Estas palabras son para denunciar el trato recibido a los tres despedidos en la empresa Polyone de Oricain, entre ellos yo.

El lunes 17 de septiembre me dirigí a trabajar en el turno de tarde, estaba contento ya que comenzaba mi reducción de jornada por el cuidado de mi hija. Al llegar me dieron el aviso de subir a hablar a la oficina con la responsable de recursos humanos. La verdad, subí cabreado pensando que tendrían alguna objeción con la reducción de jornada que me habían concedido previamente (no sin dificultades), pero resulta que el motivo fue peor, se trataba del despido.

 

Cuando subí a la oficina las palabras textuales del abogado de la empresa fueron:”Ya te imaginas por qué te hemos llamado, ¿no?” Yo respondí que no. Entonces, comenzó a hablarme de cuestiones relacionadas con la empresa y fue cuando me di cuenta de que me estaban despidiendo. Nervios, bloqueo mental y de repente en la calle.

El segundo despido fue en el turno de noche, a las 22:30 h exactamente, cuando mi compañero ya con el buzo puesto, llevaba media hora trabajando. Y el tercero a las siete de la mañana del día siguiente.

Cuando subí a la oficina las palabras textuales del abogado de la empresa fueron:”Ya te imaginas por qué te hemos llamado, ¿no?” Yo respondí que no. Entonces, comenzó a hablarme de cuestiones relacionadas con la empresa y fue cuando me di cuenta de que me estaban despidiendo. Nervios, bloqueo mental y de repente en la calle.

El segundo despido fue en el turno de noche, a las 22:30 h exactamente, cuando mi compañero ya con el buzo puesto, llevaba media hora trabajando. Y el tercero a las siete de la mañana del día siguiente.

Toda esta forma de hacer las cosas da mucho que pensar. Bueno, en realidad los jefes lo tenían todo bien pensado. La noticia del despido nos la dieron cuando ellos no estaban. No han tenido valor para dar la cara. Miran hacia otro lado.

Esos “jefes” Joaquin Oloriz y Jesus Landivar, arrogantes, prepotentes y déspotas, no han tenido el valor para mirarnos a los ojos y decirnos el motivo real de los despidos; sí, esos “jefes” que coaccionan para que no te cojas la baja por un accidente laboral y enriquecerse más todavía. Eso, “jefes” que sí te miran a los ojos para insultarte, que se creen por encima de ti, y que te llaman mentiroso para quitarse las responsabilidades de encima. Esos “jefes” que usan el miedo como herramienta. En definitiva esos “jefes” que van a acabar con la empresa.

Con esto quiero decir que los trabajadores no somos ganado, ni vuestros súbditos y que no nos podéis tratar así, un poco de respeto.

¿Por qué no podían haber avisado con antelación y haber evitado el madrugón, el estrés de prepararte para ir al trabajo o ir a trabajar a las diez de la noche para que luego te manden a casa a la media hora? Ante todo, se pueden y se deben encontrar mil soluciones antes que la de destruir empleo.

Ellos saben bien lo qué quieren y la legislación les ampara, con Reformas Laborales vergonzosas que protegen los intereses del fuerte. Del mismo modo, debemos saber qué modelo social y laboral buscamos como trabajadores y qué acciones debemos emprender para buscarlo. En ese camino de movilización debemos encontrarnos.

Un saludo y fuerza para mis excompañeros.

Eduardo Moragas Zaragüeta, despedido y afiliado a CGT-Nafarroa


Fuente: Eduardo Moragas Zaragüeta