Artículo publicado en Rojo y Negro nº 387 de marzo

Un año más, este 8 de marzo las feministas de todo el mundo volvimos a salir a la calle para seguir reivindicando y expresar nuestra rabia y reivindicaciones. Llenamos las calles y plazas de todos los barrios, pueblos y localidades del Estado español y de todo el mundo gritando muy fuerte para hacer escuchar nuestras voces: ¡BASTA!

Con la entrada de la extrema derecha (sumada a la Iglesia) vamos a decir ¡BASTA! porque sus ataques nos están quitando los derechos que habíamos conseguido desde hace años mediante la lucha feminista: en algunos ayuntamientos se ha eliminado la concejalía de igualdad, reconvirtiéndose en concejalía de la familia con connotaciones fascistas, patriarcales y represivas sin ninguna consideración hacia las mujeres; han sido prohibidas obras de teatro o actuaciones por el mero hecho de hablar de lesbianismo, feminismo, LGTBI; siguen poniéndose ante clínicas donde las mujeres van a abortar o pedir información anticonceptiva con carteles y gritos, llamando “asesinas” a las mujeres que quieren ejercer su derecho: un retroceso enorme respecto a los derechos conseguidos durante años de lucha, de educación feminista, de cambio social, el derecho al aborto libre, público, gratuito, seguro y universal. En todos los ámbitos sociales, el acoso a las mujeres sigue dándose, el último ejemplo en el deporte, donde todavía se tuvo que explicar y denunciar qué es el acoso no consentido para seguir reivindicando el “sólo el sí es sí”. Los insultos y las agresiones psíquicas o/y físicas y el acoso sexual por razón de sexo, orientación sexual e identidad de género siguen siendo una constante en muchos lugares, sobre todo a personas LGTBI. Se han prohibido libros de texto en centros educativos por hablar de educación afectiva sexual y de diferentes orientaciones sexuales, de libertades sexuales…
Por todo esto y mucho más, nuestra lucha no es sólo el día 8 de marzo.
Nosotras luchamos por todos lugares: en pueblos, barrios, escuelas, hogares, en centros de trabajo, en universidades y en las calles, todos los días del año. A pesar de que nos siguen queriendo calladas, explotadas, invisibles, precarias, sumisas, culpables, incluso asesinadas, nosotras no callamos y decimos ¡BASTA! Juntas seguimos levantándonos en un grito común contra el sistema cisheteropatriarcal, el capitalismo, las desigualdades, la precariedad y las violencias machistas.
Este 8M, desde las diversidades de los feminismos, se volvió a convocar una jornada de huelga feminista en algunos territorios: huelga de cuidados, laboral, estudiantil y de consumo contra el sistema cisheteropatriarcal racista y capitalista. Queremos visibilizar el trabajo reproductivo y de cuidados, lo que no se cobra o lo que está mal pagado, lo que no tiene ningún derecho laboral y está completamente feminizado. ¡Porque cuidar, frotar, planchar y cocinar también es trabajar! Este 8M volvimos a llenar las calles, porque nos siguen sobrando los motivos.
Motivos por los que seguimos y seguiremos luchando:
– Por la eliminación de la brecha salarial y la precariedad porque la discriminación sexual en el trabajo y la dificultad sistémica en la conciliación laboral nos aboca a reducciones de jornada, de salario y a la temporalidad, condenándonos a un sueldo de miseria y afectándonos finalmente en nuestras pensiones.
– Por la eliminación de los sesgos de género en la salud laboral y para poder garantizar una perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales. Tenemos derecho a puestos de trabajo dignos, adaptados y seguros, a la investigación de los riesgos laborales con perspectiva de género y al reconocimiento de nuestras afecciones como enfermedades profesionales.
– Por la derogación de la reforma laboral y las pensiones que, lejos de asegurarnos condiciones de vida dignas, afianza la precariedad, mantiene contratos basura y nos condena a la pobreza salarial y de las pensiones.
– Por la eliminación de las violencias en todas sus manifestaciones: estructural, institucional, judicial, médica, económica… que ampara el machismo, el racismo, la LGTBIfobia y el asesinato de miles de mujeres y personas de identidades disidentes.
– Por la eliminación de la ley mordaza que reprime la libertad sindical y la libertad de expresión, penalizando los derechos fundamentales de protesta y manifestación.
– Por la eliminación inmediata de la ley de extranjería que institucionaliza el racismo, generando una doble opresión para las mujeres migrantes que se ven abocadas a la marginalidad y a la esclavitud. Basta de impunidad en las fronteras: ¡Reparación y Regularización YA!
– Por la eliminación de las guerras y las consecuencias de la emergencia climática que causan millones de desplazadas y refugiadas utilizando a las mujeres y personas de diferente orientación e identidad sexual como arma de represión y moneda de cambio. Exigimos que los crímenes de guerra cometidos en todas las guerras, como violaciones, torturas, agresiones sexuales u ocupaciones ilegales de los territorios, sean juzgados en un Tribunal Internacional y que se haga justicia.
– Contra el negacionismo de las desigualdades y la violencia machista y los ataques a nuestra lucha por parte de la derecha, de la Iglesia y de ese sistema cisheteropatriarcal, capitalista y racista que quiere arrebatarnos nuestros derechos.
– Por una educación feminista, de calidad, pública y laica porque la coeducación y la educación sexoafectiva son indispensables para prevenir las violencias machistas.
– En defensa del derecho a la vivienda digna denunciamos las políticas neoliberales que nos expulsan de nuestros barrios y ciudades y que tienen una afectación concreta en las mujeres en el contexto de la burbuja de alquileres imposibles y la mercantilización de la vivienda, dando lugar a la feminización de la pobreza.
– En lucha frente a la emergencia climática nos rebelamos ante el ecocidio (destrucción intencionada del medio ambiente) fruto de la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación y el calentamiento del planeta. Detengamos la destrucción de la biodiversidad.
– Luchamos contra cualquier tipo de represión recordando que, en los últimos años, los avances de la lucha feminista, como lucha profundamente revolucionaria que es, ha generado una respuesta criminalizadora y persecutoria por parte de los sectores conservadores y antifeministas. Apoyamos las resistencias feministas de todo el mundo, estamos junto a Palestina, Ucrania, Irán, Rojava, Sáhara, Afganistán, Congo, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Perú…
Por todos estos motivos y muchos más seguimos luchando, reivindicamos el 8M como Día de Lucha, aunque tenemos claro que todos los días del año son 8M.

Rosalia Molina
Mujeres Libertarias CGT


Fuente: Rojo y Negro