BARCELONA.- Un centenar de los 300 inmigrantes que están encerrados desde hace un mes en distintos locales de Barcelona y su área metropolitana ha decido recrudecer la huelga de hambre y beber sólo agua, abandonando los zumos y el suero, mientras que la treintena que están encerrados en Terrassa han decidido abandonarla.

BARCELONA.- Un centenar de los 300 inmigrantes que están encerrados desde hace un mes en distintos locales de Barcelona y su área metropolitana ha decido recrudecer la huelga de hambre y beber sólo agua, abandonando los zumos y el suero, mientras que la treintena que están encerrados en Terrassa han decidido abandonarla.

EFE

Según ha informado la CGT, la treintena de inmigrantes encerrados en los locales de este sindicato en Terrassa han acordado abandonar la huelga de hambre y buscar otras formas de protesta, tal y como ya hicieron hace algunas semanas los alrededor de 70 inmigrantes marroquíes del Centro Okupado de Can Vías.

Sin embargo, el centenar de inmigrantes que se encuentran en la sede de CNT en la calle Joaquín Costa, en los dos locales del barrio barcelonés de Gracia y en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) han radicalizado su postura y se niegan a ingerir zumos, suero o bebidas con azúcar, tal y como hacían hasta ahora.

Con esta medida de fuerza pretenden denunciar la postura de la delegación del Gobierno que, cuando faltan tres días para que finalice el proceso de regularización extraordinaria, sigue sin recibirles y ha rechazado flexibilizar los requisitos necesarios para acogerse a la normalización.

En las asambleas realizadas en los locales de L’Hospitalet y Cornella (Barcelona), el centenar de inmigrantes encerrados han optado por mantener la huelga de hambre como hasta ahora y seguir ingiriendo azúcar.