Entrevista a Cristina Valls Fernández, deportada por los hechos de Atenco (3 y 4 de mayo de 2006), por cgtchiapas.org, publicada en el Rojo y Negro 240 de noviembre de 2010

Entrevistamos a Cristina Valls Fernández, una de las cinco personas deportadas durante el operativo, quien hoy en día se plantea seguir la denuncia jurídica hasta llegar a la Comisión Interamericana, tras confirmar que desde el Estado español se ha impuesto el silencio sobre su caso tanto a nivel judicial como desde el ejecutivo.

 

Las mujeres en México siguen gritando ¡Ya basta! Tras más de 4 años del
experimento politico que resultó ser Atenco, con dos jóvenes asesinados
por el dispositivo policial, más de 200 personas detenidas, la tortura
sexual como método de humillación programado y sistemático a l@s
luchadores sociales, condenas ejemplarizantes, y la criminalización y
ataque directo a la solidaridad de La Otra Campaña; la rebeldía sigue su
camino derrumbando fronteras y perforando los muros de las prisiones.

Las mujeres en México siguen gritando ¡Ya basta! Tras más de 4 años del
experimento politico que resultó ser Atenco, con dos jóvenes asesinados
por el dispositivo policial, más de 200 personas detenidas, la tortura
sexual como método de humillación programado y sistemático a l@s
luchadores sociales, condenas ejemplarizantes, y la criminalización y
ataque directo a la solidaridad de La Otra Campaña; la rebeldía sigue su
camino derrumbando fronteras y perforando los muros de las prisiones.

El 1 de julio de 2010, se abrían las puertas de los penales a los últimos 12 presos por Atenco. ¿Cómo analizas el dictamen de la Suprema Corte de justicia de la Nación?
Creo que ha sido un trabajo constante y latente del movimiento social el que ha hecho que la Suprema Corte tomara esta decisión. Han sido muchxs adherentes de la otra campaña en México y en un montón de países, lxs compañerxs del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y los plantones afuera del penal, los que han estado luchando porque este encarcelamiento no cayera en el olvido.
No había cómo dejarlos dentro, la acusación no se sostenía y la presión por parte de los movimientos sociales, ha sido muy fuerte.
¿Que recuerdos te quedan hoy de las intensas horas que viviste los primeros días de mayo de 2006?
Me queda la fuerza que tenía la señora que nos abrió su casa para resguardarnos y las caras de impotencia de lxs compañerxs mientras veíamos en la televisión la manipulación de los medios a tiempo real, lo que decían no era lo que estábamos viviendo y nosotras estábamos ahí.
Me queda una gran rabia que seguirá acompañándome en la lucha hasta que el cuerpo de la mujer deje de ser un territorio que ocupar para demostrar opresión y dominación.
¿Cuál ha sido el trato que el gobierno del Estado español ha dado al caso de las deportaciones políticas por Atenco 2006?
Silencio. No ha movido un dedo a lo largo de todo este tiempo. No les interesa, pues hay muchos pactos y cláusulas entre estos dos gobiernos represores. Además de que tampoco les importa, claro está.
En lo referente a la lucha legal, ¿cuáles son las opciones que se abren a partir de ahora?
Bueno, después de que en el Estado Español se cerraran todas las puertas a las que toqué para que se abriera una investigación, puertas que fueron la fascista institución de la Audiencia Nacional y el Tribunal Constitucional, estoy mirando hacia la Comisión Interamericana, que es donde están 11 compañeras mexicanas denunciando estos hechos.
En más de 4 años, la cuestión de la Tortura Sexual ¿cómo ha evolucionado en México desde el operativo de Atenco?
No ha habido castigo a los responsables, ni materiales ni intelectuales, así que nada ha cambiado, no ha habido un precedente de nada en cuanto a la jurisdicción.
Lo que sí es cierto es que hemos sido muchas mujeres las que hemos alzado la voz y hemos denunciado la violación en nuestras cuerpos, siendo una denuncia difícil en esta sociedad, por eso es muy valiosa, ya que visibiliza este hecho. 
Pero en cuestión de Estado nada ha cambiado, lo vemos por ejemplo con los feminicidios, que siguen aumentando tanto en Chihuahua como en todo el país y esos son crímenes de estado que se cometen a diario y que implican tortura sexual y asesinato.
¿Qué podemos cambiar en relación a los niños y niñas de hoy, para que mañana no ejecuten ni legitimen activa o pasivamente la violencia política?
Para mí hay un mal que se llama patriarcado, éste hace que haya opresores y oprimidas y lo hace muy bien desde la más tierna infancia.  Así que una, sería incidir en este tema, para mí el principal para un crecimiento sano.
Otra es facilitarles la información que no se ve y advertirles que los medios masivos mienten, manipulan y esconden muchas verdades, represiones y acontecimientos. También el sentido de las cárceles y quiénes las habitan. De chiquita pensaba que las cárceles estaban llenas de delincuentes y que lo que decían las noticias de la tele eran verídicas.
A día de hoy, ¿cuáles son los logros que reconoces en las organizaciones sociales mexicanas ante los procesos de violencia estructural del Estado y del sistema capitalista?
Organización, denuncia y difusión en medios independientes.
La lucha por la libertad de los presos polític@s en México avanza, lo vemos en casos como la reciente libertad condicionada de Víctor Herrera Govea en DF. Desde fuera de México, ¿qué formas de lucha, difusión y apoyo creativas podemos generar?
La presión constante juega un papel decisivo en estos procesos, así que creo que las campañas son una buena forma de apoyo en contra de la represión, la difusión mediante los medios libres y creo que las acciones en las calles, de lo local a lo global, son muy importantes para compartir realidades.
¿Cómo ves la situación de las Comunidades Zapatistas en Chiapas? ¿Qué escenario se puede preveer a medio plazo?
La situación es difícil, los grupos paramilitares como la OPDDIC y el Ejército de Dios están haciendo un trabajo muy sucio. El gobierno sigue vendiendo proyectos a empresas monstruo y manda a estos grupos paramilitares a romper el tejido comunitario y despojar a las bases de apoyo.
Ésta es una guerra difícil, pero la confianza en lxs compañerxs zapatistas es muy grande, su forma de resistencia se me hace incuestionable y lo que nos queda al resto es apoyar sus demandas, sus exigencias y sus decisiones, además de difundir la situación para no llegar al silencio ni al olvido.