Las conversaciones sobre el clima de las Naciones Unidas en Copenhague terminaron en fracaso, ya que los líderes mundiales no pudieron alcanzar un acuerdo vinculante para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.

Las conversaciones sobre el clima de las Naciones Unidas en Copenhague terminaron en fracaso, ya que los líderes mundiales no pudieron alcanzar un acuerdo vinculante para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.

En lugar de llegar a un consenso global, Estados Unidos, China, Sudáfrica, Brasil e India se reunieron a puertas cerradas y redactaron un documento no vinculante conocido como el “Acuerdo de Copenhague”.

El acuerdo busca limitar el calentamiento global a un aumento máximo de temperatura de 2 grados Celsius, pero no especifica objetivos para los recortes de las mencionadas emisiones. El Presidente Obama describió el acuerdo no vinculante como un avance sin precedentes.

Delegados de todo el mundo denunciaron el acuerdo liderado por Estados Unidos como una farsa antidemocrática en la que se sacrificaron los intereses de los países más pobres. Lumumba Stanislaus Di-Aping, presidente del grupo G-77 de países en desarrollo, comparó el acuerdo con el Holocausto. El presidente de Amigos de la Tierra, Erich Pica, describió el acuerdo climático liderado por Estados Unidos como una forma de encubrimiento.

El pasado viernes por la noche, manifestantes por el clima se congregaron en Copenhague y portaron antorchas con las que formaron la palabra “Vergüenza”. Centenares de manifestantes se reunieron frente al lugar de las conversaciones y entonaron el eslogan “Justicia climática ya”.

BOLETÍN DEMOCRACY NOW ! EN ESPAÑOL
Lunes, 21 de diciembre de 2009


Fracasó la cumbre del clima : Greenpeace

Jorge Olmedo / El Sol de México
Foto : Mónica Vega / El Sol de México

Ciudad de México.- Con un espectacular escenario que muestra lo que el cambio climático puede provocar en nuestro país ; la organización ecologista alertó ayer del fracaso y la falta de un acuerdo legalmente vinculante, que obligue a las naciones industrializadas a reducir en al menos un 40 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ya que se condena al mundo a padecer los efectos de ese fenómeno.

Con una réplica del Ángel de la Independencia y de autos en medio de una severa inundación, 20 activistas de esta organización ambientalista representaron, en el lago de Chapultepec, uno de los más graves impactos que ocasionaría el incremento de la temperatura promedio del planeta durante el siglo XXI y enviaron un mensaje a los asistentes a la próxima COP-16 : «Bienvenido-Welcome México» con la demanda : «Políticos : ¡fallaron ! ¡Resuelvan su desastre climático !», en alusión a la próxima celebración de la décimo sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16) en el 2010, de la que México será sede.

Greenpeace con su peculiar forma de manifestarse, hizo un llamado a los políticos del mundo a resolver la crisis del clima que se avecina luego de que dejaron pasar esta oportunidad durante la recién terminada Cumbre del Clima de Copenhague.

El coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace México, Héctor Magallón, aseveró que Copenhague fracasó y responsabilizó a los políticos que sirven a intereses particulares y no a lo que el planeta y la humanidad necesitan.

En su mensaje, precisó que los políticos reunidos en Dinamarca durante las dos semanas anteriores fallaron rotundamente ya que no tuvieron la suficiente voluntad política para construir un acuerdo justo, ambicioso y obligatorio para evitar los peores impactos del cambio climático.

El Acuerdo de Copenhague, que algunos festejan como un paso importante, no lo es ya que no contiene metas de reducción de emisiones de GEI para los países desarrollados, es sólo maquillaje verde. Por lo tanto, no evitará que la temperatura promedio del planeta se incremente más allá de dos grados centígrados, como recomienda la ciencia.

Advirtió que los jefes de estado que acudieron a la décimo quinta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP- 15) en Copenhague fallaron y ahora todos vamos a sufrir las consecuencias de su incapacidad para actuar y, como siempre, son los más pobres, 170 millones de personas en el mundo, los que sufrirán los peores impactos del cambio climático. Tan sólo en las zonas costeras de nuestro país, hay 20 millones de personas vulnerables a inundaciones como la que aquí se representa y que ya han ocurrido en Tabasco y Chiapas. Pero nuestra vulnerabilidad no se detiene ahí : en total hay por lo menos 70 millones de mexicanos con un alto riesgo frente a este fenómeno.

En el comunicado distribuido por Greenpeace se precisó que de acuerdo con la información científica proporcionada por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, para impedir que la temperatura promedio del planeta se incremente más de dos grados durante el presente siglo y evitar los peores impactos de este fenómeno es necesario reducir drásticamente las emisiones de GEI, principalmente de bióxido de carbono (CO2), provenientes sobre todo de la quema de combustibles fósiles y la deforestación.

Para lograrlo, es necesario que los países industrializados reduzcan sus emisiones de GEI en 40 por ciento y detener totalmente la deforestación de los bosques del planeta antes de 2020. Por su parte, los países en desarrollo deben reducir entre 15 y 30 por ciento sus emisiones. Esto sólo será posible si los países desarrollados, que son los principales causantes del cambio climático, se comprometen a pagar su deuda histórica como mayores emisores de GEI con la creación de un fondo de 140 mil millones de dólares anuales.

Lo acordado durante la Cumbre del Clima en Copenhague no es justo, ni equitativo ni ambicioso y mucho menos obligatorio. No es justo ya que se espera que los países pobres asuman el costo de un problema que los países más ricos han ocasionado ; no es ambicioso ya que los países industrializados se niegan a reducir sus emisiones de GEI de acuerdo con lo que la ciencia y su responsabilidad histórica señala, y no es obligatorio, ya que lo acordado ni siquiera ha sido adoptado oficialmente por la COP 15. El resultado de Copenhague nos pone en un escenario de incremento de temperatura de al menos tres grados centígrados y es inaceptable.