Tres accidentes laborales ocurridos en los últimos días en la provincia de Valencia se han saldado con un negativo balance : dos trabajadores fallecidos y dos heridos.
El último de los siniestros se produjo ayer en Alboraya. Un hombre de 46 años pereció electrocutado cuando manejaba la máquina de una carnicería. Un cliente del local, situado en la calle Tavernes Blanques, descubrió el cadáver en la trastienda, al entrar en la misma extrañado de que no hubiera nadie atendiendo al público.
Tres accidentes laborales ocurridos en los últimos días en la provincia de Valencia se han saldado con un negativo balance : dos trabajadores fallecidos y dos heridos.

El último de los siniestros se produjo ayer en Alboraya. Un hombre de 46 años pereció electrocutado cuando manejaba la máquina de una carnicería. Un cliente del local, situado en la calle Tavernes Blanques, descubrió el cadáver en la trastienda, al entrar en la misma extrañado de que no hubiera nadie atendiendo al público.

El testigo corrió a alertar a la Policía Local, cuyo retén está situado cerca. Una ambulancia del SAMU confirmó la muerte del empleado.

La lista de accidentes comenzó el pasado jueves en Almussafes. La víctima, un joven de 33 años –Julio Antonio Balaguer–, se hallaba instalando una placa solar cuando sufrió una caída que le originó la muerte.

El fallecido pertenecía a la empresa Domótica e Instalaciones Eléctricas S. L. El siniestro se produjo cuando, según fuentes próximas al caso, el fallecido estaba subido en lo alto de una nave de la planta de Ford. Al parecer, la víctima mortal se precipitó por una de las claraboyas de la techumbre, al ceder esta, y falleció como consecuencia de la caída.

El otro accidente laboral se produjo hacia las seis de la madrugada del martes en una fábrica de reciclaje de residuos de madera de Albuixech. La sobrecombustión experimentada por una caldera originó una llamarada y alcanzó a dos empleados y causó heridas a ambos.

Los heridos, V. F. T. y D. E. B. –de 29 y 31 años– fueron trasladados al Hospital La Fe con quemaduras de segundo y tercer grado en el tórax. El primero permanece ingresado, mientras que el segundo ya ha recibido el alta médica.

El siniestro se produjo en la empresa Finaltair, en la avenida del Mediterráneo. Los trabajadores estaban realizando una inspección rutinaria de la caldera. Jaime Mur, vicepresidente del consejo de administración de la firma, señaló que junto a la caldera hay “hasta dos trajes de protección” que los empleados no utilizaron para llevar a cabo la maniobra. Esta consiste en observar la caldera a través de una escotilla para comprobar que la quema de la madera es normal.

“La inspección apenas dura 5 o 10 segundos, pero la mala suerte quiso que en ese instante se produjera la sobrecombustión de madera y una sobreexpansión del gas que arrastró las llamas”, puntualizó Mur.


Fuente: lasprovincias.es