- Tras la denuncia presentada en Inspección de Trabajo continúan las movilizaciones para conseguir unas sillas de vigilancia que garanticen la seguridad de los bañistas y la salud de los trabajadores.

- La AMB falta a la verdad cuando dice que se ha asesorado por profesionales del socorrismo. Oscar Camps y Proactiva niegan haber asesorado a la AMB, para este proyecto.

- La CGT denunciamos que participen en el prototipo de la silla exclusivamente arquitectos y no se utilice la experiencia que los socorristas de Barcelona han adquirido sobre el terreno, tanto en seguridad como en prevención de riesgos laborales, a través de los años.

Hace años que los socorristas de las playas de Barcelona reclaman unas sillas de vigilancia que sirvan tanto para garantizar la seguridad de los bañistas como la protección de la salud de los trabajadores. Las sillas de vigilancia actuales tienen más de 30 años de antigüedad, están totalmente anticuadas y los sistemas de vigilancia y seguridad en el mar han evolucionado mucho.

Hace años que los socorristas de las playas de Barcelona reclaman unas sillas de vigilancia que sirvan tanto para garantizar la seguridad de los bañistas como la protección de la salud de los trabajadores. Las sillas de vigilancia actuales tienen más de 30 años de antigüedad, están totalmente anticuadas y los sistemas de vigilancia y seguridad en el mar han evolucionado mucho.

El pasado mes de julio, se ha presentado un nuevo prototipo a la prensa y la CGT lo hemos denunciado en Inspección de Trabajo (junto con las actuales sillas) por no cumplir la Ley de prevención de riesgos laborales, ni tampoco garantiza la seguridad de los bañistas. Los socorristas no han tenido la oportunidad de participar en su elaboración, desaprovechándose los muchos años de experiencia que podrían haber aportado mejoras sustanciales.

En diversas reuniones y escritos los trabajadores del servicio de salvamento y socorrismo de Barcelona le han propuesto al Ayuntamiento de Barcelona y el AMB (Àrea Metropolitana de Barcelona) participar en la realización de las mejoras necesarias para tener un puesto de trabajo que sirva para cumplir sus funciones con eficacia y la respuesta ha sido la presentación de un prototipo realizado por el AMB, con el beneplácito del Ayuntamiento, no tenemos constancia de lo contrario, donde no se garantizará ni la seguridad de los bañistas ni la salud de los trabajadores.

El AMB en un comunicado de prensa afirma que ha recibido el asesoramiento de expertos en salvamento y socorrismo, como Oscar Camps, fundador de Proactiva Open Arms y dueño de las empresas Proactiva Serveis Aquàtics S.L. y Q-Star. Sin embargo se ha demostrado que este hecho es mentira, ya que tanto Oscar Camps, como Proactiva empresa y ONG han negado haber participado en el diseño de AMB.

El proyecto según la licitación la ha realizado https://www.bbg.cat/es/equipo; y no consta que haya, entre sus miembros ningún técnico en prevención de riesgos laborales sino exclusivamente arquitectos y estudiantes. El diseño lo ha de hacer un arquitecto, pero también gente que sepa de prevención de riesgos laborales, de materiales aislantes, y sobretodo contar con los socorristas ya que seguro que pueden aportar mucho

Las sillas de socorrismo no se pueden diseñar exclusivamente por personas que realizan sus funciones detrás de un ordenador, se tiene que contar con los trabajadores, con su opinión, con sus años de experiencia, etc. y lo que se ha hecho ha sido presentar un prototipo que no cumple los mínimos requisitos exigibles para las playas de Barcelona, visitadas cada año por 4,5 millones de visitantes entre abril y septiembre y donde se realizan por parte de los socorristas unas 5.000 actuaciones anuales de las que unas 60 son de gravedad (ahogamientos, infartos, fracturas óseas, etc).

El nuevo prototipo presentado por la AMB, que ha costado 50.000 € de las arcas públicas, no mejora sustancialmente las prestaciones de las actuales, solo su fachada: tiene una altura insuficiente, se aleja la ubicación de la orilla de la playa (los parasoles de los bañistas impiden la visibilidad), en la posición cerrada para protegerse de los cambios climáticos no hay ventilación y se generan altas temperaturas en su interior, también se tiene que anclar en una base de concreto de 5000 kilogramos enterrada en la arena lo que hace muy difícil la movilidad de la torre dependiendo de la orografía de la playa de cada momento y los requisitos de vigilancia según la etapa de la temporada. No entendemos que haya gastado esa cantidad de dinero cuando ya existen soluciones probadas en servicios de salvamento de referencia a nivel mundial por menos de la mitad que ha costado el desarrollo del nuevo prototipo de AMB.

En cuanto a la salud de los socorristas no se utilizan materiales que eliminen las radiaciones ultravioletas adecuadamente, las cabinas no se cierran cuando no hay servicio y por lo tanto están accesibles para cualquier persona siendo conflictivo especialmente por la noche y con el consiguiente riesgo biológico (orina, vómitos, etc) para los trabajadores, tampoco se especifica si son seguras en caso de tormenta eléctrica. Exigimos que se cumpla con la vigilancia y se realicen revisiones dermatológicas dadas la gran exposición al sol y la ausencia de medidas preventivas existentes en la actualidad. Ya se han dado casos de socorristas con lesiones en la piel por la larga exposición al sol y de momento nadie se hace responsable.

El problema se agrava porque hay tres entes que participan en el servicio de salvamento y socorrismo, Ayuntamiento de Barcelona, responsable de las playas; Àrea Metropolitana de Barcelona, proveedor de los puestos de vigilancia y UTE Salvamar, empresa adjudicataria del servicio y quien contrata a los trabajadores. Todos ellos derivan las responsabilidades en los otros y esto provoca una indefensión total en los trabajadores para actuar hasta en temas tan serios como es la prevención de riesgos laborales y la seguridad de los bañistas.

La CGT queremos un servicio de salvamento y socorrismo de calidad en las playas de Barcelona que garantice la seguridad de los bañistas y la salud de los trabajadores. No utilizar materiales ni un diseño correcto que eviten las radiaciones ultravioletas, la imposibilidad de mover la torre dificultando la buena visibilidad de los bañistas, el impedimento a la participación de los trabajadores en el desarrollo del modelo de puesto de vigilancia y todo lo anteriormente expuesto, nos hace pensar que realmente no hay interés en conseguir una torre de vigilancia útil, sino mostrar una imagen nueva, pero no mejorar sus prestaciones ni en seguridad ni en salud.

Salvador Zettelman, CGT-Socorristas Barcelona

Carlos Navarro, CGT-Prensa Barcelona


Fuente: CGT-Socorristas Barcelona, CGT-Prensa Barcelona