El Consejo Federal (CF), instancia legislativa del Congreso Mundial Amazig (CMA) se reunió en sesión ordinaria los días 30 y 31 de julio de 2004 en Almería (España), examinando la reciente evolución de los derechos de las poblaciones amazigs de Tamazga (África del Norte) y de la diáspora.

El Consejo Federal (CF), instancia legislativa del Congreso Mundial Amazig (CMA) se reunió en sesión ordinaria los días 30 y 31 de julio de 2004 en Almería (España), examinando la reciente evolución de los derechos de las poblaciones amazigs de Tamazga (África del Norte) y de la diáspora.

De una manera general el CF constata que vivan donde vivan, los amazigs continúan sometidos a diversos grados de violaciones graves y repetidas de sus derechos fundamentales, que llegan incluso al atentado al derecho a la vida. Los hechos recientes ocurridos en el país de Tamazga ponen en evidencia una vez más que las intimidaciones, las bromas pesadas, las manipulaciones políticas, la corrupción, la marginalización y la violencia institucional bajo sus más diversas formas continúan como principales respuestas contra los amazigs por parte de los estados.

Respecto a Argelia, el CF denuncia que no cesa por parte del estado la represión criminal que se abate sobre las poblaciones amazigs, particularmente en las regiones de Cabilia y de las Aures. Al día de hoy, los 126 asesinados por las fuerzas de seguridad, los millares de heridos, los encarcelados, sus parientes y las poblaciones que han sufrido en sus carnes y en sus almas las heridas más profundas esperan la llegada de una verdadera justicia que ponga fin a las agresiones y a la impunidad. Ni el luto, ni la paz, ni perspectiva estable alguna serán posibles en tanto que el poder argelino continúe castigando a las víctimas y protegiendo a los criminales. Con los recientes atentados contra la libertad de prensa y el encarcelamiento arbitrario de periodistas, la deriva totalitaria está en marcha en Argelia. El CMA llama de manera acuciante a la comunidad internacional para que de manera inmediata los crímenes cometidos en Cabilia y en las Aures sean juzgados y que sus autores sean castigados, que los detenidos chawis de Tkout y los periodistas sean liberados sin cargos y que las reivindicaciones democráticas del movimiento ciudadano de los Aarchs sean plenamente satisfechas y tomadas en cuenta de manera efectiva.

En Marruecos, las declaraciones oficiales a primera vista prometedoras son cotidianamente contradichas por los actos discriminatorios, las prohibiciones a la realización de actividades asociativas y el acoso policial, judicial y administrativo que sufren los militantes del movimiento cultural amazig. Tanto en Errachidia, como en Agadir, en Marrakech como en Al Hoceima y en tantas otras localidades, las fuerzas antidisturbios han hecho ostentación, durante el curso del año 2004, de su fuerza brutal contra manifestantes pacíficos que no hacían sino reclamar un poco de consideración por sus derechos esenciales, tales como el derecho a la tierra, a la lengua propia y a la dignidad. A este respecto, el CMA desea denunciar con la mayor firmeza el secuestro y la cobarde agresión de que ha sido víctima Said Bajji, periodista y militante amazig, el 24 de julio pasado en Khenifra (Medio Atlas). El CMA exige a las autoridades marroquíes toda la luz sobre este acto odioso y un castigo ejemplar para sus autores. De otro lado, el espolio a los aldeanos de sus tierras colectivas ancestrales operado desde hace años por el Makhzen, constituye otra forma de violencia que se acompaña de un grave perjuicio a los valores, al modo y al medio de subsistencia de los campesinos amazigs del país. Sobre esta cuestión particularmente vital, el CMA hace un llamamiento a las ONG especializadas y a los diferentes órganos internacionales competentes para una intervención urgente a fin de detener este asesinato lento de las poblaciones amazigs de Marruecos.

En las Canarias, el archipiélago es objeto de una política de inmigración europea e hispano-americana masiva que conlleva una concentración humana inquietante para el pueblo canario autóctono en los planos económico, social y cultural. Mientras los estudios científicos afirman que una densidad de población superior a 300 hab/km² constituye un peligro para los equilibrios locales, esta política pretende llevar a las Canarias hasta los 1.000 hab/km², afectando gravemente a las condiciones de vida de las poblaciones. Para poner fin a esta política colonial y salvaguardar los intereses propios de las Islas Canarias, la soberanía del pueblo canario resulta la única vía realista y creíble.

