Montañas cubiertas de niebla y nieve observan el penoso ascenso de la novena marcha indígena de zonas tropicales de Bolivia, que pone en entredicho la política gubernamental de defensa de la naturaleza y rechaza la construcción de una carretera por una zona protegida de selva y abundante agua.

Cerca de un millar de personas avanzan hacia La Paz desde la ciudad de Trinidad, a 600 kilómetros de distancia, donde inicio la movilización el 27 de abril, con el propósito de persuadir al gobierno de que elimine el paso de una carretera por el centro del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).

Cerca de un millar de personas avanzan hacia La Paz desde la ciudad de Trinidad, a 600 kilómetros de distancia, donde inicio la movilización el 27 de abril, con el propósito de persuadir al gobierno de que elimine el paso de una carretera por el centro del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).

El segundo objetivo es crear un marco para legislar la consulta previa a los pueblos indígenas para todo proyecto de desarrollo que involucre una zona habitada por uno de los 36 grupos étnicos reconocidos por la Constitución Política del Estado, vigente desde 2009, explicó a IPS la secretaria de organización de la protesta, Nazareth Flores.

La marcha que escala hacia las cumbres con alturas de hasta 5.000 metros sobre el nivel del mar, es la segunda en defensa del parque natural, situado entre los centrales departamentos de Cochabamba y Beni. Trinidad está a 160 metros de altitud y La Paz a 3.600, y en el recorrido hay trayectos muy difíciles para los manifestantes.

Se espera que los manifestantes lleguen a La Paz en los últimos días del mes y los organizadores prevén concluir la movilización en la sede de la Presidencia, el Palacio Quemado.

En octubre del pasado año, una protesta similar, de 64 días, consiguió un masivo respaldo popular en La Paz con miles de personas recibiendo a los marchistas, y logró la aprobación de una ley que prohibía la destrucción del escenario natural.

Pero el gobierno retrocedió en la decisión. Colonizadores, cultivadores de hojas de coca y algunos originarios de la zona afines al gobernante Movimiento al Socialismo hicieron otra marcha a favor de una carretera.

Con ello, presionaron al presidente Evo Morales para promulgar la Ley de Consulta 222, que deja abierta la posibilidad de construir la polémica carretera.

La columna de indígenas que avanza sorteando precipicios, bajas temperaturas y la falta de alimentos intenta revertir esa medida. Los resfríos atacan a mujeres y niños, falta ropa abrigada y comida, describió Flores.

Mientras la caminata sortea dificultades con su mirada puesta en la sede de gobierno, el presidente Morales pronunció en la ciudad brasileña de Río de Janeiro un discurso de defensa de la naturaleza en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, finalizada este viernes 22.

Allí, Morales, un líder aymara, asumió una defensa de los pueblos indígenas, pero en las filas de los marchistas aquí ese mensaje fue recibido con gestos de sorpresa e incredulidad: «Aquí no da importancia a nuestras demandas pero sorprende que afuera exprese defensa de los indígenas», declaró Flores.

El periodista y exembajador de Bolivia en Estados Unidos, Gustavo Guzmán, contabilizó siete intervenciones del presidente Morales en el foro de las Naciones Unidades en Nueva York, con una defensa de la Madre Tierra y los pueblos indígenas.

Desde los sectores pro gobierno, el diputado afroboliviano Jorge Medina comentó a IPS que la marcha y las demandas de los indígenas de zonas tropicales se encuentran reconocidas por la Constitución.

Pero cuestionó la «injerencia» del opositor Movimiento Sin Miedo (MSM) en el financiamiento de la movilización y la presencia de organizaciones no gubernamentales (ONG). La participación de ONG y partidos políticos «hace que se pierda el espíritu de la marcha» y «deben hacer un esfuerzo por alcanzar un acuerdo que beneficie a todos», afirmó.

«Tenemos una posición firme como indígenas. Buscamos diálogo», expresó a IPS de manera terminante el representante de la Central de Pueblo Indígenas del Beni, Carlos Salvatierra.

El miércoles 20, el Tribunal Constitucional suspendió la consulta que pretendía hacer el gobierno sobre la ejecución de la carretera a través del Tipnis y condicionó su aplicación a un acuerdo entre las partes, lo que representó una bocanada de aliento para los caminantes.

Hasta el momento, la caminata ha cobrado la vida de dos dirigentes que fallecieron el martes 19 mientras hacían tareas de aprovisionamiento de víveres. Un médico del municipio de La Paz que acudía a la zona donde acampaba la marcha, falleció en un accidente de tránsito.

La coordinadora del Foro Boliviano de Medioambiente y Desarrollo, Patricia Molina, expresó a IPS que «las políticas ambientales del gobierno, antes y ahora, han sido ‘declamativas’, discursivas, una impostura».

Molina dirige su mirada a la contaminación minera, la quema de pastizales y arbustos en grandes extensiones, la expansión de los cultivos de hoja de coca, la proliferación de la basura, y cuestiona la falta de soluciones a los problemas señalados.

«Es momento de preguntarnos qué país queremos, qué medio ambiente queremos, qué vamos a hacer para detener la destrucción de la naturaleza. Está claro que el gobierno no tiene nada que aportar. La marcha sigue desnudando el doble discurso gubernamental», afirmó.

Franz Chávez 

http://www.periodistas-es.org/planeta-azul/derechos-indigenas-en-bolivia-avanza-marcha-contra-carretera-y-gobierno


Fuente: Periodistas en español.org