Derechos humanos. Clarence Ray Allen
Todos los días del año, todas las horas del día, los países continúan haciendo lo que mejor saben hacer… terrorismo
Derechos humanos. Clarence Ray Allen

Todos los días del año, todas las horas del día, los países continúan haciendo lo que mejor saben hacer… terrorismo

Derechos humanos. Clarence Ray Allen

Nos hablan del terrorismo en tanto ordenan disparar sus misiles contra la población civil.

Nos hablan del terrorismo y en su nombre invaden país soberanos para imponer la muerte como ley.

Nos hablan del terrorismo y en su nombre detienen, torturan, condenan, legislan, prohíben, persiguen y matan.

Nos hablan del terrorismo quienes mas tienen que callar por ser ellos mismos los que desde el terror se hacen fuertes, desde el terror gobiernan, desde el terror declaran guerras, desde el terror llenan sus bolsillos, desde el terror magnifican el terrorismo como instrumento del poder.

Por eso, porque el terror y el terrorismo es su herramienta mas valida, los estados no logran ponerse de acuerdo a la hora de lograr una definición que les valga como arma arrojadiza y que no haga como el mítico bumerang un obligado retroceso que ponga en entredicho sus políticas y sus métodos.

La pena de muerte es una práctica mas o menos habitual en muchos países que se autodefinen progresistas, modernos y demócratas. La pena de muerte es la venganza del estado contra sus propios reos, es una venganza cobarde.

Clarence Ray Allen de 76 años, ciego y sordo, ha sido ajusticiado en California (Estados Unidos) después de permanecer 23 años en el llamado corredor de la muerte, esperando quien sabe que.

Según declaraciones del ajusticiado sus ultimas palabras iban a ser “Este es un buen día para morir”. Lo cierto es que no me imagino un buen día para morir pero si miles, ocho mil cuatrocientos dos mas o menos, para odiar la vida.

La justicia le juzgo y condeno por la muerte de una persona y la inducción a la muerte de otras tres, testigos de cargo en su juicio, y no “ha tenido tiempo” para hacer cumplir la sentencia, o tal vez ha querido hacerla mucho mas dura si es posible.

Se puede morir por tanto que una inyección letal, ese ha sido según parece el método utilizado con este reo, no debe ser el peor de todo y tal vez, solo tal vez, por ello la justicia, y el poder que la administra y delimita, se venga de los enemigos del sistema con mucha mas virulencia. 23 años en el corredor de la muerte esperando la conmutación, tal vez, la ejecución, tal vez, o la muerte natural, seguramente, dan para muchos odios y muchas venganzas.

California tiene en este momento, según leo, 647 reos esperando en ese corredor de la muerte, esperando que se cumpla la sentencia, que se conmute, que se revise su caso o morir cualquier día entre lo uno y lo otro.

Estados Unidos y otros 90 países continúan legalizando la pena de muerte como sentencia final. Eso es terror, eso es terrorismo.

Mi condición de ciudadano de a pie me libra de juzgar y condenar, seguramente no sabría hacerlo, hechos como los que motivaron que Clarence Ray Allen fuese sentenciado a muerte… no sabría, pero lo cierto es que cada día son mas y mas los países abolicionistas.

Había empezado hablar de los Derechos Humanos, del Terror y el Terrorismo, de la Tortura, el Asesinato y la Pena de Muerte. Es un abanico demasiado amplio para unas líneas sencillas que solo quieren llamar la atencion de la sociedad que nuestros silencios están posibilitando.

No le quito el deber de la justicia para juzgar y sentenciar, le quito el que sentencia según los intereses personales y partidarios de quienes la aplican.

No le quito el poder a quienes deberían hacer velar la convivencia y deben perseguir el delito donde este se produzca, les quito la practica de la tortura como sistema, la del asesinato porque si, la manipulación de pruebas que obvia la presunción de inocencia y el uso de acusaciones inculpatorias arrancadas golpe a golpe.

Le niego a todo poder el derecho de exportar guerras y muertes.

Les niego el derecho que les permite condenar a muerte y tener a estos reos en corredores y celdas que agigantan la condena misma.

Y niego a todos aquellos países, y son muchos, que habiendo firmado el protocolo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos ningunean día a día su aplicación en intereses de oscuras razones de estados.

Todo lo anterior, el terror, el terrorismo, el asesinato, la tortura, la pena de muerte están negadas en esta declaración firmada un 10 de diciembre del 1948 y en cuyo preámbulo dice “Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana” esta claro que la totalidad de sus artículos nos deberían comprometer a todos.

Si alguno quiere leerlos o volver a leerlos este puede ser un buen sitio. http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm

Todos los días del año los estados condenan a muerte a miles de ciudadanos de ese mundo por el solo hecho de haber nacido allí donde le vinieron a parir, porque sus intereses o los de terceros quieren que sea delito vivir, o por “daños colaterales” que le hacen reventar en mil alcanzados por inteligentes maquinas de matar.

Todos los días del año, todas las horas del día, los países continúan sembrando terror porque saben que el miedo individual es la mejor razón que tienen para continuar haciendo lo que mejor saben hacer… terrorismo.

2006 – 01 – 17
Intxaurrondo (Altza – Euskal Herria)


Par : Nebera



Fuente: Nebera