La noche del lunes varias personas se subieron a dos robles situados en las obras del TAV en las inmediaciones del barrio de Bekea (Galdakao). Su objetivo : hacer frente a la tala indiscriminada y la destrucción que está ocasionando la Y vasca, sobre todo en esta zona particular.

La noche del lunes varias personas se subieron a dos robles situados en las obras del TAV en las inmediaciones del barrio de Bekea (Galdakao). Su objetivo : hacer frente a la tala indiscriminada y la destrucción que está ocasionando la Y vasca, sobre todo en esta zona particular.

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Los árboles sobre los que se situaron son los últimos que quedan en pie en el trazado del TAV entre Basauri y Zornotza, actualmente casi destrozado por completo. Se quería recoger así el testigo de la defensa del bosque de Itsasondo, donde varias personas permanecieron más de una semana encaramadas en hayas y continuar el espíritu de las acciones de solidaridad en Portugalete, Durango, Bilbo, Donosti y Gernika…

Los acontecimientos dieron comienzo sobre las 10:30 del martes, cuando una docena de activistas bajaban a una de las zonas de tala. Detrás de una pancarta con el lema «Amalurra defendatu» se dirigieron a los operarios para avisarles de la situación de los encaramados en los robles y para detener los trabajos de desbroce del bosque. Los opositores al TAV lograban su objetivo temporalmente hasta la llegada de la Ertzaintza, media hora más tarde.

Desde este momento, la presencia policial empezó a acumularse en la zona de obras hasta que, sobre las cuatro de la tarde, el equipo de escalada de la Ertzaintza acudía al lugar y desalojaba a los dos activistas que resistían en lo alto del roble. Fueron llevados detenidos a la comisaría de Galdakao y fueron finalmente liberados durante la tarde después de ser acusados de daños, desórdenes y coacción. Otras tres personas fueron identificadas por la policía a lo largo del día.
Es necesario hablar de la actitud hostil de los guardias de seguridad, que en más de una ocasión estuvieron a punto de causar más de un atropellamiento con las furgonetas durante persecuciones a activistas que ya habían salido del recinto de obras. Esto, junto a la presencia policial desmedida contrasta bastante con el carácter pacífico de la actividad de los opositores al TAV.

Son indicios de que estas luchas molestan y a las autoridades no dudan en aplicar su fuerza. Sin embargo, las acciones de solidaridad se multiplican y que aunque, en el día de hoy, la represión se ha articulado muy rápidamente, los ánimos están altos. El observar de primera mano la total destrucción de Bekea y ver que están talando los últimos árboles, acrecienta la necesidad de actuar de nuevo. La próxima será muy pronto.

AHTri EGURRE !! LEÑA AL TAV !!