El FMI es una entidad con un enorme interés en lucrarse, siempre que le sea posible e incluso cuando parece imposible, forzando la quiebra técnica de Estados soberanos, para “ofrecer” su generosa ayuda. Una “ayuda” que sigue una endiablada secuencia: Punto CERO: El FMI se encarga de orquestar una campaña mediática suscitando toda clase de dudas sobre la solvencia de un determinado Estado (España ha sido víctima de ella), y de esta forma crea la alarma en los mercados, que comienzan a no prestar a ese Estado. 

Punto Primero: Se convence al gobierno de turno de ese Estado, de que el déficit estatal debe compensarse con un incremento de las exportaciones. Para ello es necesario que el gobierno devalúe su moneda (cuando tiene esta competencia), haciendo más competitivo sus productos a exportar. Punto Segundo: Se exige, para que se pueda materializar la “ayuda” en forma de créditos (a un alto interés), que el Estado venda las propiedades estatales (Casi siempre son materias primas, terrenos agropecuarios o minas).

Punto Primero: Se convence al gobierno de turno de ese Estado, de que el déficit estatal debe compensarse con un incremento de las exportaciones. Para ello es necesario que el gobierno devalúe su moneda (cuando tiene esta competencia), haciendo más competitivo sus productos a exportar. Punto Segundo: Se exige, para que se pueda materializar la “ayuda” en forma de créditos (a un alto interés), que el Estado venda las propiedades estatales (Casi siempre son materias primas, terrenos agropecuarios o minas). Punto Tercero: Con la moneda del país devaluada, las grandes corporaciones internacionales, amigas del FMI, cuando no socias del mismo, se aprestan manifestar que están dispuestas a invertir en el país, para sacarlo del atolladero, y que debe el FMI apoyar están cuantiosas inversiones. Punto Cuarto: El FMI comunica al Gobierno de turno, que está dispuesto a prestar ingentes cantidades de Dólares, (no cualquier moneda) siempre que el Estado sea el garante. Punto Quinto: El Gobierno presionado, chantajeado o en connivencia con las grandes corporaciones internacionales, acepta la “generosa” oferta del FMI, que no es otra que facilitarle dinero a las corporaciones internacionales para que a compren toda la riqueza del país, cual ganga rebajada, y que quien se encargue de pagar la deuda sea el Estado “ayudado”.

Como se verá, este modus operandi, es un autentico robo a todo un pueblo, que: A) pierde la propiedad de sus riquezas naturales y el patrimonio del estado, que pasan a manos privadas. B) devalúa su moneda con lo cual la plusvalía que pudiera obtenerse de la exportación se debilita y C) a cambio de este expolio, encima, contrae deudas multimillonarias con el FMI, y a unos intereses elevados. Ganan las multinacionales, los bancos que actúan de intermediarios, un puñado de políticos corruptos y sobre todo el FMI. Es muy fácil deducir quien pierde. Una vez más el pueblo que confundido por las estrategias mediáticas no percibe al lobo que se esconde detrás del FMI y de tanta “ayuda” y buen consejo (gratuito) que ofrece. Cuando el FMI oriente para el Norte, sin dudarlo hay que ir al SUR.

Ahora vuelve a aconsejar a España lo que tiene que hacer y más de uno (los periódicos le dan cancha) se creen los “buenos consejos” de este super pirata mundial. Que hay que despedir libremente, bajar los sueldos y recortar pensiones…. Estas son claras recetas para que unos pocos hagan más dinero a costa de los millones de trabajadoras y trabajadores de este país, en activo o jubilados. Si es verdad, porque lo es, que se produce más riqueza la solución pasa por mejor repartirla entre todos los seres humanos. La miseria se reparte sola.

Rafael Fenoy Rico Comunicación Enseñanza CGT

 


Fuente: Rafael Fenoy Rico