El operativo fue supervisado por el primer ministro de Israel
Gaza, 22 de marzo. El fundador y líder espiritual del movimiento de resistencia palestino Hamas, jeque Ahmed Yassin, fue asesinado al amanecer de este lunes en un ataque con misiles del ejército israelí en la ciudad de Gaza, acción supervisada personalmente por el primer ministro de Israel, Ariel Sharon. La organización radical sentenció que el homicidio "abrirá las puertas del infierno".


El operativo fue supervisado por el primer ministro de Israel

Gaza, 22 de marzo. El fundador y líder espiritual del movimiento de resistencia palestino Hamas, jeque Ahmed Yassin, fue asesinado al amanecer de este lunes en un ataque con misiles del ejército israelí en la ciudad de Gaza, acción supervisada personalmente por el primer ministro de Israel, Ariel Sharon. La organización radical sentenció que el homicidio «abrirá las puertas del infierno».

El primer ministro palestino, Ahem Qureai, condenó el asesinato y lo calificó de «loco y peligroso acto, ya que abre la puerta al caos. Yassin era conocido por su moderación y controlaba a Hamas».

El gobierno del presidente estadunidense, George W. Bush, llamó a todas las partes enfrentadas en Medio Oriente a mantener la calma y mostrar moderación. «Estados Unidos está al tanto del incidente y sigue la situación en la región», dijo un funcionario que pidió el anonimato.

Cientos de miles de palestinos, muchos llorando, salieron a las calles en la franja de Gaza, mientras hombres armados disparaban al aire en señal de coraje. «El jeque Ahmed Yassin descansa en paz. Pero ellos (los israelíes) nunca sabrán qué es estar en paz. Enviaremos la muerte a cada casa, cada ciudad, cada calle de Israel», indicaron militantes de Hamas mediante altavoces, quienes prometieron dar muerte a «cientos» de israelíes.

«Toda Palestina se convertirá en un volcán en el que arderán los enemigos», declaró el jeque Ismael Haniyah, uno de los líderes de Hamas, al salir del hospital tras reconocer el cuerpo de Yassin. «Nuestros sentimientos están llenos de ira y deseo de venganza.»

Poco después, varios misiles tipo Qasam, de fabricación palestina, fueron lanzados desde la franja de Gaza hacia territorio israelí, pero no se reportaron víctimas.

Helicópteros israelíes dispararon tres misiles directamente contra Yassin y dos de sus guardaespaldas cuando salían de una mezquita, matándolos al instante. Pero otras versiones señalan que los misiles fueron lanzados cuando el jeque se disponía a subir a su vehículo tras visitar la mezquita, y otros reportes dieron cuenta de que el dirigente ya se encontraba en su automóvil. Siete personas más perdieron la vida y 15 resultaron lesionadas.

Ambulancias y camiones de bomberos acudieron al lugar, y los rescatistas recogían trozos de los cadáveres, mientras las mezquitas vecinas amplificaron el sonido para transmitir versos del Corán, al tiempo que llamaban «mártir» a Yassin. En Sabra, el vecindario donde vivía, se escucharon disparos.

«La venganza por el asesinato del jeque no será común, provocará un terremoto», indicaron las Brigadas Ezzedine Al Qassam, la rama militar del principal movimiento islámico palestino. «Sharon ha abierto las puertas del infierno y nada nos detendrá para cortarle la cabeza», indicaron.

El ejército israelí cerró los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza, informaron mandos militares al confirmar más tarde que habían dado muerte a Yassin.

El operativo en el que fue asesinado Yassin fue supervisado personalmente por Sharon, informó la radio israelí. Esta operación se produjo después de la decisión del gobierno israelí de intensificar sus operaciones contra los movimientos radicales palestinos y en especial contra Hamas, en represalia contra un doble atentado el pasado domingo 14 en Ashdod, sur de Israel, que causó 12 muertos, incluidos sus dos autores.

El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, tras una reunión de gabinete este domingo, sostuvo que su gobierno frenaría la reciente ola de ataques «terroristas» con una continua presión a esas «organizaciones».

«Hamas intensificó recientemente sus atentados para demostrar que es capaz de echar a Israel de la franja de Gaza, pero nosotros vamos a continuar nuestra lucha contra el terrorismo», declaró a su vez el ministro de Interior, Avraham Poraz.

El atentado de Ashdod fue reivindicado por Hamas y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo vinculado a Fatah, el movimiento del presidente Yasser Arafat.

El ejército propuso una respuesta de «una magnitud excepcional», y los medios de comunicación israelíes escribían la mañana del lunes que importantes refuerzos habían sido desplegados en la franja de Gaza, de cara a operaciones «sin precedente».

Fuentes militares indicaron que Israel venía planeando la operación desde hace algunos días, y que el líder espiritual de Hamas se encontraba bajo constante vigilancia. El pasado 16 de enero el viceministro israelí de Defensa, Zeev Boim, declaró que Yassin, a quien aconsejó «entrar a la clandestinidad», estaba «marcado por la muerte».

Boim aseveró este lunes a la radio pública que Yassin «merecía la muerte por todos los atentados terroristas cometidos por Hamas». Boim fue el primer israelí que reconoció públicamente la eliminación del líder espiritual palestino, y advirtió que ningún «responsable terrorista gozará de impunidad», en alusión a posibles asesinatos de otros miembros de organizaciones radicales palestinas.

«Las palabras no pueden describir el dolor y el coraje que hay en nuestros corazones», indicó, por su parte, Ismail Haniyeh, cercano colaborador de Yassin. De igual forma, la organización Jihad Islámica calificó el asesinato de «el peor crimen».

De su lado, el ministro palestino encargado de las negociaciones con Tel Aviv, Saeb Erekat, consideró como «un crimen innoble» la eliminación del fundador de Hamas, y advirtió que «el gobierno israelí ha elegido el camino de la escalada y la confrontación».

Reclamó «una protección internacional» para los palestinos, quienes, dijo, han perdido este mes «64 mártires», víctimas de ataques israelíes.

El domingo, el ejército de Israel mató a un jefe local de Hamas y a cinco palestinos en una nueva incursión en la franja de Gaza, al tiempo que en Cisjordania disolvió una manifestación de protesta por la construcción del muro de seguridad, acción que dejó más de 20 heridos.