Primero fue el personal de reparto en sábados engañado con una incorporación tras la Navidad que nunca llegó y finalmente despedido sin previo aviso, ahora le toca al personal que cubre las plazas vacantes.

Primero fue el personal de reparto en sábados engañado con una incorporación tras la Navidad que nunca llegó y finalmente despedido sin previo aviso, ahora le toca al personal que cubre las plazas vacantes.

Correos,
el operador prestador del Servicio Postal Universal por 15 años tras
la reciente liberalización del sector, está desatendiendo el
servicio al ciudadano encomendado al no cubrir los puestos vacantes
existentes en la provincia en un intento de amortizar puestos de
trabajo. Los puestos afectados pertenecen tanto a distribución,

Correos,
el operador prestador del Servicio Postal Universal por 15 años tras
la reciente liberalización del sector, está desatendiendo el
servicio al ciudadano encomendado al no cubrir los puestos vacantes
existentes en la provincia en un intento de amortizar puestos de
trabajo. Los puestos afectados pertenecen tanto a distribución,
carteros, como en oficinas a los empleados que atienden al público.

Esta
maniobra, consistente en redistribuir la carga de trabajo de las
plazas no ocupadas, provoca un incumplimiento del artículo 24 de la
recién aprobada Ley, que obliga al operador público a dar servicio
a todos los domicilios al menos todos los días laborables de la
semana de lunes a viernes, en el caso de la división de
Distribución. En el caso de las oficinas, provoca la falta de
atención adecuada a los usarios que se ven afectados por largas
esperas.

Dicha
redistribución somete al personal de Correos a sobrecargas y a un
aumento del recorrido que los carteros ya tienen asignado. La
consecuencia de no poder asumir este sobreesfuerzo que este servicio
público exige a sus empleados, es que los carteros no pueden llegar
al final de su reparto y por tanto, se ven obligados a dejar sin
correo calles enteras. Tanto para los carteros, como
para los empleados que atienden a las ventanillas de Atención al
Cliente, el estrés se convierte en un elemento más con el que tener
que trabajar y atender a los usuarios del servicio.

CGT
denuncia que esta política restrictiva, en cuanto a medios humanos
se refiere, está afectando a varias oficinas de la provincia, así
podemos encontrar entre Linares, Andújar y Jaén capital una cifra
en torno a 21 empleos que ha de asumir el resto de la plantilla. Las
vacantes que no se cubren es empleo que se pierde. Esta situación
lleva el añadido de la retención en las carterías de los objetos
certificados y notificaciones administrativas con el consiguiente
perjuicio para el usuario y las entidades emisoras de dichas
notificaciones. Nada más que en la oficina de Linares se puede
contabilizar una acumulación de más de 2.000 certificados. En
Andújar la restricción llega hasta el material de oficina, sillas
con asientos partidos, carpetas de trabajo en pésimo estado y avisos
de llegada que no se suministran.

CGT
insta a la dirección de la Zona 8 de Correos a la que pertenece la
provincia de Jaén a que disponga los medios humanos necesarios para
subsanar estas incidencias y el usuario pueda ser atendido como
merece y la ley exige. Si hace dos meses no escatimaron en recursos
para presentar el plan de empresa pagando a numerosos directivos
hoteles y dietas en cada una de las provincias que integran la Zona
8, que hagan lo mismo para cumplir con el derecho de los ciudadanos a
este servicio público.

CGT Correos Jaén.


Fuente: CGT Correos Jaén