Respecto al pueblo tuareg, el Congreso Mundial Amazih quiere expresar su preocupación en cuanto a la suerte que se diseña para las poblaciones tuaregs particularmente en Mali y en Níger. Las comunidades tuaregs permanecen aún alejadas de los círculos de decisión y sus representante en ellos están limitados a hacer el coro a los poseedores del poder real para esperar beneficiarse de las migajas de la ciudadanía.

En Mali, la ausencia de ministros tuaregs en el nuevo gobierno es un grave fallo de los equilibrios necesarios a la cohesión del país y constituye una provocación peligrosa para su estabilidad. Esta situación ilustra, una vez más, la ausencia de voluntad política de parte del estado de Mali de tomar en cuenta y de tratar con sinceridad e igualdad la diferencia que lo opone a la comunidad tuareg. El nombramiento de ministros tuaregs no es ciertamente en sí una prueba de su participación en el poder real, sino que constituye el mínimo de visibilidad que mantendría la esperanza de acceder un días a los verdaderos centros de decisión.

Más grave todavía, el Estado de Mali trata de explotar la situación internacional para acabar de reducir a la nada los derechos de la comunidad tuareg bajo el pretexto de combatir el terrorismo. Así, los Estados Unidos, Francia y Argelia están implantado un dispositivo militar en la región para «asegurar la seguridad», porque Mali y Níger no son supuestamente capaces de hacerlo. El CMA interpela a los Estados Unidos de América, Francia y Argelia para que las poblaciones tuaregs del Norte de Mali y de Níger no sean las víctimas de una política de seguridad que se implanta sin su consentimiento ni participación y de la que estas poblaciones podrían ser las primeras víctimas. El CMA hará responsables a estas potencias de todo daño que los ejércitos de Mali y Níger podrían provocar contra las comunidades tuaregs.

En Argelia, la comunidad tuareg ha sido siempre objeto de un trato particular de parte de las autoridades públicas. La presión policial asfixia a una población que jamás ha accedido a la plena ciudadanía. Después de la independencia del país, ningún tuareg ha tenido, por ejemplo, acceso a un puesto de wali (prefecto) menos aún al de ministro. Sin embargo, la juventud tuareg comienza a tomar consciencia de su marginalización y aspira a unirse al movimiento amazig democrático de Argelia.

En los otros países de Tamazga, especialmente en Túnez, en Libia y en Siwa (Egipto), las poblaciones amazigs soportan la marginalización económica, social y cultural que les conduce inexorablemente hacia una extinción programada. La asimilación forzada, la represión, la muerte o el exilio completan la panoplia de los instrumentos de negación del derecho de los amazigs a la existencia. El CMA, que ha ya advertido a las instancias internacionales a este respecto, cuenta con obtener medidas especiales de protección para las poblaciones amazigs en minoría en estos estados.

Respecto a la diáspora, ésta sufre una doble discriminación : de parte de los estados de origen y de los estados de recepción, particularmente en el acceso a la lengua y a la cultura amazigs. Por razones diplomáticas, los estados, de Europa especialmente, donde vive una fuerte comunidad inmigrante, tienden a prolongar las políticas arabo-islámicas en curso en los países de origen. El CMA se rebela contra el hecho de que la comunidad amazig inmigrante sea un rehén o un objeto de mercaderías inter-estatales. El CMA se felicita por el hecho de que el movimiento asociativo bereber de la inmigración sea portador de reivindicaciones no solamente sobre la enseñanza del tamazigt, sino también sobre el reconocimiento y la toma en cuenta de la identidad amazig en sus aspectos históricos, culturales y de civilización. El CMA invita a las asociaciones a hacer prueba de más determinación a fin de hacer respetar rápidamente los derechos de identidad de la comunidad amazig en los diferentes estados, incluyendo, si fuera necesario, el recurso a las jurisdicciones nacionales, europeas e internacionales.

En fin, el Consejo Federal informa al conjunto de las asociaciones adherentes así como a la opinión pública que el IV Congreso general del CMA se desarrollará los días 4, 5 y 6 de agosto de 2005 en Almería (Andalucía, España). Desde este momento, cada amazig es llamado/a a contribuir activamente para hacer de esta IV gran cita internacional una etapa decisiva en la vía de la restauración de la libertad y de la soberanía del pueblo amazig.

Almería, 31 de julio de 2004
El Consejo Federal del CMA