La situación de la Atención Primaria de Madrid es cada día más insostenible. El aumento en los últimos dos años de aproximadamente 450.000 habitantes, unido al escaso crecimiento de la financiación pública sanitaria, sitúa a la Comunidad de Madrid en la segunda -únicamente por encima de Baleares- que menos gasta por persona y año, y está impidiendo hacer frente a las necesidades de salud de la población con un mínimo de calidad.

31 de marzo, miércoles, 8 de la tarde. Puerta del Sol. Madrid

La situación de la Atención Primaria de Madrid es cada día más insostenible. El aumento en los últimos dos años de aproximadamente 450.000 habitantes, unido al escaso crecimiento de la financiación pública sanitaria, sitúa a la Comunidad de Madrid en la segunda -únicamente por encima de Baleares- que menos gasta por persona y año, y está impidiendo hacer frente a las necesidades de salud de la población con un mínimo de calidad.

31 de marzo, miércoles, 8 de la tarde. Puerta del Sol. Madrid

Sólo entre los años 2003 y 2004 se ha reducido en un 4,5% el gasto por habitante y año, y eso tomando como referencia el censo de 1999 y no la población real a 1 de enero de 2004. Si comparamos el gasto sanitario en 1998 (1108 € por persona y año) con el de 2004 (859 €), este descenso alcanza el 22,47%, según datos oficiales.

Si este déficit de financiación se traduce en escasez de plantillas e infraestructuras -masificando las consultas y sobrecargando a los profesionales-, el importante crecimiento de la población mayor de 65 años (que presenta más problemas de salud), está llevando a una situación límite a esta Comunidad.

A este exceso de población por profesional y al escaso tiempo disponible por paciente, se suma el bajo poder de resolución de la Atención Primaria en cuanto al acceso a pruebas complementarias. La suma de estos tres factores impide garantizar una atención sanitaria con un mínimo de calidad. Y no debe olvidarse que con apenas el 30% de la financiación sanitaria pública destinada a este nivel de atención -incluidos los enormes gastos de farmacia, que no implican la existencia de medios de atención-, se resuelve el 90% de los problemas de salud que se presentan en la Comunidad de Madrid.

En tal situación esta Coordinadora ve el futuro con preocupación e incertidumbre, al entender que la falta de dotación apropiada y la precariedad de la Atención Primaria fomentará que la población recurra a otros niveles y servicios asistenciales -más costosos-, lo que incidirá negativamente sobre el escaso gasto sanitario global de la Comunidad, iniciando así un círculo vicioso que hará tender la atención sanitaria pública a niveles de beneficencia.

Por ello la Coordinadora de Equipos de Atención Primaria de Madrid, con el respaldo de casi 6.000 firmas de trabajadores recogidas en 2 meses, ha iniciado un proceso de movilizaciones para lograr unas plantillas y condiciones laborales que considera mínimos para poder desarrollar el trabajo en Atención Primaria suprimiendo riesgos evitables para la población

Establecimiento de entre 1.300 y 1.500 habitantes por médico y personal de enfermería, y entre 750 y 900 por pediatra, a fin de lograr dedicar a cada usuario un mínimo de 10 minutos por consulta. Disminución de estos máximos según dispersión geográfica y características del grado de frecuentación de cada población (edad, zonas desfavorecidas, indicadores de salud, etc.).

Ampliación de las plantillas de auxiliares administrativos de los centros de salud en proporciones reales al crecimiento de la población y teniendo en cuenta las características demográficas y sociales, con un máximo de 2.500 habitantes por auxiliar administrativo.

Mismo proceder con el resto de las categorías : matronas, fisioterapeutas (1 por cada 15.000 habitantes), dentistas, trabajadores sociales (1 por zona básica de 20 a 25.000 habitantes), celadores, auxiliares de enfermería e higienistas dentales, atendiendo a la petición de, como mínimo, un profesional de cada categoría por Equipo de Atención Primaria, y en el caso de auxiliares de enfermería e higienistas dentales, uno por turno de trabajo y consulta respectivamente.

Suplir el 100% de las ausencias del personal por enfermedad o vacaciones, evitando que la falta de cobertura perjudique a la población con demoras y masificación en consultas y servicios administrativos.

Jornada de 35 horas semanales de lunes a viernes y sin ninguna otra variante. Para los Servicios de Urgencia y el personal de refuerzos de Atención Primaria, disminución proporcional de la jornada.

Mantenimiento y refuerzo tanto en medios como en plantillas de los Servicios de Urgencia de Atención Primaria, integrando al personal de refuerzos de este nivel con las mismas condiciones económicas y derechos sociales que el personal fijo de dicho servicio para acabar así con los contratos basura.

COORDINADORA DE EQUIPOS DE ATENCIÓN PRIMARIA DE MADRID