La esperanza, esa que todos y todas sabemos que muere hasta el último momento, hay quienes la quieren enterrar en una caja de cartón. Mientras el PRI y Ulises Ruiz festinan irracionalmente su triunfo electoral del 5 de agosto, obviando la ilegitimidad de este proceso por el histórico nivel de abstencionismo del mas del 70 %, los partidos de supuesta izquierda, el PRD, PT y Convergencia, a través de sus representantes, lanzan iracundos mensajes de reclamo y chantaje, indistintamente contra un pueblo abstracto y la APPO, como culpables directos, según ellos, del fracaso electoral de sus candidatos y candidatas ; magnánimos como son, tienden la mano al pueblo ofreciéndoles una posibilidad de redención en la siguientes elecciones, las municipales en octubre próximo.

La esperanza, esa que todos y todas sabemos que muere hasta el último momento, hay quienes la quieren enterrar en una caja de cartón. Mientras el PRI y Ulises Ruiz festinan irracionalmente su triunfo electoral del 5 de agosto, obviando la ilegitimidad de este proceso por el histórico nivel de abstencionismo del mas del 70 %, los partidos de supuesta izquierda, el PRD, PT y Convergencia, a través de sus representantes, lanzan iracundos mensajes de reclamo y chantaje, indistintamente contra un pueblo abstracto y la APPO, como culpables directos, según ellos, del fracaso electoral de sus candidatos y candidatas ; magnánimos como son, tienden la mano al pueblo ofreciéndoles una posibilidad de redención en la siguientes elecciones, las municipales en octubre próximo.

Fue particularmente revelador escuchar en los medios de comunicación la invitación al pueblo de Oaxaca a dejar atrás, decían, “el odio, el miedo y la desesperanza y salir a votar en octubre”. El mensaje es obvio, los cientos de miles de hombres y mujeres que no salieron a votar el 5 de agosto son miedosos, iracundos y sin esperanza. Calificativos de similar talante han sido esgrimidos a los cientos de miles abstencionistas por algunos representantes de los partidos políticos de supuesta izquierda, y para no desentonar, dentro del concejo estatal de la APPO, ilusoria dirigencia del movimiento social, Florentino López Martínez, eternizado vocero de la APPO, también atribuye al miedo de los y las oaxaquen@s el fracaso electoral del PRD, PT y Convergencia y de su propia organización, el FPR, encaramada también en este circo electoral, ampliamente repudiado por el movimiento de los pueblos de Oaxaca.

De manera que después de la estupefacción de los primeros días provocada en la clase política de supuesta izquierda por el enorme e histórico abtesionismo del 5 de agosto, empiezan, desde sus diferentes partidos y organizaciones, a consensuar una explicación conveniente a sus intereses. Fue el miedo y la desesperanza.

Así las cosas, l@s mism@s hombres y mujeres participantes del movimiento social que han defendido, aun a costa de su propia vida, su territorialidad e ideas, ahora son aterrorizados bajo no sé que medios -no lo explican, los que así razonan su fracaso electoral- al punto de no tener valor para depositar una boleta de papel en una caja de cartón, de manera que de aquellos seres humanos valientes, dignos, llenos de esperanza que llenan las calles de Oaxaca con las marchas, las cárceles de Oaxaca y el país, con su dignidad recalcitrante, e inclusive que el año pasado llenaron de votos las urnas, nada quedaría, excepto seres timoratos, llenos de odio y carentes de toda esperanza.

Parece ser que el coqueteo morboso de los partidos políticos de supuesta izquierda para con el movimiento de los pueblos de Oaxaca ha llegado a su fin, lejos en el tiempo quedan esas dulces declaraciones -nunca mas que eso- de apoyo de estos partidos para con el movimiento, cuando este, con su empuje arrollador les concedió nueve diputaciones federales y dos senadurías en julio del año pasado.

Estas declaraciones de los partidos políticos de supuesta izquierda y sus aliados al interior del consejo de la APPO, deja claro lo lejos que están estos del camino y la búsqueda que los pueblos de Oaxaca, desde hace mas de un año, han empezado a recorrer. También han hecho más claramente su posición, la cual es evidente más cercana al partido en el poder y a la clase que representan que a la gente sencilla y honesta que participan en el movimiento de la APPO. Esto lo demuestra el ningún recato y vergüenza con que hoy allá arriba, en la mesa de los poderosos negocian intercambiar impunidad por cúrales, para proteger a Jorge Franco Vargas y Lizbeth Caña Cadeza, genocidas del pueblo de Oaxaca, a cambio de que el PRI conceda a la Coalición por el bien de todos (PRD, PT y Convergencia) algunos diputados uninominales, con lo cual, de concretarse, quedaría evidente la postura unitaria de toda la clase política en contra de un pueblo, que busca justicia y libertad verdadera.

Sin negar la posibilidad de que algun@s de l@s oaxacaqueñ@s que se abstuvieron de votar padecieron tales sentimientos de ira, miedo y desesperanza, no menos probable es que el motivo de la abstención sea el desprecio y rechazo a toda clase política, probabilidad que toma la forma de poderosa certeza en la gran mayoría de los hombres y mujeres participantes del movimiento, los cuales, a pesar de llevar más de un año luchando, y que muchos de ellos han sufrido violencia, violaciones, tortura, persecución y muerte, no por ellos han perdido la esperanza de lograr un cambio profundo para Oaxaca, y sacar a Ulises Ruiz.

La clase política de todos los partidos, que con estas declaraciones se pretenden erigir como monopolizador de la compra-venta de esperanza, olvidan que son ellos, precisamente, con sus promesas vanas e incumplidas de justicia, cambio, bienestar y la franca traición que hacen a quines confían en ellos, poniéndose al servicio de los intereses de los poderosos, los mas grandes asesinos de la esperanza.

La esperanza de la gente sencilla y honesta de Oaxaca no han muerto, sino que de manera sabia ha sido mantenida a salvo de traiciones y frustraciones al no participar en el proceso electoral. Antes bien, el movimiento de los pueblos de Oaxaca, en su búsqueda incansable de justicia y libertad, busca y encuentra inéditos caminos, pacíficos y contundentes para lograr una auténtica liberación. La lucha de los pueblos de Oaxaca sigue, y el 5 de agosto se ha manifestado en toda su vitalidad. ¡No !, la esperanza no ha sido enterrada en una caja de cartón.


Fuente: David Venegas Reyes “Alebrije”. Penitenciaria Central Santa Maria Ixcotel, Oaxaca