Ante el desplome del sistema financiero capitalista, las elites del poder, que mediante prácticas corruptas y especulativas han acumulado enormes beneficios, pretenden que los ciudadanos y los trabajadores paguemos la crisis que ellos mismos han provocado. Primero, mediante el saqueo de fondos públicos que, durante estos días, se afanan por perpetrar los gobiernos, a un lado y otro del Océano Atlántico. Y también a través del agravamiento de las condiciones de vida, y violación de los derechos de las personas, aumentando rápidamente las bolsas de paro y la pobreza en los países desarrollados, y el empeoramiento dramático de las ya de por sí infrahumanas condiciones de millones de personas en los países empobrecidos.

Ante el desplome del sistema financiero capitalista, las elites del poder, que mediante prácticas corruptas y especulativas han acumulado enormes beneficios, pretenden que los ciudadanos y los trabajadores paguemos la crisis que ellos mismos han provocado. Primero, mediante el saqueo de fondos públicos que, durante estos días, se afanan por perpetrar los gobiernos, a un lado y otro del Océano Atlántico. Y también a través del agravamiento de las condiciones de vida, y violación de los derechos de las personas, aumentando rápidamente las bolsas de paro y la pobreza en los países desarrollados, y el empeoramiento dramático de las ya de por sí infrahumanas condiciones de millones de personas en los países empobrecidos.

Ante esta situación, es importante que los trabajadores y trabajadoras del sector financiero tomemos conciencia de la importancia del momento. El sector de producción en el que trabajamos se revela estratégico en cuanto a la generación y salidas de la crisis y, ante potenciales peligros sobre nuestros puestos de trabajo y nuestros derechos, debemos prepararnos para defenderlos con eficacia. Por otra parte, la crisis actual ha puesto de manifiesto lo peligroso que resulta la gestión de los servicios financieros como negocio privado. Con la banca totalmente privatizada, la congelación del crédito, a los particulares y a las empresas, obedece, una vez más, a intereses especulativos, y está provocando la pérdida diaria de miles de puestos de trabajo, situando las cifras de paro en niveles hace tiempo olvidados.

Por eso, desde la FESIBAC-CGT queremos exponer :

  •  Nuestra oposición a inyecciones de fondos públicos para que el sistema financiero siga generando dividendos hacia los bolsillos privados. Esos fondos públicos han de ser aprovechados, y orientarse, hacia la atención social de las necesidades de las personas, tanto las que están perdiendo su puesto de trabajo por culpa de la crisis, como todas las que carecen de los medios básicos para vivir dignamente. No se debe expoliar el erario público para seguir engordando la especulación privada, mientras se mantienen, además, escandalosos salarios y contratos blinda-dos a sus principales directivos.
  •  En CGT defendemos los servicios públicos (enseñanza, sanidad, transportes, infraestructuras, etc.) de calidad y universales y, de igual manera, consideramos que el crédito y los seguros también deben tener una función social. Por eso reivindicamos la Banca de titularidad pública. Reivindicamos la participación de las plantillas en la gestión de las instituciones financieras, empezando por los órganos de gobierno y consejos de administración. Los beneficios de la gestión financiera han de revertir en el conjunto de la sociedad, especialmente en forma de abaratamiento y accesibilidad del crédito.
  •  En el mismo sentido, nos oponemos a los proyectos de privatización de las Cajas de Ahorro, y a los intentos en forma de “cuotas participativas”, iniciadas en instituciones como la CAM. Pedimos la regulación y el funcionamiento transparente de las compañías aseguradoras, a veces segundas marcas de las grandes corporaciones, y fuente de explotación y precariedad laboral. De igual manera, reivindicamos las condiciones legales y justas de todo el universo de los trabajadores de Oficinas y Despachos, actualmente víctimas de la dispersión de empresas, de la degradación de sus condiciones laborales e indefensión contra los abusos.
  •  Exigimos la supresión inmediata de los paraísos fiscales, de la práctica fraudulenta de cierres y deslocalizaciones de empresas, del juego perverso de contratas y subcontratas, de la utilización de las ETT’s y de la externalización de servicios. Demandamos la represión de conductas antisociales, que provoquen la pérdida premeditada de puestos de trabajo, así como de las políticas que provoquen discriminación, entre trabajadores que realicen las mismas funciones. Como alternativa ante el cierre de empresas, pedimos la autogestión de las mismas por parte de los trabajadores.
  •  Ante posibles fusiones, absorciones o desaparición de empresas del sector financiero, por efectos de la crisis, es necesaria la defensa de todos los puestos de trabajo, la radical oposición a los despidos, ya sean “por causas objetivas”, o a través de ERE’s. Reivindicamos la supresión de la contratación temporal no justificada, y su conversión en contratos indefinidos. Exigimos la dotación suficiente de personal en los centros de trabajo, la formación adecuada y el respeto a las normas de prevención de riesgos laborales físicos y psicológicos, así como en relación a los atracos.
  •  Debemos insistir en la defensa colectiva de los derechos, contra la individualización de las condiciones, por la recuperación de la negociación colectiva como eje vertebrador de los derechos de todas y todos, contra la imposición de ritmos de trabajo y objetivos comerciales irracionales. Trabajamos por el fortalecimiento de la capacidad adquisitiva de los salarios, por la unificación de los mismos según categorías y funciones. Queremos conseguir la supresión de los conceptos voluntarios, con el reparto equitativo de la masa salarial, además de la reducción de la jornada laboral y la supresión de las prolongaciones irregulares de la misma, así como de las horas extraordinarias.

    En la FESIBAC-CGT nos manifestamos solidarios con las luchas obreras. Junto con toda la Confederación de la CGT participamos en el compromiso de combatir el sistema capitalista, en la construcción de la sociedad igualitaria, de libertades y derechos ; por el justo reparto del trabajo y de la riqueza, y por la preservación del futuro del planeta. Queremos construir una Europa de derechos sociales, motor del cambio a nivel mundial, y por ello nos oponemos firmemente a las directivas europeas, como la “Directiva de las 65 horas” semanales de trabajo, la “Directiva de la Vergüenza” (de expulsión de los trabajadores inmigrantes), la Bolkestein (privatización y deslocalización de servicios públicos) o el propio Tratado de Lisboa.

    Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores y trabajadoras de Bancos, Cajas, Aseguradoras y Oficinas y Despachos para que luchen por sus derechos y, con su participación, vuelvan a recuperar el sentir y utilidad del sindicalismo asambleario, practica-do en CGT, donde todos y todas contamos.

    Si nadie trabaja por ti, que nadie decida por ti

    Contra la crisis, afíliate y participa en la CGT


    Fuente: Secretariado Permanente de la FESIBAC-CGT