Entre las 500.000 personas que protestaron contra la suspensión obligatoria de la semana de 35 horas, una mayoría llevaba pancartas contra la Unión Europea

Entre las 500.000 personas que protestaron contra la suspensión obligatoria de la semana de 35 horas, una mayoría llevaba pancartas contra la Unión Europea

PARÍS. La crispación social está agravando la hostilidad contra el proyecto de tratado constitucional de la Unión Europea (UE), porque los trabajadores no sindicados, las centrales sindicales, los funcionarios, la extrema izquierda y la extrema derecha multiplican sus intervenciones contra una Europa que consideran « demasiado liberal ».

Entre las 500.000 personas que protestaron el sábado pasado contra la suspensión obligatoria de la semana laboral de 35 horas, una gran mayoría llevaba pancartas hostiles a la UE. Y una importante mayoría de las federaciones regionales o sectoriales de todos los sindicatos, la CGT, la CFDT, FO, FSU, entre otros, ha tomado partido por el « no » al tratado constitucional.

El 30 por ciento de los trabajadores que votan por la extrema derecha son hostiles a la UE. Una gran mayoría de los 4.5 millones de funcionarios temen los compromisos de liberalización europeos. El estancamiento o el incremento del paro, la ausencia de crecimiento económico, han precipitado una crisis moral aguda, que varios sociólogos han calificado de « nueva crisis de sinistrosis nacional ». « Sinistrosis » es la palabra de moda en la primera página de Le Monde y en informativos de radio y televisión.

Los « no » de Le Pen y Fabius

La « balcanización » política nacional ante la cuestión europea sólo agrava el escepticismo ciudadano. Jacques Chirac, presidente de la República, François Hollande, primer secretario del Partido Socialista (PS), y Dominique Voynet, líder ecologista, proponen el « sí » a la Constitución y a la entrada de Turquía. Por el contrario, Nicolas Sarkozy, líder conservador, François Bayrou, líder centrista, y Robert Badinter, notable socialista, dicen « sí » al tratado, pero « no » a Turquía. El Partido Comunista (PCF) y las dos facciones de extrema troskista dicen « no » a la Constitución y « sí » al ingreso turco. Por su parte, el número dos del PS, Laurent Fabius, coincide con Jean-Marie Le Pen, para decir dos veces « no » a la Constitución y al ingreso turco.

El referéndum debe celebrarse a final de la primavera. Los sondeos todavía dan una ligera ventaja al « sí ». Sin embargo, las distancias empiezan a recortarse y la hostilidad de importantes sectores comienza a calar hondo.


Par : ABC