La CGT sigue trabajando para la movilización social que impida que la crisis la paguemos la clase trabajadora y los colectivos sociales desfavorecidos.

Estos últimos días de final de Julio, como
sociedad, hemos asistido impasibles al circo de las instituciones políticas
para aprobar, por una parte, la reforma de las pensiones en el parlamento
español y paralelamente, el rescate de la deuda griega. En ambos casos, siempre
pierde el pueblo para que gane la banca, los fondos de inversión, la gran
patronal.

Estos últimos días de final de Julio, como
sociedad, hemos asistido impasibles al circo de las instituciones políticas
para aprobar, por una parte, la reforma de las pensiones en el parlamento
español y paralelamente, el rescate de la deuda griega. En ambos casos, siempre
pierde el pueblo para que gane la banca, los fondos de inversión, la gran
patronal.

La ley de Reforma de las Pensiones Públicas
aprobada el 21 de Julio y la ayuda pública de 182.000 millones de euros para
rescatar la deuda griega, obedecen a los mismos dictámenes ideológicos del
capital financiero y lo hacen con total
impunidad:

  • Con 5
    millones de personas en paro, se obliga a que toda la población trabajemos más
    tiempo (hasta los 67 años).
  • Con
    más del 70% de las personas pensionistas recibiendo pensiones que no llegan al
    Salario Mínimo y con más de 11 millones de personas asalariadas con un salario
    que no llega a los 1.000 € al mes, se obliga a reducir la cuantía de la pensión
    pública al alargar el período de cálculo hasta los 25 años y se obliga a
    cotizar hasta los 37 años.

En definitiva, se recauda para la banca:
trabajaremos más años y cobraremos menos pensión en cuantía y tiempo.

Para la CGT, no podemos resignarnos a que se siga
degradando lo público en beneficio de la lógica capitalista de los mercados
financieros especulativos, a que se siga con el robo de las rentas sociales
hacia la apropiación privada del capital, no podemos aceptar el continúo engaño
de cifras técnicas falseadas para crear un estado de terror y alarma social
sobre la sostenibilidad del sistema de la seguridad social, no podemos aceptar
que las personas nos convirtamos y seamos tratados como un mero factor de
gasto, induciéndonos a transferir nuestras escasas rentas a los fondos privados
de pensiones, condenándonos a trabajar hasta los 70 años, endureciendo los
requisitos para la accesibilidad a ser pensionista o bien modificándose la base
de cálculo a toda su vida laboral.

Una vez más, los “representantes políticos”, actúan
con criterios antisociales y antisolidarios, siguiendo única y exclusivamente
los criterios del capitalismo y neoliberalismo.

Por otra parte, las medidas aprobadas por los
Jefes de Gobierno de la UE el 21 de Julio para el rescate de la deuda griega,
no persiguen el bienestar del pueblo sino garantizar los beneficios de los
fondos de inversión, del capital, de la especulación, de la usura.

Lo indignante de estas políticas se encuentra en
dos grandes mentiras. La primera, que la austeridad y los recortes sociales
no están conteniendo la crisis sino agravándola
. Los denominados rescates en
lugar de posibilitar que las economías de los países afectados generen recursos
suficientes para toda la población, lo que hacen es garantizar el trasvase de
riqueza social, es decir, garantizar los beneficios e intereses del capital
financiero, bancos y aseguradoras.

La segunda mentira, es que las medidas adoptadas sobre recortes salariales,
las retribuciones de las y los empleados públicos, la revalorización de las
pensiones, las contrarreformas de la legislación laboral, de las pensiones, de
la negociación colectiva, los anuncios de más contrarreformas que afecten a la
sanidad o a la protección por desempleo, sólo alimentan las ansias de los
“mercados”
y
hacen crónico el empobrecimiento y pauperización de las personas, a la vez que
siguen acorralando cada vez más a los países más débiles de la UE.

En conclusión, no se trata de “salvar a los
países y sus pueblos”, se trata de salvar a los bancos y que las personas
asalariadas y las clases populares, paguemos sus excesos, sus beneficios, su
despilfarro, su modelo explotator.

Para la CGT, se ha acorralado a al clase trabajadora, se
está estrangulando a los colectivos sociales más precarizados, se ha quitado
el futuro a la juventud, se están esquilmando los recursos naturales y, todo
ello, para beneficiar a una minoría social enriquecida, privilegiada, a la
que debemos exigir que rinda cuentas ante la sociedad
para que devuelva a la sociedad
lo que está robando impúnemente.

La CGT trabaja por la construcción de un espacio de
movilización y lucha integrado por todo el movimiento sindical y social al
margen de los firmantes del “pacto social” que sea capaz de provocar una salida
social a la crisis.

El Otoño de 2011 es un extraordinario momento para continuar con la
movilización y la recuperación de la dignidad del pueblo.

SECRETARIADO PERMANENTE DEL COMITÉ CONFEDERAL DE CGT

En http://cgt.org.es/spip.php?article2188


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal