Desde hace tres años está pendiente de unas obras que no se han iniciado.
La sección sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en la Delegación para la Igualdad y Bienestar Social denuncia que la Junta de Andalucía ha dejado sin personal un comedor para personas mayores diabéticas que funcionaba en la calle Agustín Moreno. María José Cantarero, delegada sindical de CGT, ha informado a este periódico de que "el comedor se cerró temporalmente hace tres años, entonces dijeron que para realizar unas obras de mejora, pero esas reformas no han comenzado, no hemos visto un solo indicio de obras, al contrario, el edificio se ha deteriorado mucho en este tiempo".
Desde hace tres años está pendiente de unas obras que no se han iniciado.

La sección sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en la Delegación para la Igualdad y Bienestar Social denuncia que la Junta de Andalucía ha dejado sin personal un comedor para personas mayores diabéticas que funcionaba en la calle Agustín Moreno. María José Cantarero, delegada sindical de CGT, ha informado a este periódico de que «el comedor se cerró temporalmente hace tres años, entonces dijeron que para realizar unas obras de mejora, pero esas reformas no han comenzado, no hemos visto un solo indicio de obras, al contrario, el edificio se ha deteriorado mucho en este tiempo».

Hasta este año, los trabajadores de ese comedor estaban rotando por otros centros de la Delegación para la Igualdad, pero «ante la incertidumbre laboral que tenían, en el último concurso de traslados todos han pedido nuevas plazas y se las han dado, por lo que ahora el servicio no tiene sede ni personal», afirma la delegada sindical, para quien esta actitud «nos confirma lo que ya temíamos, que la Junta ha desmantelado este centro».

María José Cantarero destaca que el comedor para mayores diabéticos de Igualdad «atendía a un centenar de personas mayores con baja renta, muchos con pensiones no contributivas, que no les permitían contratar ayuda doméstica ni nada, y en algunos casos eran dependientes o tenían dolencias serias además de la diabetes, como alzheimer», y asegura que «muchos abuelos han muerto de pena porque les han cerrado lo que ellos consideraban su casa, allí desayunaban, comían, dormían la siesta y hasta se llevaban la cena a casa. Además, en el centro había muy buenos profesionales que los cuidaban como si fueran sus familias».

TRASLADOS Según la delegada sindical, la Junta informó a estos beneficiarios de que acudieran a otros centros de día, «pero son personas con problemas de movilidad, dependientes en muchos casos, y desde Agustín Moreno les mandaban a Carbonell y Morand», por lo que considera que la mayoría de ellos se quedaron sin ayuda pública y a muchos eso les supuso un agravamiento de sus dolencias.


Fuente: ANA ROMERO/Diario de Córdoba