a abogad@. Tengo suerte, el/la abogad@ me dice que estoy tan jodid@ que puedo reclamar una incapacidad. Yupi. Me alegro de que me digan que soy un/a jodid@ inválid@ de libro. Vaya salida. Inicio el proceso de reclamación. Paso el tribunal médico del INSS. Ni me miran. Me la deniegan. Ya se ve que estás muy mal para trabajar, pero eres demasiado joven para darte una pensión. Buena evaluación «médica». Estaba avisad@. Lo hacen sistemáticamente. Y Automáticamente me dan el alta. Recurro el alta porque no es justa. Nada, ni puto caso una vez más. Tengo que volver a la empresa y me asignan otra vez el mismo puesto de trabajo. Y Voltaren. No me lo puedo creer, pero ya apenas reacciono, estoy altamente narcotizad@ por la medicación para el dolor. 45 días después me rechazan el recurso en el INSS. En la empresa me descuentan otra vez el sueldo. En casa hay máxima preocupación. Les traspaso mi angustia y mi dolor. Voy todos los días a la fábrica en los tres turnos y ficho para no cobrar. Dudas. Me siento desbordad@, con el agua hasta el cuello. Demando judicialmente y me señalan el juicio de la incapacidad para dentro de un año. Un estado «de Derecho» acojonante el que tenemos. Tengo que llegar al juicio como trabajador/a en activo, de alta, de baja, o como sea. No se cómo. Me vuelvo a derrumbar. En casa se angustian. Causo otra vez baja. Me inspeccionan la baja. Ni me miran. Me dan el alta. Reclamo. Nada. Me suben la medicación y de paso me aconsejan un psicólogo, psiquiatra, o lo que sea…

No sé como, pero finalmente llego al juicio en el que he demandado a todas las partes. He ganado. Hasta el/ la Juez se ha dado cuenta de que estoy hech@ una piltrafilla para trabajar. Por sentencia estoy incapacitad@ «oficialmente» desde el día que me denegó esta declaración el EVI del INSS. Me tienen que pagar desde entonces una pensión, retroactivamente, descontándome las prestaciones percibidas por baja. Me presento en casa, a tranquilizar. Un mínimo está asegurado. Comeremos. 

Vuelvo con una incapacidad total permanente a la empresa. Presento la sentencia. Queda claro que no podía trabajar en los puestos que me asignaban. Y que era lógico y verdad que me dolía. Vaya hachas l@s médicos de la empresa. Me acojo al artículo 142 y reclamo una reubicación adecuada. No me dan nada. ¿Quieres Voltaren? Descubro que para estos casos el Comité tampoco vale para nada. La Comisión de Seguimiento del 142 tampoco funciona. Reclamo también la pasta descontada cuando no hacía el puesto de trabajo que ha quedado judicialmente claro que ni podía ni podré hacer. «El conflicto» no era culpa mía, sino suya. Tampoco me la dan. La demando judicialmente. El último día antes del juicio me la pagan. Cagones. Sigo sin puesto de trabajo, pero me obligan a fichar todos los días en el turno (mañana, tarde, noche) que me toque. Deambulo por la fábrica. Me miran raro. Me sigue doliendo. Todo es absurdo. 

He tenido suerte, si no llego a ganar, me hubieran devuelto al principio. Les ha pasado a un@s cuantos compañer@s. No quiero ni pensarlo. Ahora espero un acuerdo en la empresa para que pueda trabajar solo el tiempo necesario para complementar la pensión hasta ganar entre las dos cosas lo mismo que ganaba cuando estaba sano, teniendo garantizadas las cotizaciones para no tener problemas con mi futura pensión por prejubilación. Y que esto pueda ser en un puesto de trabajo adecuado. Nada más. Que se respeten mis derechos, sí, que son Derechos Humanos. Que se cumpla la Ley. >> 

Porque en esta fábrica pasa todo esto cada día y desde hace mucho tiempo, CGT se levanta de la Mesa «Negociadora» del Convenio. 

No sabemos si tod@s alcanzaréis a entenderlo. Pero estamos segur@s de que cada vez son más l@s que lo entienden, y más l@s que lo acabarán entendiendo. Levantarnos de la Mesa es un gesto de denuncia de algo que consideramos intolerable. Pero que se sepa también que antes de hacer esto hemos puesto sobre esa misma Mesa, en la del Comité, y en todas, las propuestas concretas para no llegar a estas situaciones, arreglando por delante el desastre que tenemos. Ya nos dirán cuando podemos seguir con normalidad en la Mesa Negociadora. Pero que nadie se engañe, EN ESA MESA NO SE NEGOCIA NADA, NUNCA. 

Luchamos porque l@s compañer@s que han perdido la salud no sean maltratad@sy puedan estar como tod@sl@s demás, a lo que se pacte en el Convenio. Y para que cada vez seamos menos l@s que perdamos la salud de forma absurda en esta empresa. 

Si alguien cree que tener un pensión de incapacidad es un privilegio, que se pase por nuestro local, que le podemos partir de la manera más conveniente las partes del cuerpo más adecuadas para conseguirlo. A su disposición, y para su elección, pondremos el amplio catálogo de lesiones músculo-esqueléticas que hemos llegado a conocer defendiendo y acompañando en sus luchas particulares a much@s compañer@s. Con nosotr@s podrá conseguir las mismas lesiones que con la empresa, aunque nosotr@s seremos más rápid@s, más limpios. Ya veréis que gozada…, cómo se disfruta de una incapacidad. 

Eso sí, avisamos que a veces, las lesiones están ahí, son crónicas, limitan y duelen mucho, pero no alcanzan el grado suficiente para declarar la Incapacidad Permanente. En este caso también hay much@s compañer@s en esta fábrica, pasándolas canutas porque se les maltrata igualmente, o más. 

Reunión anual con el Director general de la fábrica. 

El pasado lunes 28 de enero de 2013 teníamos que asistir a la reunión que convoca anualmente el Director General de la fábrica, Sr. Danau, con los secretarios generales de todas las secciones sindicales. Una hora antes de la reunión le hicimos saber al Director que no pensábamos asistir por los mismos motivos que nos levantamos de la Mesa Negociadora del Convenio, los que venimos apuntando en esta hoja y otras anteriores. Esta hoja también se la hicimos llegar al Director, quien -al parecer- tras leerla nos llamó emplazándonos a reunirnos con él este jueves para tratar el asunto. 

Es una cuestión que la actual Dirección ha heredado de las anteriores, que no tuvieron la voluntad ni la valentía para abordarla y buscar soluciones, Esperamos que ésta las tenga. Entendiendo también desde CGT que una parte importante de la responsabilidad de estas situaciones está fuera de la fábrica (INSS), y que sobre ella está Dirección también debería intentar actuar como lo estamos intentando nosotr@s. 

SALUD. Landaben, 29/01/13


Fuente: CGT-VW